17.: Primer trabajo:.

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-Se ve una mujer agradable - 

-Lo es mama, a pesar de su limitado vocabulario es muy amorosa, no necesita palabras para demostrar amor - 

-Aún no entiendo como te fuiste a fijar en él? -

-No sé mamá, solo paso - tenía aquel recuerdo fresco en su mente, el día que pudiendo hacer con él lo que quisiera solo le advirtió no ir solo, fue ahí cuando se dio cuenta de que ese cosquilleo que siempre sentía era amor por ese arisco gato.

-Lo bueno es que Min mayor aprueba esto, me deja un poco más tranquilo saber que respeta la decisión de su hijo-

-Lo que debió ser para el que su hijo terminara gustando de un doncel - sin duda lo había sido, bien lo sabía Jimin, pero con cada día el rubio le había demostrado que él no era igual a todos los demás donceles, comenzando porque no le tenía miedo- igual ten precaución hijo -

-Si madre tranquila, cuando vengo a ver a la señora Adora, Yoongi siempre está conmigo- los días que se supone viene, los otros no.

-Y que paso con la conejita? - Jimin sonrió.

-Tuvo a sus bebés, y dejó la madriguera hace unos días, supongo está bien, la cuidé lo más que pude - pensando en Adroa y lo bien que se le veía.

-Eres un alma noble hijo, ese es tu más grande atractivo -el menor sonrió, se sentía feliz, a pesar de todo las cosas parecían ir saliendo bien para él y Yoongi.

El tiempo pasó rápido y 16 se volvieron 17, así como 17 se volvieron 18, en solo días la noticia del cortejo de Min al menor de los Park fue tema obligado, algo que sin duda nadie esperaba, muchas chicas se sintieron algo decepcionadas, pues tenían la esperanza de ser del agrado del rubio doncel, y ni qué decir de los chicos, Jungkook y Félix aún insisten en una oportunidad, misma que Yoongi les rompía cuando iba por él por las tardes, a la escuela.

-Cuanto tiene que pasar para que entiendan que eres mío - sentía su mano fuertemente tomada por la grande de Yoongi.

-No les hagas caso, mientras yo no quiera...- el mayor se detuvo.

-Ni lo pienses siquiera- lo miró serio, el rubio se acercó y dejo un beso en sus labios, poniendo en modo enculado al mayor.

-No necesito pensar nada, soy feliz contigo Min- el rubio se miraba, más hermoso con el pasar de los años, si el Jimin de 16 era tierno y hermoso, el de 17 lo era un más, tenía a muchos babeando por él, y eso Yoongi lo sabía, por lo mismo evitaba a toda costa que este se paseara solo por el pueblo- qué?- se le había quedado mirando, como bobo, osea como suele hacerlo siempre.

-Por qué eres tan lindo? -

-Por qué te pones tan cursi? -sonrieron- vamos que quiero ver a Moon-

-No para de nombrarte, desde que puede decir tu nombre, no para- le había costado, pero con insistencia el rubio logró que Moonbyul hablara, solo unas palabras, pero ya era un logro.

-Por eso quiero verla, quiero seguir enseñando - iba a echarse a correr, pero el mayor lo detuvo- qué? -

Su cuerpo fue apresado y sus labios sintieron los suaves del mayor, cerró los ojos y disfruto aquel momento, hace mucho que ya tenían otras sensaciones al estar juntos, querían explorar un poco más, pero Yoongi era consciente que Jimin aún era muy joven para hacer aquello, aunque sí el rubio le daba tan siquiera un poco de lado lo tomaría como un animal en celo, porque así se sentía.

-Te amo- el menor suspiro.

-No más que yo a ti - dejo un pico, en los labios de su amor, tomó su mano - pero quiero ver a Moon - comenzó a caminar seguido de su medio mucho idiota novio, Jimin no era plenamente consciente del poder que tenía sobre Yoongi.

Al llegar el delicioso aroma de la comida de Adora se oía hasta afuera, tenía buena mano para la cocina, en cuanto vio al rubio llegar dejó todo para ir a abrazarlo.

Jimin!!- siendo correspondida por el rubio- cómo estás? - hablaba lento para ser más fluido, todo gracias a las clases que su yerno le daba.

-Muy bien y usted? -adoraba ver esa sonrisa en su rostro, ya estaba mucho más respuesta, ahora había grasa en ese cuerpo sus mejillas rosadas, nuevamente por los cuidados de su ángel.

-Muy bien, ¿quieren comer? - los vio asentir- siéntense- salió rápido rumbo a la cocina donde todos podían oír el ruido de platos y ollas.

-¿Y Moon? -

-Debe estar en su cuarto - Yoongi dejó a Jimin y fue al cuarto que la chica compartía con su madre, encontrándola dormida, junto a las hojas que Jimin le dejaba para que practicara su letra y lectura, quitó las hojas y visco con que cubrirla, le había tomado mucho cariño, el amor de hermanos afloro con unas pocas interacciones-Está dormida - ayudó a su madre a traer unas cosas, el rubio no podía estar más feliz, de poco logró que su novio fuera más servicial con su madre.

-Moonbyul leyó mucho - dijo Adora.

-Pobre tampoco tiene que esforzarse tanto-

-Ya estás aquí!- la gruesa voz de Dongju resonó por toda la casa- tengo hambre -miro mal al rubio quien ya era inmune de hecho hasta lo miraba igual de mal- quiero mi comida!-

-Ya viene suegro cálmese, mejor dígame, cómo está? -Algo que sorprendió a Dongju era la capacidad del rubio para calmar las situaciones, lo vio sentarse en la silla continua y mirarlo con esos ojos azules que aunque el mayor no dijera le encantaban, le daban cierta paz.

-Que te tiene que importar como me esté llendo a mí- desvió la mirada y tomo un poco de pan.

-Pues sí, me importa, es el padre del hombre que amo-si el rubio ya no le tenía miedo.

-Eres molesto, no sé cómo mi hijo te soporta doncel -Jimin sonrió.

-Se que en el fondo me quiere suegro- se acomodó mejor en su puesto, Yoongi solo sonreía cada vez que esos dos se veían discutían, pero así se comunicaban.

-Ja! No me hagas reír- comieron tranquilos, desde hace ya mucho que Adora compartía la mesa con los demás, reía y participaba de las charlas, Dongju solo la miraba, había vuelto a ser la mujer que él conoció siendo incluso más alegre ahora.

Yoongi llegó sin esperanza alguna, de forja no sabía nada, si con suerte que era fierro fundido, pero de ahí a qué o cómo se trabajaba ni idea, ya no podía quedarse en casa, tenía que ser un aporte para esta más si pretendía, tener lo propio para pedir la mano en matrimonio de su rubio, enculado estaba, los dos.

-Así que tú eres Min Yoongi? - se había ganado cierta fama por ser quien cortejaba al chico más codiciado del pueblo.

-Si señor- las manos le sudaban, si le caía mal al viejo es mejor olvidarse del trabajo.

-Sabes qué se hace aquí? -

-No mucho señor, pero aprendo rápido -el hombre lo miró, se veía fuerte y era joven, ha muchos ya no les llamaba ese tipo de trabajo, preferían irse.

-Bien, veamos qué puedes hacer y ya al final de la jornada veré si te quedas o no-

-Si claro - al final de este estaban todos sorprendidos, el chico tenía habilidad para trabajar, entendió todo y aprendió a usar las herramientas en tiempo récord.

-Pues que te digo, me sorprendiste bastante, bien dijo Park, eres empeñoso - que su suegro había dicho algo bueno de él? No es que se llevarán mal, pero hasta ahora no había oído un halago salir del mayor- pues el trabajo es tuyo muchacho, empiezan mañana- Yoongi sonrió, primer paso listo, ya tenía un empleo ahora lo que seguía era hacer su casa y luego casarse con su rubio, te dio fuerte no?

~Todo Por Una Mandarina~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora