Llegó el día lunes, el pelinegro se había levantado temprano, incluso antes que su alarma sonara, fue a la habitación de su madre y abrió la puerta lentamente, esta seguía durmiendo, así que con cuidado la cerro de nuevo, faltaban dos horas para irse a la universidad, se despertó más temprano que de costumbre porque estuvo pensando mucho durante la noche.
Estos días se había visto muy débil por toda la situación con su madre y los repentinos sueños con su hermano, pero ahora debía volver a ser el mismo de antes, debía hacer saber que su nombre era Wang Yibo, esa persona fuerte que no se deja vencer por cualquier cosa, iba a dejar esa imagen débil que estuvo dando últimamente y sería nuevamente aquella persona a la cuál temían, pues sabían que sí se metían con él, no les iría nada bien.
Se acabaron las noches para llorar, se acabó la actitud decaída, ahora sí que sería fuerte como lo era antes, pensaría en su hermano y su madre, ellos serían su motivación.
Su madre le insistió que fuera a la escuela de nuevo y este no se pudo negar, para que ella no hiciera esfuerzo, preparó su desayuno, él no tenía hambre, así que se esmeró en hacer algo delicioso para la mayor, tardó una media hora, una vez que terminó se fue a duchar y así alistarse para irse a la universidad.
Una vez listo, recordó que no tenía su mochila, no estaba muy seguro de que el pelicastaño se la llevara, pensó en eso, pero que más podía hacer, no sabía en dónde vivía, puso los platos en una bandeja y los llevó a la habitación de su madre, la dejó en la mesa de noche y salió en silencio con su teléfono en mano.
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- ZhanZhan!! Despierta!! Se te hará tarde!! - su hermana lo movía con cierta brusquedad.
El pelicastaño tuvo un fin de semana muy ocupado, todo el día haciendo los trabajos pendientes de su Gege, y ahora estaba muy muy cansado, siempre suele escuchar su alarma, pero está vez no pasó eso, se había quedado dormido y ya faltaban 20 minutos para que las clases comenzaran.
Se despertó de golpe y se arregló lo más rápido que pudo, literalmente iba corriendo de un lado a otro.
- toma, antes de que se te olvide - sonreía su hermana mientras le pasaba su mochila y la ajena.
- gracias, debo irme, adiós!! - salió corriendo de la casa.
Ya había llegado, estaba por entrar cuando sintió que le faltaba algo, se revisó a sí mismo, llevaba su teléfono, mochilas, dinero y...oh no, su sombrero!! Lo había olvidado, iba con su rostro al descubierto.
- maldición, ya no puedo regresar por él - estaba angustiado - sólo me pasa esto a mí, hoy será un muy mal día - bajo su cabeza en modo de tristeza, no se iba a poder ocultar y habría muchas burlas.
Camino cabizbajo mientras entraba, esperando nuevas críticas por parte de los que no se habían dado cuenta antes sobre su peculiaridad.
Cómo llevaba su cabeza hacia abajo no mirada muy bien hacia el frente, por lo que chocó con alguien, creyó que era Ji Yang-ge, pues cuando se encontraban solía ser de esa manera, pero no era él, si no otra persona.
Levantó la mirada temeroso y se encontró con su Gege, este no se veía igual, antes se miraba más, como decirlo, más débil, pero ahora su semblante era más imponente, su expresión y postura habían cambiado.
Siempre ah sido así? O será que sólo ví uno de sus lados? Pensó.
- h-hola Gege - habló un poco nervioso.
- ten más cuidado - lo examinó - porque ahora no llevas esa boina de siempre?
- oh, la olvide, me desperté tarde y no pude regresar por ella, por eso bajo la cabeza, tengo miedo de que me digan cosas los que aún no notaron nada - su expresión reflejaba tristeza.
- ya veo, no te preocupes, si alguien te hace algo me lo dices, no preguntes, solo házlo - eso no fue una sugerencia, parecía más bien una orden, notó que traía consigo dos mochilas y capto la suya, así que sin más la tomo y se fue.
- Qué? - lo miró, pero ya se estaba alejando.
Un poco cohibido por lo sucedido, se dirigió a su aula, todos ahí ya sabían como eran sus ojos, la mayoría ya no le decía nada, pero aún habían algunos que no se cansaban.
Todo estuvo tranquilo hasta la hora del receso, salieron todos mientras el se fue a unas mesas alejadas de los demás.
Se sentó y sólo se quedó observando como los demás conversaban entre ellos, hasta ese momento no había visto a Ji Yang, tal vez no asistió, estaba tan perdido viendo a los demás que no notó que alguien lo vigilaba desde algún lugar.
De repente, sintió como le cubrían la boca con una tela, no supo más, pues cayó inconsciente y todo se volvió negro.
El tipo se lo llevó arrastrando hasta la parte trasera de toda la universidad, luego lo sentó en el suelo apoyado a la pared, este venía cubierto con cubrebocas negro y ropa del mismo color.
En eso llegó otro hombre.
- señor, aquí está, nos lo llevaremos?
- sí, súbelo a la camioneta y vámonos antes de que nos vean - ordeno.
El otro obedeció y lo metió en la cajuela de una camioneta color azul oscuro, nadie se dió cuenta de nada, así que fue fácil irse de ahí.
El pelicastaño despertó de a poco, sintiendo su cuerpo pesado, al abrir los ojos vió que no estaba en la universidad, si no en alguna camioneta sin saber el rumbo al que iban.
Asustado se sentó y vió como había dos hombres, uno conduciendo y otro de copiloto, estos se dieron cuenta, así que en hombre que venía de copiloto, el mayor, sacó un arma sin voltear hacia atrás apuntando al chico.
- sí te atreves a hablar o gritar, estarás muerto - sentenció.
Este sólo quedó petrificado al ver un arma apuntando hacia su cabeza, así que no dijo nada más, incluso cubrió su boca en un reflejo rápido para no decir nada.
Abrazó sus piernas mientras mantenía la cabeza pegada a sus rodillas, tenía miedo, mucho miedo, ¿Porqué le estaba pasando esto?
Sin poder evitarlo, las lágrimas empezaron a mojar sus mejillas en silencio.
Jiejie, dónde estás? Ven por mí, tengo miedo, pensaba.
Gege...
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Mi chico de ojos morados (YIZHAN)
De Todo- suéltalo idiota!! - gritó con furia. - No le vuelvas a poner una mano encima - amenazó. Xiao Zhan, un chico muy lindo y con un corazón bondadoso, quien día a día sufre de bullying en cualquier parte a causa de sus ojos color morado. Un día inespe...