28.: Por Una Mandarina :.

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Jimin no pensó que aquello de "mío" sería así de literal, y menos que su gatito se fuera a saltar la cena para pasar derecho al postre.

-Yoonie la gente nos va a estar esperando- tenía la boca de su novio en "aquella" zona de su cuerpo, no sabía bien como a su ahora esposo se le había ocurrido aquello, pero lo agradecía- mm..~ no pares amor-sentía la lengua de su gatito envolver aquella sensible parte, volviéndolo loco, estaba aferrado a la carreta, misma que habían detenido camino al lugar de celebración, porque verlo así de hermoso y no tocarlo era un pecado, según Yoongi- Min ya no... No aguanto amor- pero nada, estaba feliz ahí y de ahí no lo moverán, oía el ruido baboso, pero lejos de darle asco lo excitaba más- Yoonie~...-se aferró a sus cabellos y lo obligó a jalones a salir de "ahí"

-Porque me lo quitas amor- en serio que Yoongi cuando quería era terrible, tenía las mejillas rojas y un hilillo de saliva escurría de su boca- déjame seguir, no seas así- quiso volver a "aquel" lugar, pero el rubio no se lo permitió, si bien habían experimentado en el tema sexual, aún había cosas que le daban vergüenza al rubio, y eso era el sexo oral.

-Amor, la gente ya debe de haber llegado- estaba agitado, su esposo era ya un experto en ese tipo de sexo.

-Y a mí qué? ¡Me casé contigo, no con ellos- subió hasta la boca del rubio y lo beso, con locura, sabía de antemano, que por ese camino no pasaba ni un alma, más bien por eso lo había escogido, como pudo hizo que el rubio se fuera a la parte trasera la cual estaba decorada y cerrada, no si eres terrible Min Yoongi!

-Amor...- cuando lo vio desatar su hanbok supo que reclamar no serviría, su esposo quería sentirlo y para qué nos hacemos él también quería- te amo -

-Yo más...- y ahí estaban, a una orilla del camino, dándose todo ese puro y tierno amor que tenían... a quien engaño estaban dándose como cajón que no cierra.

Acariciaba con devoción aquellas piernas que estaban apoyadas en sus hombros, pudiendo así entrar hasta lo más profundo, haciendo a su esposo gritar de placer.

-Yoonie... oh! ...-estaba siendo más bestia de lo normal, pero no era molesto, al contrario, le gustaba que fuera así, saber lo que provocaba en su esposo.

-Te amo, te amo, te amo Jimin, te amo!!-

-Yoonie...-

Mientras en el terreno de los Park.

Dahyun miró nerviosa el camino, la pareja debió haber llegado hace ya un buen rato, pero de ellos ni luces, ya todos el mundo estaban ahí, todos menos los novios.

-Estoy seguro de que están bien amor-

-No puedo creer que ellos...- 

-Si mal no recuerdo nosotros ni siquiera llegamos a la fiesta- a la mujer se le subieron los colores- al menos ellos están llegando - viendo la carreta a lo lejos.

-Le... Leeteuk - desde que estuvo a punto de perderla se había vuelto más romántico y hasta cierto punto desinhibido, no quería desaprovechar el tiempo- no digas esas cosas-

-Por qué no- la abrazo por la espalda- te amo Dahyun-

-También te amo, esposo mío-

-Ahí vienen los novios!!- los aplausos no se hicieron esperar, cuando la carreta paro y vieron a la feliz, en serio feliz pareja, bajar todo sonrieron.

-Qué sutil cuñado-

-¿De qué hablas?-

-Como que de qué, crees que nadie se dio cuenta?- Yoongi sonrió.

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