Cap. 5: locura compartida

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Era otro día normal en la guarida de los dragones. La música sonaba con fuerza por los amplificadores, un sonido potente y metálico que bien les hacía recordar viejas épocas por los grupos "casi clásicos" que se hacían oír. Pol estaba tratando de preparar algo de comida en la rustica cocina de tres paredes mientras Kim y Porsche jugaban con sus armas en la terraza. Arm había salido a "arreglar un asunto" lo que todos imaginaban y nadie quiso preguntar, trabajo.

Mientras tanto Vegas ayudaba a Petea colgar en unas precarias sogas lo que parecían ser retazos de tela, pero que en verdad era la ropa de los chicos.


-no puedo creer que en un sitio como este haya un lavarropas- soltó viendo el aparato que parecía estar conectado de forma insegura a un toma corrientes.

-sí, bueno...-Pete colgó otra tela y él puso broches para sujetarla- esos chicos necesitan vestirse ¿Sabes? Eso de "robar cada que quieran ropa limpia" me pareció una mala idea.

-entonces... ¿Los cuidas acaso?-soltó divertido apoyándose contra una dudosa medianera.

-claro- colgó otra prenda y lo miro- cuando llegue ellos apenas podían controlarse para no matarse o algo peor, eran casi animales, muy salvajes ¿Sabes?

-vos los domesticaste ¿No?- Lo vio asentir volviendo su atención a la ropa. Se le quedo viendo entonces, había algo dando vueltas en su mente y necesitaba sacarlo. Carraspeo nervioso- entonces... te importan tanto como para hacer esto ¿Por qué?

-¿Por qué?- se irguió mirándolo confuso- ¿Cómo que por qué?

-se...como interferiste el día de su misión suicida, que los salvaste de matarse entre ellos ¿Por qué? ¿Por qué hiciste eso? ¿Por qué... haces esto?- soltó con curiosidad- no es que no me guste, solo no lo entiendo.

- nunca... ¿Hubo algo que te preocupase demasiado? ¿Nunca sentiste vergüenza de vos o decepción por tu propia persona?- Vegas guardo silencio y una sonrisa triste apareció en su rostro- yo sí, antes de conocerlos era un patético chico que fingía tener la vida perfecta. Amigos, fiesta, chicos, nada estaba fuera de su lugar. Buscaba convertirme en un bailarín reconocido y solo me preocupaba por mí, pero eso no era bueno. Yo...fingía, fingía no saber de los negocios de mis padres, fingía no conocer la historia, fingía...que mis manos no estaban manchadas con su sangre- Vegas enarco una ceja confuso- esos chicos, esos locos que ves allí actuando como animales me salvaron la vida una vez, antes... de siquiera saberlo, aun sin conocerme.

-¿Cómo...que te salvaron la vida? ¿Cuándo fue? ¿Cómo? –Vegas se acercó interesado y confuso.

- fue hace un par de años atrás, yo era más chico y bastante torpe. Quería saber todo y me sentía orgulloso de mi estúpido hobby detectivesco. Creí que mi padre era un simple empresario pero sabía que tenía secretos, así que un día simplemente lo seguí. Me cole en su auto y fui con él hasta una de esas reuniones secretas que tenía. Cuando él se alejó del auto salí de mi escondite y me aventure en el enorme edificio, era tan grande e imponente. No lo supe hasta mucho tiempo después, pero ese sitio era la guarida de la primera familia, los desgraciados más peligrosos estaban allí. Investigue como un tonto el sitio, entre a algunos cuartos, vi algunas cosas, no puedo...ni pensar en ello, solo sé que fue repulsivo. Lo que vi, lo que oír, no quiero pensar más en eso - Vegas estaba preocupado por esa confesión- en fin...-soltó sacudiendo su cabeza como si quisiera olvidar algo- entre al cuarto equivocado y un hombre me vio, era grande y su mirada me congelo, supe desde el momento que me sonrió que algo malo pasaría. Él no sabía que hacia ahí, pero no le importaba, solo quería tomarme como si fuera un juguete y hacer conmigo a su antojo. En ese momento sentí miedo, mucho miedo, no supe que pensar, solo que todo había acabado – Vegas empuñaba sus manos sin saber que decir, que hacer, esperaba que eso acabase rápido- entonces ellos entraron, ninguno se llevaba bien, pero estaban en periodo de prueba y tenían algunas misiones juntos. Cuando vieron lo que el hombre intentaba hacerme lo apartaron de mí y en conjunto lo atacaron, recuerdo ver su rostro lleno de sangre y las expresiones de ellos, todos tenían asco, asco de ese tipo, un líder en su club, un superior, alguien más fuerte que ellos. Temblé cuando se acercaron, pero al ver sus sonrisas presentí que todo estaría bien. Ellos no dijeron nada, solo me ayudaron a calmarme y me sacaron de allí, me llevaron fuera del edificio y de regreso a la ciudad. Cuando me bajaron en el centro escuche su voz por primer vez, Big me miro con una sonrisa amable y dijo "¿Podes llegar a casa amigo?" yo asentí y él amplio su sonrisa, el resto permaneció en el auto, pero veía su preocupación. Big me dio dinero para que tome un taxi a casa y luego subió al auto dispuesto a irse. Esa...fue la última vez que los vi hasta ese encuentro en el callejón.

Raptado(?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora