Capítulo 3

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Hace tres días que Drareg se fue de casa, estaba tumbado en un puente pensando en lo que necesitaba para salir hacía delante, comida, llevaba tres días sin comer y eso le hacia un dolor de barriga tremendo y horrible, derepente apareció por el puente un señor.
Aparentaba unos quarenta y algo años, llevaba un pelo corto tirado hacia delante rubio, una nariz en forma de gancho y unos ojos de un color marrón claro parecidos a los de la arena de la playa.
El pensó que era su oportunidad para obtener algo de dinero y comida para sobrevivir, se levantó y se le puso enfrente del viejo con su cuchillo en la mano derecha amenazándole con que dejase en el suelo todo lo que llevara encima, el señor conservó la calma y le dijo al chico que diera media vuelta y vuelva a casa.

Drareg recorrió los dos metros que los separaban y se abalanceo contra el con todas las intenciones de clavarle el cuchillo a la altura del pecho, el hombre reaccionó rápido esquivando hábilmente y dándole un alucinante codazo en la nuca dejando a Drareg estendido en el suelo, el viejo dio unos cuantos pasos dejando por finalizado el combate cuando el joven se levantó de nuevo, pero esta vez en llamas.

-Esta vez vas a morder el polvo!
El viejo convirtió la tierra que tenia Drareg bajo los pies en arenas movedizas, el se quedó completamente inmóvil, el se acercó corriendo y le dio una patada de película a Drareg en toda la frente dejándolo totalmente inconsciente sobre el suelo.

...
Se despertó en una habitación grande con mucha iluminación, giró la cabeza hacía la izquierda y vio a un chico y una chica de su edad hechando una partida a un juego de cartas, el primero en verlo despierto fue el chico que amablemente le preguntó como se encontraba.
Parecía que le acabaran de dar una descarga, pelo rubio, algo largo y de punta al estilo pelo pincho, unos ojos de un color azul eléctrico con unas orejas bastante puntiagudas.
-No mucho, donde estoy?
-Estás en mi casa
-Vladimir no creo que debamos dirigirle la palabra, es un desconocido.
La chica daba una pinta realmente fría tanto de personalidad como de aspecto, era morena con una cola larga hecha por un lazo en el que su cabello le llegaba a la altura de la cintura, ojos morados... En general muy guapa.
De repente, se abrió la única puerta de toda la sala, era el viejo del otro día, saludó a los que parecían ser sus dos hijos y luego se dirigió hacía el disculpándose por la anterior paliza, entonces pidió a los otros dos chicos que se fueran de la habitación para tener una charla con Drareg, cuando quedaron ellos dos en la habitación, le explicó que el lo acogió porque había un rumor de un chico que se había fugado de casa reduciéndola a cenizas y desprendía fuego, entonces el viejo supo que tenía que encontrarlo por su propio bien ya que la gente por poderes no era considerada humana sino mounstros, lo mismo les había pasado con Vladimir y Sorana (los dos de antes) pero no con fuego, con electricidad y hielo.
-Vale, ahora quiero hacerle una pregunta yo a usted, quien y que eres?
-Soy Naxos y al igual que tu soy un mago.
Naxos presento al nuevo mago ante Sorana que pacecia darle exactamente igual tener un nuevo amigo y Vladimir que mostraba mucho interés en el.
-Entonces quieres quedarte a vivir con nosotros?
Drareg miró el rostro de los tres en especial el de Sorana que fue la primera vez al verla sonreír y aceptó el trato con ganas de tener una nueva familia con algo en común.

DraregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora