Me desperté debido al sonido insoportable, me levanté, me fijé en el espejo y se notaban mis feas ojeras y labios partidos, me bañe, vestí y bajé a hacerme el desayuno, terminé y partí a la escuela... llegué y fui directo a mi casillero a buscar los libros para el día de hoy y me fui al baño de la escuela. Entré y no había nadie, saqué de mi mochila mi corrector de ojeras y protector labial y me los puse, salí del baño y choqué con un chico más alto que yo, llevaba capucha pero ya sabía quién era así que lo saludé.
- Hola Jason– Dije poniéndome la capucha yo también .
- Hola – Dijo seco y siguió su camino.
Seguí por el pasillo y llegué al grado, fui hasta los bancos de atrás y me senté sola. No tengo amigos, no los necesito, sola estoy mejor, nadie me lastima y nadie sabe de mis problemas, excepto una persona, si Jason, él si sabe todo de mí, aunque eso signifique que sea mi amigo, o que me importe, es porque vamos al mismo lugar de rehabilitación. Llegó el profesor y empezó con su discurso de todos los días y bla bla bla, aburrido como siempre. Me puse los auriculares inalámbricos y empecé a escuchar música mientras hacía mis dibujos oscuros, como siempre, gente llorando, gente sangrando, gente muerta y demás. Vi una sombra al lado mío, levanté la vista y era el profesor.
-Señorita Ross, ¿que está haciendo?
-Dibujando. - Dije con una expresión obvia.
- Por favor, le pido que preste atención ya que tomaré una evaluación sobre este tema.- Dijo el profesor.
-No me interesa su aburrida clase, es muy aburrida y me duerme– Le contesté con mi mirada seria.
- Entonces desaprobará la materia.
-Con mucho gusto, ya me estoy aburriendo de su estúpida clase.
- Entonces salga de mi clase por que desconcentra a sus compañeros.
-Con mucho gusto profesor. Adiós.
Salí de la clase cerrando muy fuerte la puerta, ya que estoy por que no hacerlo enojar un poco más? Salí al patio directo a las gradas, necesitaba relajarme, así que busqué el paquete de cigarrilos de mi mochila, lo saqué junto con el encendedor y prendí el primero, tomé la primer calada profunda para mantener mis pulmones llenos de humo y luego lo expulsé. Y así hice con el resto del cigarrillo.
- Perdistes tu promesa – Dijo esa grave voz que hizo pegarme un gran susto
- Me asustastes.¿Que haces acá?
- Me aburrí de la clase y salí por la puerta.
- Ah si.
- ¿Me das uno? - Preguntó
- No.
-Es sólo uno. - Insistió
- Son mios Jason, y además tú no puedes fumar nada.
- Tu no tienes derecho a decirme nada por que estás igual, rompistes la promesa.
- Necesitaba relajarme ¡¿okey?!
- Pero no así. Debes relajarte con otra cosa. -Dijo calmado
- No puedo, me cuesta mucho. Soy una adicta al alcohol y al cigarro, ¿que esperabas?
- Pero podemos ayudarnos mutuamente. Es más podemos ser amigos. -Dijo él
-¿Eso crees?
- Claro que si Ámbar, es más, desde ahora seremos sólo tú y yo.
- Okey – respondí extendiendo mi mano a lo cuál el recibió.
Nos quedamos un rato hablando hasta que me cansé y me levanté, él me siguió apresurado y se puso al lado mío. Fuí al baño y ahí tiré el resto de los cigarrillos. Salí del baño encontrándome con Jason, nos fuimos al recreo ya que tocó el timbre. Nos fuimos afuera nuevamente para seguir conversando, la verdad que él era muy serio y yo también. Ambos somos personas con la mente oscura o como nos gusta llamarnos dark mind. Así se llama nuestro grupo, donde solo estamos él y yo, nadie más.
Nos fuimos de vuelta al salón, seguimos con la tarea del día hasta que tocó el timbre para volver a casa. Tomé mis cosas y salí directo para mi casa.
- ¡AMBAR ESPERA! - Paré en seco y me di vuelta viendo a Jason.- ¿Puedo acompañarte?
- Okey, vamos. Mi casa es por acá.
Emprendimos viaje a mi casa mientras conversábamos, la verdad que Jason es muy buena persona, es muy parecido a mi. Llegamos a mi casa y lo invité a pasar, ya que enseguida tendríamos que ir a rehabilitación. Descongelé unas hamburguesas que quedaban y comimos eso, juntamos todo, esperamos a la hora y nos fuimos. En el camino íbamos hablando muy poco, de vez en cuando intercambiábamos palabras y nada más. Minutos después llegamos y fuimos a sentarnos a la ronda junto con los demás.
- Buenas tardes a todos. Hoy tenemos a una nueva compañera, por favor denle la bienvenida.
- Bienvenida – Dijimos todos al unísono.
- Mi nombre es Belén Sanchez, tengo 21 años y tengo adicción a la cocaína. - Se presentó.
La clase transcurrió así, todos contamos lo que nos pasó, si volvimos con las adicciones o no y yo conté lo que me pasó, caí nuevamente. La clase se hizo rápida y ya había llegado a casa.
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Bienvenidos a esta nueva historia de amor juvenil, espero que les guste y sigan a la otra parte 👉
¡Los quiero!
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Addicted To You
RomanceEsta historia cuenta la vida de 2 adolescentes de 19 años con pasados traumadores y con adicciones. Juntos se conocen en rehabilitación y forman un fuerte lazo de amistad.... ¿Podrán estos 2 adolescentes cumplir sus metas y espectativas? Historia 10...