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Y así como las horas pasan,los días también, convirtiéndose en meses y finalmente el día más esperado para la familia Lee y Han; el matrimonio de sus hijos.

Por más que Minho estuviera con un humor de perros, Jisung estaba que saltaba en un pie,todo había sido extremadamente hermoso desde la flor más mínima hasta el gran salón de fiesta, habían muchas personas que casi ni conocía lo suficiente,pero sabía con detenimiento que se trataba de los socios de sus padres.

Algunas hijas de los CEO'S merodeaban así prometido como abejas en miel,le coqueteaban descaradamente y hasta lo toqueteaban.Obvio,Minho como todo un caballero y respetando el compromiso,se reservaba y hacía a un lado, Jisung agradecía que al menos tuviera un poco de consideración.

Y,¡Oh! ¿Saben quién también estaba en la fiesta? El famoso Yang JeongIn,dueño del corazón y pensamientos de Minho,no tuvo protesta alguna cuando decidió invitarlo,pero este sabía que tanto él como su futuro esposo tenían un cuentito guardado.

Mingo estaba enamorado de él,pero...¿JeongIn sentía lo mismo?

Finalmente llegó la hora de la unión,el abogado estaba leyendo algún documento que sinceramente a Jisung no le interesaba en absoluto,a Minho menos, mientras Jisung quería sellar su matrimonio con su primer beso,Minho quería que todo acabara pronto para irse a su próxima casa que,para su desgracia compartiría con el azabache.

Cuando el abogado anunció que podían besarse,el pelidorado murmuró algo que Jisung no pudo escuchar,mucho menos decifrar,pero supo por la expresión de su cara que era algo que le desagradaba.

Bueno, afín y al cabo el beso de su unión no fue más que un tierno piquito. Para el azabache había sido el mejor del mundo porque era su primer beso,pero para Minho fue algo totalmente banal...

Las personas charlaban,los fotógrafos captaban las mejores imágenes de los recién casados,y...Bueno,digamos que Jisung estuvo atendiendo y recibiendo felicitaciones de dichas personas mientras Minho solo atendía a uno en específico; Yang JeongIn.

Bien,no iba a reclamarle nada,de igual modo no estaba haciendo nada malo aunque debiera estár a su lado,pero como todo esposo receloso caminó hasta a ellos,queriendo no importunar.

- ¿Todo bien? - Intervino con una sonrisa mientras sostenía su copa, JeongIn le sonrió,pero en cambio Minho cambió su semblante a uno más indiferente.

- Oh Sunggie,lamento haberte robado a tu esposo, estábamos charlando de cómo serían sus primeros días como contador de ambas familias,sin duda lograrán salir adelante.

- Yo confío plenamente en las habilidades eficientes de mi esposo, además estaré para apoyarlo en las buenas y en las malas por si las cosas no salen como él las espera.

- Eso es admirable,bueno,para eso es el matrimonio,¿No? Aunque debo de admitir que me tomó por sorpresa,ustedes casi ni se hablaban en la universidad y ahora,¡Están casados! Qué vueltas da la vida. Bueno,me disculpan pero tengo que irme,tengo una cena importante con mis padres y abuelos.

- ¿Quieres que te lleve? - Preguntó Minho,haciendo que Jisung se sintiera triste por cómo pretendía dejarlo.

- ¡Ni hablar! No debes dejar solo a tu esposo con esta muchedumbre tan tremenda,pero estaremos en contacto,prometo visitarlos y,no sé,tal vez salir por ahí.

- Ah...Bueno, está bien - Respondió el pelidorado, desilusionado,viendo cómo JeongIn sonreía por última vez antes de marcharse.

- ¿Son ideas mías o... Estás tratando de evitarme?

- Número uno,no te acepto una escenita de celos,es patético. Número dos,cumple con tu papel de esposo,atiende a los invitados y a mí déjame en paz - Y le pasó por el lado para marcharse a quién sabe dónde.

Jisung guardó silencio en su lugar,parece que se hubiera quedado congelado ante sus palabras.

Y como toda persona optimista, pensó que el día de mañana sería mejor cuando la tensión de la boda se haya desvanecido...

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