The Neighbourhood Psycho

[2] Deadly Warning

Punto de vista de Ty:

Escaneé entre todos los sitios cogidos de la clase uno en la esquina del fondo. Caminé rápidamente logrando que ningún ojos me siguiera. Fue mi primer día y si digo que fue suave estaría mintiendo. Fue difícil. No pude encontrar las clases a tiempo y los profesores no eran muy educados de todos modos.

"Clase, tenemos una nueva estudiante. Ty Florence y se mudó desde Los Ángeles hasta aquí, así que denle una cálida bienvenida." Mr. Tren, si es que así era su nombre, me presentó. El era el profesor más viejo que tuve, pelo blanco, antiguo estilo de moda, arrugas y unas gafas delgadas.

Todo el mundo se dio la vuelta para mirarme, fingí una sonrisa y saludé con la mano brevemente. Silenciosamente suspiré aliviada una vez que la clase comenzó y nadie me estaba mirando. Coloqué mi codo en el escritorio y descansé mi cabeza en la palma de mi mano. Dejando a mi cabeza ir a la deriva e ir un lugar más y centrarme en cualquier punto de la habitación, imaginándome lo que Mr. Tren estaba hablando.

Sentí un golpe en mi hombro y lentamente me volteé para ver a un chico. Era guapo, probablemente el chico más atractivo que he visto por aquí. Su pelo marrón estaba echado hacia atrás , su mandíbula estaba perfectamente definida, se vestía algo oscuro y tenía ojos marrones que podría mirar por horas.

"¿Tienes un bolígrafo de sobra que puedas prestarme?" Preguntó. Su voz tenía un toque con su acento.

Bueno, supe una cosa, el no era de aquí, al menos yo no lo creía. La gente aquí era mucho más diferente y rara que en Los Ángeles.

"Claro." Respondí y le alcancé un boli.

Sonrió, cociéndolo de mi mano. "Gracias, soy Liam Payne por cierto."

"Yo soy Ty."

"Ya lo sabía." Dijo.

Sentí el calor en mis mejillas mientras suprimí una sonrisa y me di la vuelta en mi asiento. Le escuché una carcajada detrás de mí, probablemente riéndose de mis mejillas sonrojadas y mi nerviosismo.

Camino que recorrer, Ty.

El resto de la clase se pasó lento pero estaba perdida en mi mundo y no presté la atención que debería de haber puesto la mayor parte del tiempo. Era mi primer día y me tomaría algo de tiempo a acostumbrarme a las clases más largas que me darían.

Una vez que el timbre sonó al final de la clase, todo el mundo se escurrió fuera mientras que yo me tomé mi tiempo. Reuní todos mis libros y los apilé uno encima de otro. "Aquí tienes." Miré hacia el sonido de la voz y vi a Liam devolviéndome mi bolígrafo.

Sonreí brevemente y lo cogí, colocándolo dentro del estuche. Pero el no se fue. Se ajustó las correas de la mochila y despejó el pelo de su cara. Vete, por favor, antes de dejarme en ridículo a mi misma.

"Así qué... ¿Vas caminando a casa o tomas el bus?" Preguntó curiosamente.

Lo pensé por un minuto y mordí el interior de mi mejilla. "Caminando."

"Bien, Te acompañaré."

Mis ojos se abrieron de miedo. "No, estoy bien, yo-"

"Es peligroso para una chica como tú que vaya caminando sola a casa" Dio a entender.

Separé mis labios para protestar pero sabía que el me iba a vencer. Así que me vencí y le permití acompañarme a casa.

_

"Eres de Los Ángeles. ¿Te gusta mas allí o aquí?" Inquirió.

Miraba hacia mí mientras caminábamos en la acera. Mordisqueé mi labio inferior. Quiero decir que no se está mal aquí, pero simplemente no me he acostumbrado todavía. No se a que más te puedes acostumbrar.

Me encogí de hombros y tarareé un poco. "Mm.. No lo se aún. Allí era más fácil volver a casa pero ahora me tengo que acomodar aquí. Cuando lo haga seguro que estaré bien."

Asintió. "Sentí eso cuando me mudé aquí hace un par de años, ya sabes, mudarse de Wolverhampton, Inglaterra tampoco fue fácil."

"¿Por eso tienes ese acento?" Solté.

Me arrepentí por las palabras que se escaparon de mi boca, pero para mi sorpresa el solo se rió y sacudió su cabeza. "Sí, ese es el por qué nena."

Sentí mi estómago llenarse de mariposas por el sobrenombre. Me centré en todo menos en él. Supe que me estaba sonrojando y no era solo la culpa del aire que coloreaba mi nariz y mejillas de color rosa.

Después de 10 minutos caminando llegamos a mi casa y era el momento de que mi posible nuevo amigo se marchase. "Aquí es" hice un gesto con un asentimiento hacia la casa.

El sonrió pero cuando miró a la casa de enfrente, la sonrisa desapareció. Fruncí mis cejas y miré también, recordando que pasó la última noche. El hombre de pie en la única habitación con luz mirando hacia afuera, asustándome hasta casi morir.

"¿Hay algo mal?" Pregunté.

Liam me miró y sacudió su cabeza, pinchándose el puente de la nariz brevemente "Solo no te acerques a esa casa. Quien sea que esté ahí esta muerto" me avisó.

Abrí la boca para hablar pero rápidamente sellé mis labios. No necesitaba saber a que se refería con eso, ya estaba suficiente paranoica.

"Escucha" se tomó una corta pausa. "Te veo mañana en clase, si? Saldremos más." Me dijo con una sonrisa y pellizcó un lado de mi codo.

Le sonreí por el gesto y asentí. Se fue y regresó solo a casa.

Una vez que estuviese fuera de mi vista, caminé hacia el porche.

Me di la vuelta para mirar atrás y vi que la luz estaba encendida mientras que el mismo hombre de pie mirando hacia fuera. De nuevo, clavándome con sus ojos.

Esos ojos.