02

70 5 0
                                    

Julie estaba organizando unos cuantos libros en una estantería algo antigua y de apariencia roñosa. Todavía le quedaban unos cuantos que organizar para terminar su turno en aquella biblioteca a la que solo acudían ancianos en busca de diversión. Pero a Julie le encantaba cada una de las partes de su trabajo.

Amaba la biblioteca de aspecto lúgubre, con un suelo de madera que crujía, las ventanas opacas de los años que llevaban siendo azotadas por la brisa marina y las interminables estanterías llenas de antiquísimas obras.

Lo que más le gustaba era irse a la parte de atrás de la biblioteca en la hora de su descanso y asomarse al gran ventanal de la salita. Le gustaba sentarse en el alféizar interior de la luminosa ventana y comerse su ensalada mientras veía las olas besar los muros del puerto y mecer los barcos en él. Además, tenía una vista a la calle que le permitía admirar a cada uno de los transeúntes.

Terminó de colocar la penúltima tanda de libros justo cuando la puerta de la biblioteca se abrió. Julie se quitó algo de polvo de la chaqueta de lana y se preparó para decir la frase que repetía a todo aquel que entraba en la vieja biblioteca.

—Sea bienvenido a la mejor biblioteca de toda Bastia —dijo salido al pasillo de la puerta—. Aquí podrá encontrar novelas contemporáneas o sagas de fantásticos dragones. Soy Juliette, bibliotecaria de lunes a viernes. Si puedo ayudarle en algo, ¡no dude en dejármelo saber! A poder ser, que sea rapidito. Mi turno acaba en diez minutos.

Un chico alto y moreno se quitó las gafas de sol para ponérselas en la cabeza y dejar a la luz del sol mañanero sus ojos verdes. Llevaba un jersey azul de aspecto caro. Miró a Julie a los ojos y ella juró ver chispas alrededor de ellos. Julie se dio cuenta de que llevaba en la mano un diccionario de inlgés-francés.

—Buscaba un libro en Italiano —dijo con un impecable y elegante acento del norte de Francia.

—Buf. ¿Y vienes a un pueblo de Francia a por él? —contestó intentado disimular su sorpresa.

—No lo he podido encontrar en ninguna parte, me han recomendado esta librería.

Julie sonrió amablemente.

—Biblioteca, americano —dijo Julie con su mejor acento Inglés. Aunque seguía teniendo un leve acento francés sureño—. Esto es una biblioteca, tienes una librería en la calle de detrás.

—Me has pillado —dijo el extraño levantando las manos en el aire y ya hablando en inglés—. ¿Qué me ha delatado?

—En parte el diccionario...

Miró sus manos cuando las señaló. Lo alzó en el aire y dijo:

—Ya, claro. Qué idiota.

—Y las gafas Lacoste —concluyó.

—¡Pero si son francesas! —exclamó, se notaba que solo se las había comprado para aquel viaje.

—Son de marca, ese es el problema. No estamos en París, americano.

Sonrió de oreja a oreja.

—Buscaba el libro "Romanzi e racconti"

—Me temo que no tengo ese libro.

—Genial... Bueno, gracias de todos modos, Juliette.

—¡De nada!

El desconocido americano dio media vuelta y se perdió tras las puerta de roble. Julie no le dio más vueltas y volvió a su trabajo.

🦋🌼🦋🌼🦋🌼

@nottherealjulie

Americano ☕️🫶🏻

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Americano ☕️🫶🏻

Les gusta a lilyrose_depp y 134 personas más

comentarios desactivados

@tchalamet

In a lovely little village

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

In a lovely little village

Les gusta a lilyrose_depp y a 5.900.678 personas más

@timmyganxs 😫💕😫

@lilyrose_depp beautiful

Love My Way,,      timothée chalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora