Estaban haciendo la primera clase todos juntos, cuando los maestros les hizieron una explicación de la OEM, en general eran unos tipos que les tienen envidia y por eso se dedicaban a raptar o eliminar magos para descubrir la manera de lograr ese poder de lo que tanta rabia les daba, para ser mas exactos son como ellos, pero en vez de utilizar magia, la gran mayoría utilizaban la tecnología, es decir, armas. En general eran unos veinticinco alumnos, en ese mismo momento recordó sus problemas para hacer amigos y le vinieron en la mente imágenes de aquella etapa tan mala que había sufrido en el colegio siendo perseguido por algunos compañeros de clase, encima que el aparentemente era de los mas pequeños, miró a su izquierda y vió a un chico que le debería sacar unos dos años de edad realmente serio, el se dio cuenta y le lanzó una mirada aterradora y dijo:
-I tu que miras?! Dijo el muy enfadado
-Ya te estas metiendo en problemas? Le dijo la chica de atrás.
-Dejame en paz hermanita. Le contestó el grandullón.
Al finalizar la clase, los tres amigos se fueron a charlar mientras comían su almuerzo hambrientos, Drag cayó en que nunca les había preguntado sus edades, aunque por el aspecto aparentaba que ambos le quitaban un año, de repente, vinó la chica aquella que se había entrometido en la pequeña pelea disculpándose por la horrorosa actitud de su hermano mayor ante Drareg, el hizo un gesto dandole muy poca importancia al tema, ella se alejó mostrándole su mejor sonrisa despidiéndose con la mano levantada.
-Crees en el amor a primera vista Drareg? Le preguntó Sorana entre risas.
-No, te equivocas!! Dijo el.
De golpe, sonó una campana que indicó el fin del recreo, todos se fueron con sus maestros y los clasificaron por grupos según su edad, en esos momentos el tenía ocho años, Sorana y Vladimir estaban en el grupo de el de los nueve años, miró a su alrededor con una mirada baja evitando problemas y para intentar reconocer algunas caras, reconoció la de Naxos que pareció ser el monitor de su grupo y a la chica de antes viendo como se le acercaba, el dirigió la mirada hacía Vladimir y Sorana riéndose viendo lo bien que le había caído Drareg a aquella chica, ella se presentó.
Se llamaba Yuki, llevaba una larga y enorme cabellera que le llegaba a la altura de la cintura de un tono marrón arena, tenía unos ojos muy oscuros, un poco morena, una nariz muy puntiaguda y con unos dientes blancos como la nieve.De repente, todos los maestros hecharon a correr anunciando que les siguiesen para poner a prueba el estado físico de los pequeños, todos iniciaron la prueba siguiendo de cerca a su monitor corriendo por el bosque de su alrededor, de vez en cuando se iba cruzando con sus mejores amigos saludándose o chocando los cinco, a poco a poco se notaba que los maestros iban incrementando cada vez mas su velocidad, el iba viendo como la gente iba renunciando la carrera y tirando la toalla dando media vuelta hacia de camino hacia la escuela, de su grupo finalmente quedaron el realmente agotado y Yuki que parecía estar nada cansada, finalmente Naxos se paró y felicitó a los dos por haber llegado hasta el final de la prueba. Los tres dieron media vuelta y se fueron contentos para reencontrarse con el resto del grupo viendo como los otros grupos daban un par de vueltas mas.
-Chicos, felicidades por esforzaros al máximo en esta prueba,anunció tranquilamente Naxos.
-No seas así, dijo uno de los alumnos- yo no he llegado ni a la mitad del recorrido.
-Nadie os ha dicho que tengáis que llegar al final, en la cara ya se os refleja si habéis hecho todo lo que habéis podido y estoy muy orgulloso de ello, afirmo Naxos dando punto final a la conversación.
Mas tarde, después la hora de cenar Drareg se fue con sus mejores amigos alucinando con las caras que tenían de cansancio ambos, especialmente Vladimir que parecía que se le cayera el alma, supongo que hacer el perro en la cama no sirve de mucho después de todo, como no, Sorana volvió a sacar el tema de Yuki y la relación que tienen ellos dos juntos mientras Drareg seguía oponiéndose a sus hipótesis, aunque así también podía ocultar su verdadero amor, el único que no se tragaba el anzuelo era Vladimir que cada vez lo veía como una amenaza entre el y Sorana.