Capítulo 6: El nuevo vecino.

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A pesar de que Lane no se había comportado conmigo de buena manera, prepare panqueques rellenos y lleve a su hogar en forma de bienvenida.

Me aproxime hasta su puerta con la mano que no sostenía los panqueques y toque el timbre

-Hola ¿qué desea? -Abrió la puerta una dulce mujer de pelo sobre los hombros de un rubio miel ,ojos verde pardo y tez lúcida.

-Traigo estos panqueques de bienvenida.

-Oh, bien. Gracias. ¿Deseas pasar?

-No, así estoy bien. Soy Hannah, la vecina de en lado.

- Mucho gusto, soy Miriam Aldrich.

-Si necesita cualquier cosa no tema en preguntar.

Sali del lugar volviendo a la casa. Lane un antipático y su madre era dulce como el néctar que recolectan las abejas.

A penas cerré la puerta se hizo oír el timbre de mi hogar. Extrañada porque al volver no vi a nadie abrí de manera lenta la puerta.

Era Lane Aldrich.- ¿A qué fuiste?

-A darles la bienvenida.

- Aléjate de mi madre. Ella es tierna y frágil tal cual un pétalo.

Dio media vuelta y se marchó . Por más serio que intentara aparentar seguía transmitiendo sentimientos de tristeza y soledad.

No quería que alguien más pasase por lo mismo.

A la hora de la cena prepare una cena para 5. Siempre cocinaba para mí y les dejaba a mis padres en caso de que se presentaran.

Nuevamente fui a tocar su timbre.

-Continuamos mudandonos, debemos acomodar muchas cosas. Sería bueno si dejaras de molestar.

Mi timidez por un momento percibi que se encogía.

-Lane, hice rissotto de champiñon con carne al horno, sería un gusto que vinieses tú y tu madre.

Sus ojos temblorosos, sin nada que reprocharme. Entre abría la boca intentando decir algo, pero las palabras le traicionaron.

- Le preguntaré , pero no prometo nada.

- Los esperare pacientemente.

Iban dos semanas conviviendo con Alex y ya estaba aprendiendo de él.

Siempre fui de aprendizaje rápido, pero jamás utilice las cosas que sabía a ni beneficio.

A los quince minutos se encontraba Lane y su madre parados en mi puerta.- Por favor, pasen.

Yo como nunca vestía un chaleco coral, camiseta gris y falda negra. Mientras que Miriam un vestido casual verde pino Lane camisa celeste y pantalones negros.

Nos sentamos los tres a comer.

-¿Hannah a qué instituto vas?- Preguntó

-A la preparatoria Churchill.- Contesté

-Somos compañeros - Señaló Lane.Hubo una pausa.

-Harían linda pareja.

-Mamá no digas incoherencias.

Finalizaron con la cena, continuada con un postre de manzana al vino. Se fueron a su casa agradeciendo .

-Te has tardado algo.- Alex esperando en el pasillo frente a mi habitación.

- Lo lamento, la charla se alargo un poco.

- Bien....¿ Te gusta?- Miró con sus ojos penetrantes.

- No realmente, siento compasión.

-Espero no vayas a confundir los sentimientos.- Finalizó

Me recosté dándole la espalda a Alex con el intento de dormir. Pero empecé a tener recuerdos .

Todo estaba ruidoso, pero mi poder de concentración casi inhibía el exterior. Leía Moby dick , de Charles Dickens.
Sentada bajo un ficus. De vez en cuando me contactaba con el exterior.

Una voz. Lane Aldrich, el chico que me había gustado desde que entre a la primaria de cabello suave y risa contagiosa.
De muchos amigos y enérgico como nadie.

Cayó la pelota cerca de mí y en forma de escusa se acercó Karl Maver . Sonriendo tontamente e intentando hablarme.

Como siempre no funcionaba, se retraía e igual yo. Mantenía silencio mientras leía y él continuaba intentando hablarme.

Dandose por vencido como siempre.

Ahora venía Lane. Por quien sentía palpitaciones aceleradas cada vez que volteaba a verlo, quedandome casi paralizada y con menos palabras de las que pronunciaba.

- Hanna ¿qué lees ahora?

-Moby Dick.- su cabello empujado por el viento y sus ojos vislumbraban. Rasco su cabeza y parecía algo nervioso.

Como si estuviese obligado a hablarme

-¿Quieres ir a jugar con los demás?.

Me hubiese encantado. Pero quería aceptar cuando lo propusiera en verdad.Lo observe y sin querer le quedé mirando a los ojos.

Mis palpitaciones aumentaron y a punto de ponerme roja sin inmutarme quedé mirando el libro. Sin despegarme.

Se alejó . Dejando me en claro que solo iba por cortesía.

Desperté descansada por completa. Las hojas tiradas por todos lados, la ventana se encontraba abierta. Pero recordaba paso a paso haberla cerrado.

Alex apareció observando me desde que desperté hasta cuando comía.

Transcurrió un mes. Todo estaba bien con Alex, Katie y Alice.
A Lane lo veía de vez en cuando, después de todo somos vecinos.

Las cosas no eran como hace unas semanas atrás, Alex estaba cambiando mi vida.


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