Una vida diferente: Always by your side (Sirius Black y tu)

22. La Profecía

Me refugié en la Ciénaga durante unos días. Necesitaba alejarme de mi lado humano pues este podía llegar a consumirme.

Tras pensar sobre ello durante unos días, usé mi don para averiguar si no habría problema alguno en hacer una rápida visita. Me desconcertó no encontrar ninguna interferencia y tras asegurarme bien, regresé al centro de Inglaterra, en busca de respuestas.

Usé la aparición para acercarme a Wiltshire. Me manifesté en un enorme bosque de diferentes tipos de árboles que ocupaban una gran extensión. El viento soplaba ligeramente.

No quería entrar usando magia así que timbre a la puerta y esperé afuera de la enorme mansión. La puerta se abrió lentamente y una mujer de cabello rubio se asomó.

No disimuló su cara de sorpresa pero me invitó a pasar. La seguí hasta el enorme salón. La chimenea estaba encendida. Narcisa Malfoy me indicó que me sentase a su lado pero yo rehusé. Ella decidió sentarse con elegancia mientras yo permanecía de pie.

- Todo el mundo te da por muerta... no deberías dejar que te viesen así. Tu y ese traidor a la sangre no deberías pasear con tanta tranquilidad por Kings Kross

- Te recuerdo que, según vosotros, yo también soy una traidora a la sangre

- ¿qué es lo que quieres? Pensé que nuestra deuda ya estaba saldada. Lucius hizo correr el rumor entre los mortifagos de que te había matado.

- Y yo a cambio lo libré de acabar en Azkaban – le recordé con tono severo y eso la hizo palidecer

- ¡Mírate! En cuanto él te vea sabrá lo que eres.

- ¿Tienes miedo de pronunciar su nombre? – me burlé – Sé que Voldemort me quiere.. .acaba de sonar muy mal eso - dije esto último para mis adentros. 

- Antes de que escuchase esa profecía, iba en tu búsqueda. Pensaba que si te tenía bajo su dominio, lo haría más fuerte y temeroso pero la profecía...

- No escuchó la profecía completa. Lucius debería de dejar de pasearse por el Ministerio en su busca

- NO PUEDE – exclamó ella temblorosa – No podemos... Debemos obedecerle... nunca me perdonaría si le pasa algo a mi querido Draco

- Entonces entiende que yo también intentaré proteger a Harry con todo lo que tengo y soy. 

- Deberías de pensarlo más detenidamente. Tal vez sea mejor que desaparezcas. Si Voldemort descubre quien eres...

- Lo hará – dije y la miré – En cuanto deis el primer paso en falso usará la legeremancia con vosotros y no podréis mentirle

- No conmigo – dijo ella mirando fijamente. Ella podía usar la Oclumancia. 

Que sorpresa...

- Pero tu marido sí

- Es más fuerte de lo que crees

- Dirás que es más astuto de lo que sé. Voldemort no puede escuchar la profecía ni saber lo que realmente soy.

Se hizo el silencio durante unos largos segundos en los que nos miramos fijamente. 

- El parecido sigue siendo asombroso. Cualquiera que haya conocido a James Potter en vida puede ver su reflejo en ti... No deberías ni de acercarte a él.

No contesté. Narcissa sospechaba de mis habilidades para ver el futuro de cualquiera. Solo un idiota se presentaría en la casa de los Malfoy sin más.