El día transcurrió muy lento para el pelicastaño, pues aún no lograba terminar, ya había terminado cerca de la mitad, pero aún le faltaba bastante, decidió tomar un pequeño descanso, cuando unos toques en su puerta lo interrumpieron.
- ZhanZhan, puedo pasar? - pregunto tu hermana.
- claro, entra - contesto.
- te traje esto, desde que llegaste no has comido, puedo saber que estás haciendo? - dijo mientras colocaba una bandeja con algunos bocadillos y una bebida en el escritorio.
- gracias, jiejie, es que estoy muy ocupado haciendo los trabajos atrasados de Yibo-ge, me ofrecí a ayudarlo para que no le afectara - luego de decir eso, se llevo un bocadillo a la boca.
- en serio? Entiendo que te importa tu Gege, pero nunca pensé que tanto - sonrió abiertamente.
- lo sé - tragó el bocado - necesito terminar todo esto para mañana a más tardar y entregárselo a
Yibo-ge para que se lo revisen.- mi hermanito es tan bueno con los demás - revolvió su cabello.
- jiejie también es buena - sonrió.
- bien, en ese caso, te dejaré terminar, vendré más tarde - se acerco a la puerta.
- está bien - la vió salir.
⚫⚫⚫
- no sé que hacer madre, estoy tan confundido, pero, a la vez, lo que siento hacia él parece tan real y concreto - hablaba mientras seguía abrazando a la mayor.
- tranquilo, todo estará bien, ese chico es una muy buena persona, yo confío en él - acarició su cabello.
- como puedes confiar en él y apenas lo conoces? - se separo.
- hijo, hay personas que con sólo una mirada, sabes si son de fiar o no, y él es alguien de buen corazón - sonrió.
- de buen corazón?
- si, por eso te pedí tu mochila, él me pidió que se la diera para así poder ayudarte con la universidad.
- Qué?? Él está haciendo lo que tengo pendiente?? - abrió grande los ojos.
- así es, por esa razón ya se fue - prosiguió.
- pero no tiene porqué hacerlo, es mi asunto, yo iba a encontrar la forma de arreglarlo - se paso el cabello para atrás, frustrado.
- cariño, déjate ayudar, siempre haces todo sólo, acepta su amabilidad, ahora tienes a alguien que se preocupa por ti además de mí, aprovéchalo, no todos son iguales, créeme - acarició su mejilla.
- está bien, mamá - bajo la cabeza y suspiro.
- Qué pasa?
- debo empezar con la demanda - levantó la mirada.
- hijo, deja eso atrás, no tienes que...
- madre, no sigas, lo quiero ver tras las rejas, ahí es donde merece estar - se puso firme.
- no puedo discutir contigo, ahora eres un adulto y ya puedes tomar tus propias decisiones - sonrió con suavidad.
- mamá, si lo hago es porque estoy muy molesto con lo que te hizo, debe pagar por sus actos, no quiero que te vuelva a lastimar - la abrazo.
- yo estaré bien, no te preocupes por eso - correspondió el abrazo.
- eres lo único que me queda, no quiero perderte a tí también - se aferra al abrazo.
- eso no sucederá, estaré siempre a tu lado, quiero que seas feliz y poder presenciar ese momento - una lágrima corrió por su mejilla.
- te prometo que estarás muy orgullosa de mí.
- ya lo estoy cariño, ya estoy orgullosa del gran hijo que tengo.
Así se quedaron, en ese abrazo tan cálido y lleno de amor mutuo, Yibo se sentía protegido cuando estaba con su madre, no podía permitir que me pasara algo más, perdió a su hermano, ahora a su padre lo veía como un mounstruo, así que solo tenía a su madre.
Por otro lado, él de alguna manera sintió que debía disculparse con el pelicastaño, no sabía exactamente porque, pero debía hacerlo, así que lo haría cuando se vieran en las clases, pensaba lo mismo que su madre, ese chico parecía ser bueno, así que también quizo dejarse ayudar, era cierto que nunca nadie lo ayudo en nada porque el nunca pidió ayuda, era por eso que se sentía extraño de la ayuda que el menor le estaba brindando.
Ya pronto sería navidad, faltaba un mes solamente, esta sería otra navidad sin su hermano, pero la diferencia es que ahora sólo serían ellos dos, temía que eso fuera nostálgico para su madre, así que también debía pensar en algo para que no se sintiera mal esa fecha tan familiar para muchos.
⚫⚫⚫
- ZhanZhan - toco la puerta, pero nadie respondía - ZhanZhan, estás ahí? - volvió a tocar.
Cómo no obtuvo respuesta, entró a la habitación, encontrando a un pelicastaño dormido en el escritorio, su cabeza estaba recostada sobre sus brazos, mientras su cabello caía en la mesa.
Aquella escena le trajo recuerdos, de cuando era más pequeño y se quedaba dormido mientras hacía la tarea porque se cansaba, ella lo que siempre hacía era cargarlo y llevarlo a la cama, pero ahora dudaba mucho que pudiera hacer eso, pues su hermano literalmente era más alto que ella, era menor, pero más alto y pesado.
Sonrió al verlo así, se miraba tierno, se acerco a él y cerro todos los libros y libretas que estaban abiertas para acomodarlas a un lado, luego movió ligeramente por el hombro al menor para que se despertara y se fuera a la cama.
Este abrió los ojos de a poco, pero era claro que no estaba en sus cinco sentidos, con cuidado lo ayudo a levantarse para acostarlo en su cama, pero este quería levantarse de nuevo.
- no, aún no termino - arrastró las palabras.
- debes descansar, mañana puedes continuar.
- pero...
- shhh, anda y duerme - sonrió.
- mmm
Logró acostarlo, lo cubrió con una manta y se dispuso a salir de la habitación, se quedó un momento en la puerta viéndolo dormir, tan pacífico y tranquilo, estaba a punto de irse, pero la voz de su hermano lo impidió, sólo que no le hablaba a ella, si no que lo hacía entre sueños.
- Yibo-ge, no estés triste, tienes que ser feliz - balbuceó mientras se daba la vuelta aún dormido.
Esto conmovió en demasia a la mayor, no pudo evitar sonreír por lo que escucho, definitivamente ese Gege era de mucha importancia para su pequeño hermano, se sintió contenta por eso, ya que desde pequeño no le conoció algún amigo, sin más y con una gran sonrisa, salió de la habitación para dejarlo descansar tranquilo.
⚫⚫⚫
- señor, lo tengo ubicado, sé en dónde vive, lo seguí cuando salió de una casa que no era la suya.
- perfecto, aún no actúen, hay que esperar un poco más, pronto ese parásito dejará este mundo como siempre debió haber sido - sonrió mientras bebía su trago de whisky.
- pero señor, en verdad quiere matar a su propio hijo?
- ese mocoso no es mi hijo, es un error que nunca debió haber ocurrido, además, la perra de su madre estaba tan ebria que no se dió cuenta de nada, y tampoco recuerda lo que paso.
- entonces, lo matará a él, pero a ella no?
- esa chica no tiene nada que ver con esto, sólo él, gracias a él es que ahora vivo oculto de esa familia para que no me reconozcan, si alguno me llegase a ver, se darían cuenta de todo y no lo puedo permitir, es por eso que me tengo que deshacer de ese chico para poder ser libre como alguna vez lo fuí.
- es bastante ingenioso señor - sonrió.
- lo sé, ahora vete y continúa vigilando, debes observar cada movimiento que haga.
- sí señor - se retiro.
- pagaras por esto maldito mocoso - dijo mientras se veía en el espejo, observando particularmente sus ojos, los cuáles eran de un color morado brillante.
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Mi chico de ojos morados (YIZHAN)
Diversos- suéltalo idiota!! - gritó con furia. - No le vuelvas a poner una mano encima - amenazó. Xiao Zhan, un chico muy lindo y con un corazón bondadoso, quien día a día sufre de bullying en cualquier parte a causa de sus ojos color morado. Un día inespe...