Capítulo 4

7.4K 361 12
                                    

*Poché*

Ver a Calle llorar me rompe el corazón, no entiendo porque no quiere hablar conmigo, después de que no respondió ninguno de mis mensajes decidí venir a su casa a ver que pasaba y la encuentro en este estado. Ella es demasiado importante para mi, estos meses que he compartido a su lado me han permitido conocer ese bonito corazón que tiene, su luz ilumina mi vida y nuestra conexión transciende cualquier lugar, cosa o persona.

—Calle...—limpio sus lágrimas—dime que te pasa—ella me mira fijamente a los ojos de esa forma tan especial que me vuelve loca.

—No puedo—susurra.

—Bebé, por favor, puedes decirme lo que sea—le suplico con la mirada.

—No, no quiero perderte—sus lágrimas regresan y a mi se me arruga el corazón.

—No vas a perderme, jamás me alejaría de ti si tú no lo deseas, eres muy importante para mi, me haces feliz, llenas de alegría mis días, desde que llegaste a mi vida no me imagino sin ti—le hablo desde lo más profundo de mi corazón.

Quiero que ella sepa lo importante que es para mi, que pase lo que pase siempre voy a estar cuidandola y apoyandola. Calle me mira de una manera tan profunda que me hace temblar y yo lo único que puedo hacer es observar como idiota cada uno de sus movimientos, muerde su labio iinferior y mira mis labios, posteriormente pone sus en mi nuca y me acerca a ella, su nariz toca la mía y su respiración choca en mis labios, miro su boca y nunca antes desee tanto besar a alguien como en este momento y como si de un impulso se tratara junto su boca con la mía sintiendo la suavidad de sus labios, miles de sensaciones abordan mi cuerpo y todo desaparece, el beso empieza con poco de timidez y nerviosismo por parte de las dos, luego pasa a ser suave y delicado, no puedo explicar con palabras lo que siento, mis piernas tiemblan, mi corazón se acelera y miles de mariposas revolotean en mi estómago, este beso mueve todo dentro de mi.

Finalizamos nuestro beso por falta de aire, nuestras respiraciones están agitadas y nos miramos a los ojos sin decir nada.

—Perdón—baja la mirada e intenta levantarse—me deje llevar—sostengo su mano para evitarlo.

—No te disculpes en todo caso fui yo quien te beso.

—Lo sé pero...—suspira y se pasa las manos por la cara—tú no entiendes.

—Entonces ayúdame a entender—acaricio sus mejillas y le sonrío—ese beso fue maravilloso.

—¿De verdad piensas eso?—pregunta en un susurro.

—Por supuesto—le doy un besito en la nariz y junto mi frente con la suya—fue hermoso.

Ella se separa de mi y se levanta dando vueltas por la sala de su casa, la miro sin entender pero le doy su espacio.

—Tengo que decirte algo—también me levanto y me paro frente a ella, me mira a los ojos y toma aire, sus nervios son evidentes—Yo... creo estoy enamorada de ti y está bien si tu no sientes lo mismo pero tenía que decírtelo—habla tan rápido que tardo en procesar cada una de sus palabras.

"Creo que estoy enamorada de ti", se repite una y otra vez en mi cabeza, dejándome sorprendida y pensando en mil cosas a la vez.

—Sé que tú estas en una relación pero tenía que decírtelo, perdón por haberlo hecho de esta forma tan inesperada—su voz me devuelve a la realidad y hasta ahora soy consciente de lo frustrante que es mi silencio para ella al ver la decepción en su rostro.

—Yo no estoy en ninguna relación—aclaro.

—Pero yo te vi con alguien hoy en la cafetería de la facultad.

—Solo era un amigo, nada más que eso.

—Oh...—parece avergonzada lo que me hace pensar que esa fue la razón por la que me esquivó todo el día.

—¿Es por eso que no querías hablar conmigo hoy?—pregunto con cautela.

—Eh...—sonríe apenada—sí.

Eso me causa mucha ternura.

—Debiste preguntarme y no sacar conclusiones a la ligera.

—Lo sé pero fue muy doloroso verte con él y solo somos amigas así que...—se encoje de hombros y aunque trata de ocultar su tristeza se puede notar a miles de kilómetros.

—Lo siento por hacerte sentir así.

—No fue tú culpa, ni yo sabía lo fuertes que son mis sentimientos hacia a ti hasta hoy.

Nos quedamos en silencio sin saber que más decir y ella centra sus ojos en los mios mirándome tan bonito que hace que me derrita, me acerco más quedando a escasos centímetros distancia y la contemplo, Calle es tan hermosa que en ocasiones me he quedado sin aire solo con mirarla; el impulso que tuve de acercarme el día que la conocí sin ninguna explicación, la forma en la que ansío verla cada día y lo mucho que me cuesta despedirme, la gran parte de tiempo que esta en mi cabeza, lo feliz que me siento a su lado incluso sin hacer nada, mis ganas hacerla feliz y verla sonreír siempre, los nervios que me genera cuando me mira fijamente a los ojos, lo mucho que disfruto su compañía, lo agradable que es tenerle cerca. Solo hasta este momento soy consciente de que mis sentimientos nunca fueron de amistad y que posiblemente me enamoré de ella desde la primera vez que la ví, todo con Calle fue especial desde el inicio y ahora entiendo porque. Nunca antes me habían atraído las mujeres o no de forma consciente y me alegra que haya sido Calle la primera, el amor no distingue entre género, cuando te enamoras de alguien te enamoras de su alma, de su esencia y eso fue lo que paso con Daniela, amo lo que es, como piensa, como vive. Me enamoré de la forma en la que me trata, de la forma en la que me hace sentir, cuando estoy con ella el mundo se detiene, su sonrisa, sus ojos, sus labios, su belleza. Así funciona el mundo, pone personas en tú vida sin importar, su sexo, su condición social, su religión, personas que te hacen feliz, personas con las cuales puedes coincidir en esta vida y en muchos otras más, personas con las que estamos detinados a encontrarnos. No me preocupa que Daniela sea una mujer, lo que importa es el amor que siento por ella ese amor que me llena, que me mueve, que me hace feliz y que apenas estoy descubriendo.

Sus ojos se cristalizan y sostiene mi rostro entre sus manos.

—¿Me darías una oportunidad?—pregunta con tanto amor que quiero comermela a besos.

Mojo mis labios y asiento con la cabeza, emocionada.

—Te daría todas las oportunidades del mundo.

La felicidad en su rostro me demuestra que estoy tomando la decisión correcta.

—Calle...—se me forma un nudo en la garganta y siento los nervios apoderarse de todo mi cuerpo—yo... creo que también estoy enamorada de ti.

Suspira y sus ojos brillan.

—¿Crees?.

—Déjame te miro bien—la miro de pies a cabeza, me muerdo el labio inferior y ella me guiña un ojo.

—¿Entonces?—alza una ceja.

—Ummm—paso mis brazos por su cuello y acaricio su nariz con la mía—estoy perdidamente enamorada de ti.

Calle me abraza por la cintura fuertemente y esconde su rostro en mi cuello.

—No puedo explicar lo feliz que me hace que sientas lo mismo.

Cierro los ojos y acaricio su nuca, sintiendola.

Como no me di cuenta antes de lo enamorada que estoy de esta mujer.



Mi segundo amor [Corrigiendo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora