[17] Tierra de las desilusiones

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Punto de vista de Ty

Jadeé en busca de aire, escupiendo el agua, tuve problemas para recuperar la respiración e intentaba inhalar y exhalar lentamente. Mis ojos viajaron a mi alrededor, descubriendo que estaba en una cama de hospital y no sabía por qué. Pero me vino de golpe, después de todo he estado atrapada en un lugar de desilusiones y tengo lo que quería.

Estar fuera.

Miré a mi brazo conectado a unas máquinas que contenían mi ritmo cardiaco y cosas similares. Levanté las sábanas dejando ver que tenía puesto una bata de hospital y la temperatura del cuarto era agradable.

Mis dedos escanearon la piel de mi cara y todo parecía normal ahí. Quizás era una idea estúpida idea pero no podía soportar el sentimiento de una aguja clavada en mi muñeca por ninguna razón, estaba bien, sobreviví.

Sin embargo, sonreí para mí misma mientras lograba recuperar mi aliento y pasé una mano por mi cabello rápidamente, cerrando mis ojos, sabiendo que estaba a salvo una vez más. No quería volver a tener que pasar otra puerta o volver a ver a aquel hombre con gafas, pelo castaño largo y una sonrisa con acento que podría curar el dolor.

El sonido de gente moviéndose al lado de la cortina que me separaba del resto del hospital causó que pegara un leve salto y volviera a cubrir mi cuerpo, por si a caso aún estuviera soñando y atrapada en un mundo que no me pertenecía.

"Ty, cariño, ¡estás levantada!" Mamá gritó, corriendo hacia mí, mis ojos se abrieron a la fuerza y presión con la que me abrazó, no siendo una buena idea ya que acaba de empezar a respirar por mí de nuevo.

"Mamá ¿Puedes quitarte? Estoy bien." Aseguré, dándole pequeños toquecitos en la espalda.

"Dios, lo siento, pensábamos que habías muerto. Hemos estado semanas buscándote, al lado de tu lindo amigo Liam. No sé qué haría si algo le pasara a mi pequeña niña." Arrulló, besando mi frente y arrugué mi nariz por su cariño.

Iba a decir algo sobre Liam siendo mi amigo, porque lo conocía mejor. El no era mi amigo, el estaba metido en esto. No sé cómo pero sé qué lo estaba, porque ¿por qué de todas las personas en el mundo, Harry lo escogería para estar en ese mundo conmigo? Exacto.

"Estoy bien mamá. ¿Dónde están papá y Mason?" Pregunté.

Se alejó y volvió a dejar otro beso en mi frente a la vez que cerraba los ojos. "Están bien y en casa, ambos preocupados por ti." Asentí mientras acariciaba mi ceja con su pulgar. "¿Por qué te teñiste el pelo de color vino? Era castaño la última vez que te vi."

No sabía a qué se refería hasta que tome un mechón de cabello en mis dedos y lo miré, pero yo no lo había cambiado, Harry lo había hecho. De eso estaba segura.

Me encogí de hombros, si le contaba lo que sabía, ella iba a enloquecer y pensar que yo estaba loca. "Es una larga historia pero no sé. Me gusta el color."

Asistió, la cortina fue empujada una vez más con un doctor caminando a través de la habitación con una sonrisa plasmada en el rostro, trayendo un lápiz y una libreta en sus manos. "Hola Ty, soy el doctor Skinner, es bueno saber que ya despertaste. Pensábamos que ibas a estar en coma por mucho tiempo pero sólo han pasado tres días, buen progreso."

Sonreí con mi madre sentada a mi lado, sosteniendo mi mano. "Gracias, estoy mejor ahora."

Asintió, empujando una silla y sentándose sobre ella, ajustando sus gafas, me recordaban a él, seguramente sigue en la oscuridad observándome, puedo sentirlo.

"Voy a preguntarte algunas preguntas y quiero que seas totalmente sincera." Dijo y asentí, mordiendo el interior de mi mejilla mientras los nervios se apoderaban de mí, sin saber si debería mentir o decir la verdad. "Quizás recuerdes esto o no pero la última ve que tu familia te vio, tú fuiste a ver una película con Liam, ¿cierto?"

Lo pensé por un segundo y asentí. "Sí."

"Y él dijo que esperaras fuera del coche y cuando volvió tú ya no estabas. Ahora, te encontramos boca abajo dentro del lago. Estamos asumiendo que corriste e intentaste suicidarte, ¿también estoy acertando en eso?" Preguntó, colocando su libreta en la rodilla y mirándome.

"Eso no fue lo que pasó." Escupí.

Era demasiado tarde para retractarme.

Levantó sus cejas en sospecha y asintió. "Explica, por favor."

Suspiré, relajando mis músculos, separando los labios sintiendo el sonido del reloj golpear mi cabeza. "Esta este hombre, Harry Styles. Es nuestro vecino, me raptó y me llevó a esos... Sitios desconocidos. Era como un mundo diferente."

Me miró confundido y le dirigió una mirada a mi madre, ésta apretó mi mano y acarició mi espalda. "¿A qué te refieres con esos lugares?"

"Bueno, primero fue una jungla... La gente nos perseguía y no sé el tenía cómo algo conmigo. Luego fui una strip-bailarina." Me corregí a mí misma. "Y algo así como que me compró para ser suya. El también tenía un hermano gemelo que se llamaba Edward, aparentemente no era real y tampoco lo eran esos lugares. Está viniendo por mí."

Todo lo que estaba diciendo era escrito por el doctor, quien me estaba mirando como si no me creyese, aunque no le culpaba ¿quién realmente pasaba por esto? Yo.

Se quitó las gafas y puso sus labios en una fina línea, mirándome, veía simpatía. "Ty, he escuchado muchas historias pero no tienes que inventar algo para cubrir algo que es bastante común en los jóvenes de tu edad. No tie-"

"¡No estoy mintiendo!" Exclamé, mis labios temblando y lágrimas cayendo por mi cara.

Con eso, no dijo nada más que tener una expresión de shock y se levantó de la silla y se marchó, dejándome con mi madre que me miraba incrédula. Empecé a sollozar, sacudiendo mi cabeza y entrelazando mis dedos.

Sus manos agarraron mi brazo, dándole un apretón y la mire con la visión borrosa. "Ty, tienes que decir la verdad."

"Lo hice."

Sacudió su cabeza, empujándome hacia ella en un abrazo. "Suenas como una loca, cariño. Miente, tienes que excusar la historia que acabas de decir porque la gente va a pensar que estás demente. ¿Quieres eso? Se alejarían de nosotros."

Lloré contra su hombro y tomé respiraciones pesadas. "Estoy diciendo la verdad. No estoy loca o demente."

"Mírame." Demandó, agarrando mi barbilla y empujádola hacia arriba para hacer contacto visual con ella. "No sabía que eras sexualmente activa, aunque tengas 17 no lo sabía, los test dicen que has tenido contacto sexual y hay restos de fluidos en tu cuerpo. Ahora quiero que me cuentes la verdad."

Sorbí mi nariz. "Ya lo hice."

Abrió su boca para hablar pero la llamaron y se excusó, yendo a hablar con el médico Skinner. Puse atención a lo que decían porque obviamente hablaban sobre mí y las paredes eran demasiado finas.

"Mi hija no está loca." Mi madre dijo.

"Lo entiendo señora, esto no está bien. Harry styles es un humano que vive en esa casa. Antes había escapado de prisión pero ha cambiado para mejor. Su historia está inventada y necesita ayuda, necesita quedarse en el piso 7 por algunos días. Firme."

La escuché suspirar y a la rapidez del bolígrafo moviéndose a través del papel. Mis ojos se abrieron, les estaba dando el permiso para llevarme lejos. Rápidamente quité las agujas de mis brazos, causando que la sangre saliera así que tuve que colocar la palmas de mi mano contra la herida para evitar que sangrara.

Y me escabullí de la cama, dándome cuenta de que estaba muy débil y que me caería si hiciera algún movimiento brusco. Miré al techo y las cosas empezaron a dar vueltas, mientras mi muñeca seguía sangrando.

El piso séptimo no es un sitio malo,¿no?

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Pensé que no iba a conseguir subir capítulo hoy pero lo hice en el móvil porque no me dio tiempo de coger el ordenador. Espero que les haya gustado.

Estoy escribiendo una historia por la cuál estoy muy emocionada, aún no sé si la voy a subir ya porque quiero tenerla perfectamente planeada, tengo el final escrito, el principio y tengo ideas sueltas también, pero quiero tenerla al cien por cien bien preparada y ya tener una cantidad considerable de capítulos (y en el ordenador, ya que los tengo aún en sucio en una libreta).

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The Neighbourhood PsychoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora