Tulpas

Capítulo 10: Dudas

Tras recibir el helado de menta por cortesía de Lane, y él el suyo de crema chips nos sentamos en las bancas fuera de la heladería. Le di un par de lamidas a mi helado, mientras que él ni siquiera había tocado el propio.

-¿Qué es tanto lo que piensas?- pregunté curiosa. 

Lane tomó un bocado de su helado. Creyendo no haberme oído tomé yo igual otro bocado del mío.

-En oct...- se detuvo. Hannah le observaba con sus grandes ojos claros, Lane se cohibió y desvió el tema.- Descubrí que en la siguiente semana habrá una conferencia de budistas aquí, en la ciudad. Tal vez ahí podramos averiguar más sobre el tema.

La rubia se quedó observandolo, éste comenzó a ponerse algo nervioso, pensando que había sido descubierto.

-Gracias por ayudarme.- Continuó con su helado de menta.

Al retorno a sus hogares, Hannah todavía no sentía la presencia de Alex, habiendo estado tan poco presente en el último tiempo comenzó incluso a dejar de preocuparse por él. Mientras tanto Lane no podía evitar observar la mano de la chica. 

Pensando en... "¿ La tomo o no la tomo?" Con una gran incertidumbre por saber qué se suponía que eran, claramente vecinos y compañeros desde primaria, sin embargo, Tras haberla besado y ser correspondido siendo que ella sabe sobre sus sentimientos... ¿qué clase de relación es la que tienen? "Me siento en un limbo" volvió a pensar.

Ella le miró, él desvió su mirada de inmediato. 

-Te noto extraño, ¿Seguro te sientes bien? ¿No sucedió nada? 

Lane se tragó su saliva. 

¿Qué le digo? Le quiero, y lo más probable es que ella también tenga sentimientos por mí. Pero qué tal si arruino todo abordando lo de hace unos años atrás o si ella no quiera nada serio, podría asustarla. Tampoco quiero que se frustre pensando en esto cuando ya tiene problemas que resolver. Aún así no quiero que vuelva a estar sola ...                                                                                                                                                                      ¡¿Qué hago?!

-¿Lane?- insistió ella.

-Nada. Estuve pensando en qué cenaré esta noche, ya que mi madre llegará tarde.

-Puedes ir a mi casa a cenar.

-No lo decía por eso, ¿no será una molestia?

Hannah negó con su cabeza.

-Siempre sobra- dijo sonriendo- Además, es lindo tener compañía.

Con esas palabras la sentí tan distante. Estoy solo la mayoría del tiempo, aunque jamás me ha importado, en cambio, ella lo estaba pero no por elección como en mi caso.

-Es un gusto hacerte compañía. 

Llegamos a nuestro destinos. Cada uno parado frente a la puerta de su respectivo hogar, mirandonos el uno al otro. 

-Te espero a las 6 p.m.- dijo sonriendo tenuemente.

-Ahí estaré.