Capítulo 6

237 20 3
                                    

—Chicas, les presento al famoso Márkov Vissely, según el bastardo es mi hermano. —dijo en tono de burla tomando de la mesa una botella y un vaso con el que recogió hielos de una pequeña cubeta. —Vamos a brindar, que su presencia es tan poco común como la noche en medio del día.

—Deja de hacer escándalo, te avisé que esta vez iba a venir.

—Y no te creí. Ten, bebe con nosotros. —le dio el vaso lleno de aquel líquido que vació de la botella.

—Debo conducir, no voy a alcoholizarme. —respondió Márkov declinando al devolverlo.

— ¿Ni siquiera un trago? Brindemos por mi cumpleaños.

—Has tenido veintitantos cumpleaños, no hay ninguna novedad en esto.

— ¿Y entonces por qué has venido? Si no te importa celebrar con tu familia, pudiste quedarte en casa a amargarte como siempre. —se quejó el hombre aparentemente ofendido, notando entonces que detrás del mayor había un muchachito completamente callado que parecía esconderse.

Sin ningún reparo se acercó al chico y le puso el vaso enfrente, prácticamente obligándolo a sostenerlo, enseguida le rodeó con un brazo haciéndole entrar al medio círculo que formaban los sillones.

—Hey, a ti no te conozco, un rostro así lo recordaría sin duda. ¿Cómo te llamas?

—Él viene conmigo. —advirtió Márkov, imaginando que su hermano no tenía ni idea, llevar invitados a eventos así no era para nada algo común en él, ya era mucho con hacer acto de presencia y luego desaparecer.

— ¿Quieres decir que es tu pareja?

—Por supuesto que no. —su respuesta en un tono tan indiferente no dejaba duda alguna, el chico no podía ser nada de él. —Ya que estás interesado, ¿por qué no lo vigilas mientras arreglo algo con los Bemont?

— ¿Asististe a mi fiesta para hacer negocios con mis invitados? —cuestionó el más joven con una expresión resentida. —Bien, hazlo, ya qué.

—Solo serán unos minutos, compórtate con él y no vayas a dejarlo solo. —pidió antes de alejarse.

Karsis fue llevado por ese otro hombre desconocido hacia un sillón, se sentó cuando perdió de vista a Márkov.

—El idiota ni siquiera nos ha presentado. —dijo aquel atrayendo su atención cuando le posó una mano en la pierna comenzando a hablar, estaba demasiado cerca, era la única forma de hacerse escuchar con tanto ruido. —Soy Yakov, ¿y tú?

—Yo no. —murmuró el muchacho mirándole desconcertado y bastante distraído, pues solo podía pensar en que Márkov le había dejado solo y le preocupaba verse rodeado de tantas personas.

—Lo imaginaba, sería una sorpresa un tanto extraña que te llames igual que yo. —comentó aquel inclinándose más hacia él. — ¿Cuál es tu nombre?

—Karsis.

—Vaya, estás en el rango de nombres extraños. —bromeó Yakov. — ¿Qué haces con mi hermano? ¿Es verdad que no eres su pareja? Él no aceptaría abiertamente que está en una relación con alguien, mucho menos si es informal, pero tú no tienes qué ocultarlo.

Karsis le miró sin saber qué responder, con lo poco que conocía de los humanos le bastaba para entender a qué se refería con "pareja", no parecía muy diferente al significado que tenía para su especie, o eso creía, aunque estaba bastante confundido al respecto porque entre ellos había ocurrido un hecho íntimo que no fue ni mínimamente importante para Márkov.

—Oye, no le hagas preguntas incómodas. —dijo una chica que estaba sentada justo detrás de Karsis, metiéndose completamente en la breve conversación que había estado escuchando. —Conociendo a tu hermano, seguramente este muchacho ni siquiera ha de tener claro lo que son.

Océano cautivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora