Me desperté debido a los ruidos que se escuchaban de la cocina, me levanté y me estiré un poco, es muy incómodo dormir en un sillón, no se los recomiendo. Acomodé las mantas y almohadas y me encaminé a la cocina, entré y estaba Ámbar haciendo el desayo. La ayudé a terminarlo y nos sentamos a comerlo y así volver rápido al hospital.
- Buenos días abuela.
- Hola mi niña.
- ¿Cómo anda? - Le pregunté
- Muy bien ahora que los veo, la verdad es que ya me está aburriendo este lugar. ¿No saben cuando me iré?
- No abuela aún no lo sabemos pero espero que no sea por mucho tiempo.
- Bueno y ahora ¿Que podemos hacer? - Dije para cambiar de tema ya que ala señora Ross se había puesto triste.
- No lo sé.
- Ámbar, ¿Que le gusta hacer a tu abuela?
- Le gusta jugar al juego de las mímicas.
- ¡SI! ¡Juguemos a eso chicos! - Dijo la señora.
Y así nos pasamos otra parte del día, no puede ser que esa señora se sepa todas las películas, nos terminó ganando 5 a 0. Bajamos a comprar algo para comer y así merendar algo rico porque nos estaba dando hambre y no habíamos almorzado. Subimos nuevamente al cuarto y nos encontramos algo realmente perturbador, la abuela de Ámbar estaba convulsionando horriblemente, mi mirada cayó en el rostro de ella pero lo único que logró hacer es ir a abrazar a su abuela, sus ojos estaban cristalizados al punto de llorar, no sé como puede ser tan fuerte, pero la admiro demasiado.
- ¡Abuela no por favor! ¡No me dejes!
- Ámbar...
- ¡Ahora no Jason! ¡Abuela reacciona por favor!
- ¡Saquen a la joven de aquí! - Dijo el doctor llegando y las enfermeras nos sacaron de la habitación y yo la abracé.
- Tranquila Ámbar – Le acaricié el cabello.
- Es que, no quiero que nada malo le pase – Dijo llorando en mi hombro.
- Si piensas así no te hará bien, tienes que pensar en positivo.
- Ella es lo único que me queda Jason, sin ella no soy nada.
- Me tienes a mí Ámbar. Y siempre te voy a escuchar y ayudar.
- Gracias Jason, eres una persona increíble, te aprecio mucho.
- Yo también te aprecio y te admiro mucho.- En eso el doctor salío.
- ¿Cómo está mi abuela doctor?
- Hicimos todo lo que pudimos pero no lo soportó, lo sentimos señorita.
- ¡No.... No mi abuela! - Ella me abrazó fuertemente.
- Shhh, tranquila.
- ¡Abuela te voy a extrañar mucho!, ¡¿Por qué te tuvistes que ir?!
- Ámbar, mira el lado positivo, ella ahora descansa en paz y no sufre.
- Pero no era el momento Jason – Lágrimas seguían brotando de sus hermosos ojos.
Ella siguió llorando en mi hombro hasta que se quedó dormida y la acosté en los asientos que había afuera de la habitación. Fuí a recepción y les dije que preparen todo para el velorio, era hora para usar los ahorros. Comencé a hacer llamadas a gente para la velada de la difunta señora Ross y minutos después desperté a Ámbar. Y nos fuimos del hospital. La llevé a su casa y la dejé bañarse para más tarde buscarla e ir al velorio.
(...)
Estábamos sentados, mucha gente vino a ver a mi difunta abuela, mucha gente llorando pero ninguno de mis padres pudieron venir, su único hijo el cuál ella adoraba le falló, pero la única familia que le quedaba la acompañó y a la vez le falló. No estuve cuando ella estaba muriendo, no la acompañé lo necesario y eso me afectó mucho... pero gracias a Jason poco a poco lo voy a ir superando. Llegó los que iban en la carroza, cargaron el cajón de mi abuela y se la llevaron. Jason le pidió el auto prestado a su tío y nos fuimos detrás de la carroza. Minutos después llegamos al cementerio y la enterraron. Volvimos a casa después de todo ese trayecto y me acosté a dormir.
(...)Me desperté y baje a desayunar para ir a buscar a Ámbar a su casa y poder ir juntos a la escuela, y tengo que estar con ella en estos momentos más difíciles para ella, la única persona que le quedó falleció y ahora realmente está sola. Terminé de desayunar y salí a buscarla, toqué y toqué la puerta pero nadie abrió, la llamaba y tampoco contestaba así que rodee la casa para ver si había una ventana abierta y por suerte había una, la abrí cuidadosamente y empecé a gritar su nombre, pero no me contestó. Fui a una puerta que había en un pasillo, la abrí cuidadosamente y ahí estaba ella.
- ¡¿Ámbar que hiciste?!
- Vete de aquí Jason.
- No te voy a dejar sola Ámbar así que deja esas botellas y esa caja.
- ¡NO!
- ¡Ámbar eso no te hará bien, hazme caso! - Fui hasta donde estaba ella sentada y le arrebaté las botellas de alcohol y la caja de cigarros.
- Jason ... - dijo llorando.
- ¿Que pasa? - Me senté a su lado y ella apoyó su cabeza en mi hombro.
- Mi abuela ya no está.
- Lo sé.
- Quiero dormir.
- Está bien, déjame ayudarte.
- No, yo puedo – Se levantó y se cayó – Bueno si, ayúdame.
- Que terca que sos.
La levanté y la recosté en su cama, la tape y me quedé un rato hasta que se duerma y así poder ir a la escuela, esperé y me fui, tuve que buscar mi moto porque si no llegaría tarde, minutos después llegué y entre corriendo hasta el grado. Me senté solo en mi lugar y saque mis cuadernos para escribir. La verdad, se sintió muy raro estar solo sin Ámbar, me acostumbré a su compañía y eso espero que no sea malo, los recreos las pasé solo y aburrido, a cada rato le mandaba mensajes para preguntarle como estaba o si ya se había despertado pero no se conectaba. Me dirigí a la clase de arte y esperé que el profesor llegue y así hablar con el.
- Buenos días profesor – Dije apenas llegué.
- Buenos días joven Smith. ¿Buscaba a alguien?
- Si, a usted.
- Oh, siéntese. - Me señaló unos bancos y nos sentamos – Lo escucho.
- No es sobre mí, es sobre Ámbar. Bueno hoy se que tenía esta clase así que quiero hablar de mi parte. Bueno hace unos días estábamos en la escuela y la llamaron del hospital y le dijeron que su abuela le dio una ACV, verá ese día salimos corriendo de acá y nos fuimos, y ayer la señora Ross falleció.
- Oh, ya veo, es por eso que hoy no se presentó a la clase.
- Exacto, bueno, yo sé que ella dibuja expresando sus sentimientos... pero ahora va a dibujar más oscuro, no la conozco de toda la vida pero si sé como es.
- ¿Cómo es? - Me preguntó
- Ella es débil aunque parezca fuerte, se oculta del mundo, no le gusta que la vean, por eso siempre escucha música, y para sus dibujos se centra en un rostro y en una canción.
- ¿Sabes todo eso con sólo verla? - Volvió a preguntarme.
-No, sólo veo sus acciones y sus debilidades.
- Bueno, muchas gracias.
- No es nada – Me pare de mi asiento. - Bueno fue un gusto hablar con usted.}
- Igual señor Smith, adiós.
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Addicted To You
RomanceEsta historia cuenta la vida de 2 adolescentes de 19 años con pasados traumadores y con adicciones. Juntos se conocen en rehabilitación y forman un fuerte lazo de amistad.... ¿Podrán estos 2 adolescentes cumplir sus metas y espectativas? Historia 10...