Aquella frialdad hacía que quisiera pedirle perdón, suplicarle porqué me perdone, arrodillarme ante el, pero el daño que le hice, nada lo arreglaría.
—Tienes razón —afirme llevando mis manos nuevamente a su miembro—. Ya estás aquí.
Su sola respiración comenzó a exitarme cada vez más mientras lo masturbaba, hasta que el me detuvo.
—No tienes que apresurarte —afirmó y se volteo hacia mi—. Esta noche me tienes para ti.
Sonreí.
—Haremos que valga la pena —dijo y comenzó a bajar, hasta que quedo arrodillado en mi alfombra, frente a miembro.
Su mano tomó mi ereccion, recorriendo todo su largo, sus ojos miraron los míos una última vez y entonces su lengua se deslizó por la punta de mi pene, humedeciendolo, haciendo que un gruñido escape de mi garganta al sentirlo, y que tenga que apoyar mis manos sobre el vidrio frente a mi para sostenerme mientras su boca comenzaba a jugar como quería con mi parte baja.
—¡De... demonios! —exclame dejándome llevar—. Por... porque eres tan bueno en esto —pronuncie entre gemidos—. Detente... detente o harás que acabe pronto mm... mal... maldita sea.
Aunque esa fue una súplica, una muy clara, el hizo caso omiso, y no, no se detuvo, siguió hasta que mi cuerpo se tenso, acabando en su dulce boca, dejándome sin aliento por completo.
Volvió a levantarse, y nuevamente nuestros ojos se encontraron, entonces una de mis manos fue a rostro, limpiando con mi pulgar la comisura de sus labios, siendo tomado por ellos antes de alejarlo.
Esa imagen, esa exitante imagen de él lamiendo mi pulgar logro dejar otra vez completamente erecto a mi miembro, así de fácil, fue así de fácil para el.—Tu turno —dijo y sonrió.
Besar sus labios era lo único que quería hacer después de verlo sonreír de esa manera, pero antes de lograrlo el dirigió los míos a su cuello, y de allí solo seguí hacia abajo, mientras lo llevaba a la cama.
Allí volvió a darme la espalda otra vez, extendiendo su mano sobre el colchon, donde estaba el condon que antes me había mostrado.
Lo que quería era claro, así que tome el plástico de su mano, lo abrí y rápidamente me lo coloque, mis labios volvieron a su cuello, mientras mis manos lo preparaban lentamente, escuchando nuevamente aquella respiración pesada que tanto me gustaba de él cuando lo tocaba, hasta que esta se convirtió en gemidos al penetrarlo con mi miembro de la forma más dura que se pueda imaginar, de la forma en la que queria sentirlo.
Ninguna palabra se pronunció después de eso, vi sus manos aferrarse a mis sábanas y comence a moverme detrás de él.—Dios... ahí... —gimió cuando mis manos sujetaron con fuerza su cintura, para enterrarme más en el.
—Lo que tú quieras —respondí y acelere mis estocadas, chocando con fuerza con sus glúteos.
Cada sonido era ridículamente pornografico dentro de aquella habitación, pero nada importaba mientras yo lo penetraba con rudeza, haciéndolo gemir, haciendole ahogar gritos sobre el colchon, hasta que sentí su cuerpo tensarse bajo mis manos, apretando mi miembro en su interior, obligándome a terminar también.
Cayo a la cama, conmigo encima, ambos completamente agitados, y mientras el recuperaba el aliento, yo besaba cada parte de su espalda otra vez, deslizando mi miembro lentamente fuera de el.
—Debo ir a limpiarme —murmuró removiendose debajo de mi—. Bájate.
—Ok, ok —sonreí y me tire a un lado—. Vuelve pronto —dije al verlo levantarse y caminar hacia el baño—. Jodidamente sexi —susurre y cerré mis ojos, sintiéndome completamente satisfecho.
No había olvidado esa sensación, no había olvidado absolutamente nada de el, y lo había estado comparando con cada persona que pasó por mi, quiénes no lograron provocarme ni la mitad de lo que el me provocaba con solo su respiración, pero me di cuenta de ello recién cuando lo volví a tener, solo entonces.
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.Buen día 😁😘