16.: Ese Lindo Poder :.

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Se despertó sintiéndose estúpidamente feliz, había sonado, otra vez, con su rubio, qué lindo sonaba decirlo, Su Rubio, Su Jimin, porque si ahora si era suyo tenía el permiso de su padre para besarlo donde se le diera la regalada gana, y pobre del imbécil que dijera algo por qué no lo contaría.

En cuanto salió de su habitación, un rico aroma sacudió sus sentidos.

-Buenos, días -

-Buenos días, mama- como se había hecho costumbre un beso fue dejado en su mejilla y en la de ella, Dongju salió de su habitación y vio aquella escena, algo le calentó el pecho, y no de mala manera.

-¿Ya está el desayuno? - pasó junto a ellos, y se sentó.

-Buenos días, papá, ¿cómo dormiste? -soltó a su madre y esta se fue directo a la cocina, seguido de Yoongi que le ayudaba a traer algunas cosas.

-Ahora eres una dueña de casa? - claramente molestando al menor.

-No me haré mujer por traer el pan y el queso, papá -recordando las palabras que en algún momento le dijo el rubio.

-Vendrá hoy? - estaba al tanto de las visitas de este para cuidar a las mujeres de la casa.

-Si - miro al hombre- necesitas ayuda en las siembras? - asintió- lo traigo y voy a ayudarte, no hay problema- el mayor miró a su hijo, sin duda era más responsable aún.

-Si al chiquillo ese no le molesta...-

-Sabes que, iremos los dos a ayudarte - el hombre lo miró- te sorprenderá ver lo que es capaz, ese chiquillo papá - se levantó y terminó de preparar sus cosas, quería ir por su lindo rubio para llegar juntos, quería darse ese gusto de verle la cara a todos los idiotas que pretendían a su novio.

-Buenos días, señora Dahyun, vengo por Jimin- la mujer sonrió, jamás imaginó ni por jugar ver al menor de los Min parado en su puerta preguntando por su hijo menor.

-Buenos días, Yoongi, ya sale- se veía tierno, todo nervioso y tímido.

-Gracias - espero unos minutos y por esa puerta salía lo más lindo que Yoongi vería en la vida, Jimin con ese hermoso hanbok blanco que sin duda era un sueño puesto en él, pasó saliva.

-Buenos días Yoonie - eso bastó para que ya no quisiera dejarlo más, era perfecto, simplemente perfecto.

Dahyun solo miraba el rostro del pelinegro su mirada perdida en la belleza de su hijo, era raro ver a Jimin preocuparse por su apariencia, pero este día en especial se había esmerado, hasta le pidió ayuda para elegir su atuendo.

-No dirás nada- qué podía decir, al mayor las palabras se le atoraron en la garganta al verlo- Yoonie -se acercó tímido y dejó un pico en sus labios, Jimin comprendió, si le gustaba como se veía solo que no sabía como decirlo con palabras- vamos - tomo la mano de su novio y luego de despedirse de su madre comenzaron el camino a la escuela, Dahyun tenía que admitir se veían lindos juntos, sus nietos serían una hermosura.

Al llegar más cerca de la escuela todos se les quedaban mirando, hasta donde sabían los Min y los Park se odiaban a muerte, y ahora se hacían ver juntos y de la mano, ambos sonrojados y con una tímida sonrisa.

Ya al llegar el primero en saltar fue Tae, quien no escondió su emoción.

-Broma que te aceptaron? - mirando a Min, quien mostró orgulloso como las manos de ambos estaban entrelazadas- ¡qué felicidad! -corrió a su encuentro y los abrazo.

Los demás del salón solo miraban sin comprender mucho, solo cuando Taehyung se alejó un poco notaron sus manos.

-Me estás diciendo que nos rechazaste a todos para terminar con este idiota? - Bien sabía Yoongi que a algunos no les agradaría la idea, pero a la mierda con ellos- por favor Jimin mereces algo mejor -

~Todo Por Una Mandarina~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora