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Lo siento...

X Trunks.

—¿Es una linda vista no? —le pregunté volteando a ver el ocaso del sol.

—La mejor que he visto —respondió recargando su cabeza sobre mi hombro.

Luego de haber llorado juntos se sentía una gran calma, quizás es la sensación de habernos desahogado.

—¿No es gracioso? —preguntó con una sonrisa triste—. Luego de haber pasado por muchas cosas todo se resume a sentarnos a ver cómo nuestros sueños se mueren.

—¿De qué hablas? —le pregunté fijando mi mirada en ella—. Tú aún puedes cumplir los sueños que quieras —agregué golpeando su frente con dos dedos, mordió sus labios como si se reprimiera de decir algo y luego volvió la vista al frente.

—Tienes razón —respondió únicamente.

—¿Dije algo que te molestara? —le cuestioné, ella suspiró profundamente.

—Quisiera ver este atardecer por siempre, de esta manera —pronunció evitando la pregunta que le había hecho.

—Yo también —dije sin pensarlo mucho.

—¿Volveremos a ver otro juntos? —me preguntó sin voltear a verme.

—Si me dejan salir del hospital —reí bajito, ella guardó silencio por un largo momento así que decidí volver a hablar—. Podrías venir a verme y verlo juntos desde la azotea del hospital.

—Iré, mañana por la tarde —respondió cerrando los ojos.

—Te esperaré —dije únicamente cerrando los ojos también.

La tarde se fué volando, empezaba a tornarse oscuro al rededor así que entramos a su casa, vimos una película mientras sus padres volvían a casa.

Cuándo ellos volvieron me ofrecieron quedarme a cenar pero les dije que sería en otra ocasión, me retiré a casa...

Al día siguiente tenía que volver al hospital así que regresé en horario hábil, me hicieron varios chequeos más y me llevaron a la habitación que ocupaba normalmente, espera los resultados al igual que mi familia acerca del tiempo que me quedaba de vida, por desgracia los resultados no fueron nada alentadores...

Mi familia regresó a casa después del medio día, allí al verme solo me encontré a mí mismo preguntándome ¿Que es lo que estoy haciendo? Les estoy haciendo pasar una odisea, estoy en una situación crítica en la cuál ya solo espero mi final, no hay esperanza alguna.

¿Cómo se sentirán ellos? Me he empezado a comparar con una bomba que está a punto de explotar, cuando lo haga solo dejaré llanto y dolor a mis seres queridos, aún más del que ya están pasando, ¿Es justo que ellos sufran esperando la fecha que los médicos predicen?

Un suicidio podría ser la solución más viable para que ellos no tengan que esperar más tiempo sufriendo, en metáfora es más doloroso matar a alguien lentamente que de un solo golpe, ellos están sufriendo lentamente ¿No sería más ventajoso que solo sufrieran lo que les correspondería después de mi muerte y no antes?

Sin embargo hay un problema con el suicidio, es un terrible pecado, puede que Enma-Sama me envíe directo al infierno por haber atentado contra mi vida en lugar de esperar el día indicado, ¿Vale la pena arriesgarse a la condenación eterna en lugar de esperar por un poco más sin tentar a la muerte?...

Estoy tan confundido, no quiero ver más la expresión de lástima en los ojos de todos, tampoco quiero sentirme así de inútil, esperando únicamente sin poder hacer nada.

—Hola, ¿Puedo pasar? —preguntó alguien con voz dulce entrando a mi habitación—. Tocaba y no respondías así que decidí abrir la puerta —agregó Pan demostrando una sonrisa diminuta.

¿También ella me ve con lástima?

—Adelante —dije devolviéndole la sonrisa—. Viniste.

—Lo prometí, así que aquí estoy —cerró la puerta y avanzó un poco más hasta llegar a mi lado.

—¿Por qué estás tan seria? —le cuestioné al ver que mantenía baja la vista.

—Por nada —levantó la vista hasta encontrarse con mi mirada.

—¿Segura?

—Solo recordé que hoy te darían el tiempo que se tenía estipulado para...

—Sí —le interrumpí—. Por desgracia los resultados no son nada alentadores.

—¿Tan malos son? —interrogó juntando las cejas, yo únicamente forcé una sonrisa.

—¿Te suicidarías conmigo? —pregunté, ella abrió más grande los ojos en forma de sorpresa, estaba atónita así que decidí desviar la mirada de sus ojos volviendo a hablar al notar que permanecía en silencio—: Es broma —reí leve y luego volví a verla.

Ella permanecía inmóvil aún atónita, así pasaron varios momentos más en el que el silencio empezó a ser incómodo.

—¿Cuánto tiempo? —habló por fin—. ¿Cuánto tiempo te queda?

—No mucho —respondí únicamente.

—¿Cuánto tiempo? —volvió a cuestionar.

—Tres meses siendo optimistas —dije en un suspiro, ella entreabrió los labios para decir algo pero al final no dijo nada solo se dió la vuelta empezando a correr a la puerta saliendo a toda prisa cerrándola de golpe.

—Lo siento... —susuré suave aúnque ella ya no estaba ahí para oír lo que decía.

X Pan.

—Tres meses, solo tres meses más a su lado —me repetía mientras corría camino a casa, no había plazo que no se cumpliera y el nuestro estaba a punto de romperse.

Al llegar a casa cerré la puerta y me deslicé por ella hasta quedar sentada en el suelo, ahí no pude evitar esconder mi rostro entre mis rodillas empezando a llorar con mayor desconsuelo, me había dicho que solo le quedaban tres meses más ¿Seré capaz de decirle lo que siento antes de que ese plazo se cumpla?

Suelo ser muy valiente para muchas cosas pero en esto soy un completo fracaso y admiro a quienes pueden expresar su amor por otra persona con mucha facilidad, en mi caso no puedo, cuando lo tengo enfrente siento un nudo en la garganta que me impide decir todo lo que quiero.

Él preguntó »¿Te suicidarías conmigo?« ¿Lo preguntó de verdad o fué su forma de intentar liberar el dolor que lleva dentro? ¿Quiere suicidarse y que lo acompañe en eso?

Tampoco es que tenga mucho sentido continuar con mi vida si él no va estar ¿O sí? ¿Esa es la única solución? Tendría todo el perfil, las razones y las señales que da una persona suicida por todo lo que ha pasado pero me falta lo más importante la valentía.

Agosto de Angustias [Trupan. Drabble, One Shot's] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora