13. Revelio

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Todos los estudiantes se mantenían concentrados en sus estudios. Yo por mi parte ayudaba a Fleur en lo que podía, sin desvelar ninguna información. Una de esas muchas tardes, Fleur y yo estábamos sentadas junto al Lago Negro

De vez en cuando, descansábamos hablando de nuestras cosas. A Fleur le gustaba preguntarme por mis años en Hogwarts. Evitaba hablar sobre mi hermano y sus amigos, por si alguien que estuviera cerca hacia conjeturas.

- He leído uno de los últimos agticulos del Profeta – me contó Fleur – Hablaba que en los años 7º en Hogwagts los estudiantes se batían en duelo continuamente, muy influidos por el miedo a lo desconocido

- ¿A lo desconocido? Qué tontería – dije – Se retaban en duelo porque había rivalidad entre casas y porque había mortifagos en Hogwarts

- ¿Sabes lo peog? Al final del agticulo contaba la expegiencia de un estudiante que fue insultado y colgado de un agbol boca abajo

- Solo hubo una persona a la que le pasó eso y no sería tan estúpido como para contarlo – dije y giré mi cabeza

Recordé la conversación con Hermione en la Ciénaga. Observé todo a mi alrededor. Había muy pocos estudiantes en el lago. Me levanté y Fleur me miró extrañada. Saqué mi varita y apunté al suelo

- Revelio

Rita Skeeter apareció frente nuestra. Fleur gritó. Rita se alisó la ropa y se ajustó las gafas.

- Muy buenas

- Deberías de saber que no está bien espiar conversaciones ajenas

- Lo mío no es nada comparado con lo tuyo. Todos estos años fingiendo estar muerta, _____ Potter.

- Y yo que no hubiésemos estudiado juntas porque si no te habría aplastado como cucaracha que eres

- ¿Qué quieres?

- Silencio. Tu no dices nada. Yo no digo nada

- Trato hecho - dijo con la cabeza alta.

En la tarde de la prueba, estaba muy nerviosa. Di varios paseos por el jardín. Me detuve en el jardín de Hagrid, desde el cual se podía ver el sauce boxeador. Todos estaban dentro del castillo, preparándose para la prueba.

De repente, el sauce se detuvo. Extrañada, miré hacia él. Sino lo viese con mis propios ojos, no me lo habría creído. Del tronco del árbol salió un gran perro negro que se alejó del sauce y caminó hacia la cabaña de Hagrid. A medio camino, nuestras miradas se cruzaron y el perro se detuvo durante unos instantes, consciente de que lo habían visto. Retomó su marcha y hasta que se acercó a mí no se detuvo. Me agaché para quedar a su altura.

- Pasan los años pero no dejas de sorprenderme, Sirius

Por fin llegó la última prueba. El campo de quidditch estaba totalmente irreconocible. Un seto de seis metros de altura lo bordeaba con una entrada al enorme laberinto.

- ¿Sabes quién va a ganar? – me susurró Madame Máxime

- No – dije

Desde el principio del Torneo no había podido averiguar lo que iba a ocurrir al finalizar esta prueba ni los siguientes acontecimientos. Eso me hacía estar en total alerta.

Madame Máxime y yo le deseamos buena suerte a Fleur en el laberinto. Fijé mi mirada en Harry, que entró rápidamente en el laberinto cuando sonó el silbato. Dumbledore me pilló observándolo y aparté la mirada.

Una vida diferente: Always by your side (Sirius Black y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora