A la mañana siguiente, Drareg, tras las clases con las Leib, avisó a Sorana para irse un rato con su amiga Yuki a ayudar a su hermano mayor. Ambos se dirigieron hacia Hitashi mientras el hablaba con un amigo suyo cuando vió que ellos se acercaban dejo su amigo de lado y se dirigió hacia ellos dos con la cabeza bien alta dando un aspecto rígido y duro.
Hitashi tenía la misma edad que Vladimir y Sorana pero aparentaba unos años mas debido a su gran altura, ojos azules con una mirada escalofriante, pelo marrón claro parecido al de las hojas es llena temporada de otoño, unos dientes muy amarillos sucios y en cuanto a físico, no daba una pinta de un auténtico deportista ya que el estaba un poco obeso.
- ¿Que es lo que quieres? Preguntó dirigiéndose a su hermana pequeña
- Vamos a hablar.
- Hablar no sirve de nada, Esto es la ley del mas fuerte. Argumentó con ira Hitashi.
- ¿Porque te comportas de esa manera? Dudó ella
- A ti que te importa. Contestó provocandolos a ambos y a la vez Apoyando su mano encima del hombro de Yuki, Drareg reaccionó golpeando el brazo de su rival volviéndolo a dejar en su sitio inicial.
- Somos dos, tranquilízate. Dijo el mago de fuego bajándole los humos. El grandullón dió un paso hacia atrás admitiendo su derrota por ese momento.
- ¿Porque te comportas de esa manera? Repitió de nuevo la pregunta.
- Pues veras. Empezó una argumentar Hitashi. La primera vez que nos clasificaron por edades, uno de mis compañeros me gastó muy broma muy pesada, me pego un xicle en el pantalón mientras corríamos no se como y todos excepto una chica con el pelo largo y oscuro se empezaron a reír de mi, cuando luego el maestro de nuestro de grupo se dió cuenta en vez de regañarlo le dió la mano orgulloso de el después también se rió de mi cuando estabamos un por ningún Llegar a aguantar mas de la quarto de hora corriendo. En ese momento un Drareg le entro algo de ira y le Pregunto con los ojos en llamas:
- ¿Quien es el chico que te hizo todo esto? Hitashi sacudió la cabeza buscando a su objetivo y cuando lo encontró lo señaló confirmando el enemigo.
- Es ese. El culpable de las bromas era Vladimir. Allí si que se enfureció bastante, ¿Porque demonios ha hecho eso? A continuación, Yuki le dio las gracias a Drareg en forma de un abrazo que duró alrededor de diez segundos, después de eso, volvió junto a Sorana la cual mirava atentamente a mago eléctrico, pensó en decirle lo que había descubierto pero recordó que ella estuvo en aquel grupo por lo que sabe lo que passó perfectamente, posiblemente sea ella la chica que decidió no reírse de la broma.
En un lugar indefinido...
- Bueno, espero buenas noticias.
- No exactamente, los preparativos aún no están del todo preparados pero en cuanto a los posibles fichajes siguen todos intactos.
- Pero que dices?
- Como
- El otro espía me ha soltado que los preparativos ya han finalizado. ¿Que demonios me estas soltando?
- Bueno verás, yo...
- Callate. Lo cortó el orto. Que sepas que te has quedado fuera de la OEM. Leib finalizó la llamada bastante mosqueado.
- Porras. Dijo el defraudado con sigo mismo. Nos pueden atacar en cualquier momento y no se quien demonios es el otro infiltrado, podría contárselo a los otros pero entonces no me creería nadie. ¿Que es lo que puedo hacer? Dijo el llevandose las manos a la cabeza.
A la madrugada siguiente...
- Oye despierta. Dijo sacudiéndole el brazo al vago. Venga que es por hoy. El dormilón abrió los ojos.
- ¿Pero tu sabes que hora es Vladimir? Dijo Drareg muerto de sueño
- Sht, baja la voz que vas a despertar a alguien. Bueno, levantate y vistete, que no tengo todo el día. Drareg siguió sus órdenes al pie de la letra. Luego Vladimir le pidió que le acompañara al bosque a hacer unos recados, cuando se alejaron lo suficiente de la escuela Vladimir paró en seco y fue directo al grano.
- Bueno, te he dado algo de tiempo, ¿Ya te lo has pensado?
- Muy bien, no quería llegar a esto, pero si tan encabezonado estas en pelear por el corazón de Sorana pues vas a tener pelea. Dijo el preparando su catana.
Vale entonces, que gane el mejor. Argumentó mientras preparaba el primer golpe.
