Ocio: Un instrumento de creación

366 12 0
                                    

Acabando la clase de literatura, dirigida por el maestro Crowell, paso por paso me acercaba más a la puerta.

En el transcurso tropecé con una chica, Tabitha, la chica más popular en toda la secundaria.

-Lo siento- dije recogiendo mis libros.

Me miró con menos precio e hizo vista gorda.

Se fue sin preocupación, sonriendo tan bella como siempre.

De todos modos, yo ya acostumbraba a esta clase de tratos a mi persona.

Mientras continuaba mi rumbo, recién saliendo del salon un poco más despierta pude notar a mi alrededor cómo me observaban compañeros de clases, cuestionando cada cosa sobre mi.

Nunca me había sentido tan sola, necesitaba amigos.
Peor aún no los tenía, por estudiar mucho o ser desagradable, solo porque nadie se me acercaba, y yo lo suficientemente tímida tampoco a ellos.

- A poco no, es la única sin amigos.

-Que pena, se ve algo linda pero debe ser que no tiene amigos por alguna razón.

Al ingresar a mi casa, subí inmediatamente a mi habitación, ubicada en un extenso pasillo ancho. Encendí el ordenador.

Lo único que sabía hacer era indagar por la internet, buscando informacion extravagante y oscura.

Buscando algo de mi gusto, me aparece un anuncio interesante "Cómo crear su propio amigo imaginario" .

Finalmente yo era demasiado tímida, y ellos ya no querían socializar conmigo.

Esta era la solución.

Miré un video asociado con el tema, explicando que esto se hacia con mucha concentración y podria tardar entre días hasta semanas, incluso meses.

No hubo más remedio que intentarlo todo.

TulpasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora