Yorozuya-Shinsengumi 🏵️(Hiji-Kagu) 🏵️

-7- DÍA LIBRE

Era una hermosa mañana en Edo y en el Shinsengumi todo volvía a la vida una vez más. Luego de un buen desayuno, Kagura se sentía renovada.
Aunque la noche anterior le costó conciliar el sueño por todas las emociones vividas, pudo descansar un poco.
Luego del desayuno la Yato decidió ir a entrenar, ahora lo hacía en las mañanas y por las noches.

Estuvo junto a Sougo, Shimaru y Yamazaki en el Dojo, por aproximadamente 1 hora y media. Cuando terminó, se dispuso a ir a su habitación a tomar una ducha y descansar un poco.

Antes de acostarse un rato a matar el tiempo, decidió ir a la cocina y servirse algo de tomar.
Al entrar allí se llevó una gran sorpresa, al encontrarse a su gran "amigo y compañero" preparándose un té.

- Buen día, Hijikata.

- ¡Ah! Buen día, Kagura.

- ¿Te asusté? ¿Tan fea amanecí hoy? - Le dijo ella entornando sus ojos.

- Eh, no claro que no.

- Cualquiera diría que estás nervioso.

- No, no lo estoy. Hmm... Por cierto ¿aun vas a ir a ver la casa?

- Sí. A las 3 debo estar allá. El agente me mandó la dirección anoche, no es muy lejos. ¿Vas a acompañarme?

- Sí. Ayer quedamos en eso ¿no?

- Pues sí, lo que pasa es que ayer luego de que hablamos te pusiste tan raro, que pensé que habías enloquecido cuando saliste corriendo. Imaginé que quizás lo habías olvidado.
¿Se puede saber que tenías? ¿Te dije algo malo? - Kagura sólo trataba de sacarle más información.

Después de la pequeña conversación que escuchó entre Kondo y Hijikata, donde ella al parecer era el tema principal, algo le decía que había una ínfima posibilidad de que él se sintiera atraído por ella.
No es que fuese una chica creída, pero sabía que tenía su encanto. Quizás el tipo sí podría estar actuando extraño por su causa, pero tratándose de Hijikata el jamás se lo declararía.

(¿Qué estoy pensando? No existe la más mínima posibilidad de que haya algo entre nosotros dos) - Se dijo a sí misma en su mente.

- No tenía nada. No fue tu culpa... y claro que no lo olvidé. - Respondió Toshiro. - Soy un hombre de palabra.

- BIen, eso me alegra. Entonces te espero en la entrada a las 2 y 30.
Hasta luego.

- Hai, nos vemos.

Kagura tomó un vaso de jugo y se retiró, dejando a un ansioso Hijikata en la cocina con una taza de té en la mano.

(Demonios, cómo no voy a estar nervioso. Cada vez que la veo recuerdo lo de anoche. De pronto sí escuchó lo que hablaba con Kondo-San.
Espero que no. Ni siquiera yo se que le diría si me preguntara algo al respecto. Tal vez salir con ella hoy no ayude mucho). - Analizaba en ese momento el hombre.

Kagura regresó a su habitación. Tomó su jugo ,mientras hojeaba un libro o revisaba su teléfono. Al poco tiempo se quedó dormida y luego de una pequeña siesta salió para ir a almorzar.

 

✳️✳️✳️

La tarde iniciaba y la chica Yato se encontraba arreglándose para su próxima salida. Qué difícil era no ponerse nerviosa sabiendo que saldría con él.
(Rayos, esto no puede estar pasando. No me digas que Hijikata me está empezando a gustar.
La primera vez que me podría gustar alguien de verdad y me fijo en un tipo que nunca me correspondería.
Él mismo lo dijo, sólo me ve como su amiga y compañera). - Suspiró.