Cuatro años después de aquel día, en un recorrido por una de las opciónes de universidad que tenía, nuevamente terminé en el piso por chocar, pero esta vez contra una puerta que se abrió frente a mi de repente.
—¡Demonios! —exclamó el chico del otro lado al sentir el golpe—. De verdad lo siento —agregó y otra vez vi una mano extendida hacia mi.
—No, no te preocupes —dije aceptando su ayuda—. Yo venía distraído.
—Tú, otra vez —murmuró—. Metawin, digo Win, ¿cierto?
Nunca había sentido mi corazón acelerarse tan rápido frente a alguien, hasta que mi mirada se elevó hacia el rostro del chico al que le pertenecía la mano que había tomado y lo vi, era el, era aquel chico, aquel al que había llamado mi primer amor.
—Si, si... ¿me... me recuerdas?
—No soy el único al parecer —sonrió y puedo jurar que mi corazón casi sale de mi pecho en ese momento.
Porque aunque muchos creerían que lo olvidaría después de algunos años, ¿cómo olvidar al chico que hizo que descubriera que era gay?
No, eso no sucede, créanme.—Bright —dije entonces y el asintió.
—¿Buscando universidad? —cuestionó curioso.
—Mm, si.
—¡Vamos! —exclamó alegre—. Seré tu guía entonces.
—No, no hace falta.
—No te preocupes, se que elegirás esta universidad cuando la conozcas —afirmó sonriendo.
Aquella tarde se había convertido en una de las mejores de mi vida, solo porque lo había encontrado otra vez, porque estaba con el, y porque también me mostraba muy emocionado su universidad, repitiendome que le gustaría que me inscribirá allí, que debería elegirla, cosa que no dudaba al saber que el estaba allí también.
Cuando terminó el recorrido, me invitó a un café, donde hablamos mucho, la verdad es que no me había imaginado nunca volver a sentir lo que sentí aquel día con el, pero lo estaba sintiendo y mucho más fuerte.—¿Puedo preguntarte algo? —cuestione un poco nervioso.
—Mm, dime —dijo poniendo toda su atención en mi.
—¿Por qué te cambiaste de instituto?
—Oh, mis padres me cambiaron —respondió sonriendo—. Tenía algunos problemas de conducta, así que me cambiaron antes de que me expulsen y quede en mi registro —afirmó y yo solo asentí —. Tienes curiosidad sobre algo más, ¿cierto?
—Oh si —sonreí nerviso—. ¿Qué fue lo que le dijiste a esos chicos para que no volvieran a molestarme? —cuestione entonces.
—Que eras mi novio —respondió alegre, haciendo que mi rostro se sonrojara al instante de terminar esa frase—. Y que si volvían a molestarte se las verían conmigo —agregó haciendo que ni siquiera pueda mirarlo a la cara por la verguenza, algo que notó—. ¿Tímido? —sonrió.
— No... que... yo... no
—Eres lindo tímido —afirmó, sin siquiera saber lo que eso provocaba en mi, o al menos eso creía yo.
—Pero te ibas a ir —dije entonces cambiando de tema—. ¿Por qué te obedecieron?
—Justamente por eso —rio—. Mi fama era conocida, todos sabían los problemas en los que me metía, así que si decía algo lo cumpliría —afirmó—. Pero de todas formas, ¿cómo sabías que me cambié de instituto? —cuestionó curioso.
—Yo... yo le pregunté a uno de tus compañeros de clase, después de algunos días de no verte —respondí esquivando su mirada.
—Ooh me extrañaste —sonrió—. Me hubiera gus... —pronunció pero el sonido de su teléfono lo interrumpió, y cuando el lo miró su expresión cambió—. Debo irme ahora —afirmó levantándose deprisa—. Ojalá nos volvamos a ver —dijo y se marcho, sin darme tiempo de pedirle su número o alguna otra cosa que me ayude a comunicarme con el otra vez.
Y para mi mala suerte no lo volví a ver más, pues mi universidad ya había sido elegida por mis padres, y estaba en el extranjero.
.
.
.
.
.
.Más de cinco votos y va el otro capítulo 😁