-André tienes que calmarte -dijo el anónimo-. De verdad es importante que me cuentes exactamente lo que te dijo Ginger. Y procura guardar la calma pues no queremos entregarle esto de regalo.
André estaba tan inquieto y nervioso que hasta se podía ver el sudor de su frente.
-¿André...? -Volvió a hablar el anónimo.
-Llama a Paula...-le costaba tanto trabajo pronunciar palabra alguna, se le notaba furioso y a la vez triste-. Y les contaré todo. Cada detalle...
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Ginger
Short StorySus ojos siempre estaban cristalizados...no buscaban nada en específico, sólo veían a la nada, estaban perdidos, al igual que los sueños que no podía encontrar, al igual que sus esperanzas, pérdidas. Toda ella era una persona perdida en si misma, en...