Day 6|Party

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Anya estaba destrozada ese día.

Era una niña de seis años que había perdido a sus padres, rey y reina, y a pesar de semejante suceso, para reafirmar la estabilidad del reino ante otras naciones debía pretender serenidad ante cuestionamientos que le partían el alma. Por el bien de Drussel.

Por lo único que podía llegar a sonreír era por los esfuerzos de Loid y Yoru, pertenecientes al servicio y que actuaban como sus padres hace un tiempo; las exclamaciones de Henderson sobre la elegancia además de asesorarle con el manejo del reino y ser su instructor. Pero todos tienen un límite y las crueles preguntas del ministro Swan terminaron por provocarle tanto dolor, que pidió un tiempo para escabullirse y respirar.

Eligió para ese cometido el jardín real. Y viendo como colgaba una manzana en un árbol, intentó tomarla pero fracasó, teniendo un pequeño percance con su vestido.

Por el dolor, y el nudo en su garganta, se puso a llorar desconsoladamente.

- Vaya que eres enana –escuchó una voz detrás del árbol. Un niño un par de años mayor que ella jugando a lanzar una manzana y atraparla.

- Esa no es la forma de dirigirte a una persona – protestó la pequeña, recordando las tantas veces que quiso soltar un par de cosas a algunas personas fastidiosas siendo detenida – Es muy descortés de tu parte, ¿Quién es tu instructor?

- Walter Evans – contestó el niño antes de darle un mordisco a la manzana, mofándose – Es muy amable, pero me recuerda siempre dirigirme con franqueza ni-ña-e-na-na

- Pues tu franqueza es muy apabullante

- Tomaré eso como un alago, princesa. Considerablemente alto pese a tu defectuosa estatura

Nunca había querido imponer respeto usando su título, pero para todo hay una primera vez.

- Auch!

Un puño se estrelló con el brazo del niño. Ella había querido darle en la mejilla, pero por razones de falta de entrenamiento con Yor, y no la falta de altura le terminó dando en el omoplato.

- En Drossel, somos algo más demostrativos, en cuanto a advertencias se refiere, soltó entre dientes la niña antes de señalar la manzana – Me la pasas o me la pasas, usted decide...

- Damian Desmond de Flugel – indicó depositando la manzana en sus manos – su alteza?

- Anya Forger de Drossel.

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Pasaron de ese asunto a preguntas triviales.

- Odias tus cumpleaños? – preguntó Damian acabando con la tercera manzana – Nunca pensé que una niña lo haría, siempre creí que adoraban los regalos que les dan.

- No odio todos, Yor intenta hacer un pastel y Loid la detiene argumentando que lo hace mal, es divertido unirme a ellos. Lo que detesto es tener que pretender alegría.

- Concuerdo – con algo de hastío Damian observó a la niña antes de desviar la mirada – todos son muy desastrosos, y te buscan pretendientes. Estoy harto de las niñitas.

- Es por eso que eres tan descortés – reflexiona Anya.

- Normalmente soy amable – la princesa rueda los ojos sin creerle en lo absoluto – Esto es por si acaso, prefiero evitar murmullos desagradables.

- ¿Esto no iría en contra?

- No me molestaría tanto – responde sorprendiéndose por su respuesta – Anda, no llores.

- Mis padres han muerto – confiesa

- Algo que ya todos saben

- Pero me duele mucho, pero la verdad es que los veía tan poco que me dolería más si hubieran sido Yoru y Loid. Soy un monstruo.

Damian suspiró.

- Tengo a alguien que me cuida, y esa persona me quiere más que mi padre. De eso estoy seguro. Y no deberías culparte, es lo que sientes, pero después de todo los quieres.

- Los quiero.

Una rosa rosada fue lo que extendió en su dirección.

- En Flugel regalamos rosas rojas para animar a alguien – reprendiéndose mentalmente por su pequeña mentirijilla la deposita en las manos blancas de la princesa – Pero como no he encontrado más que rosas, esta es tuya.

- De mi jardín – completa ella animada a pesar de llorar

El príncipe se acerca a su mejilla y retira las lágrimas que había derramado la bella rosa de Drossel. Sonríe confiado antes de ofrecer su mano para que se levantara.

- De tu jardín.

Una fiesta no tan desastrosa después de todo

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"¿Recuerdas esa bella rosa? ¿Que en tu cabello dejé? Confieso que por primera vez tuve envidia de una pnata. Ese es el efecto que tiene en mí la heredera de Drossel. Pro poder permanecer a tu lado incluso después de que el reloj tocara las doce. Tus lágrimas son como perlas, odiaba ver como las desperdiciabas.

Dos rosas en mi memoria, una a la que guardaba rencor y a otra que se quedó prendada en mi corazón donde en cada latido lo acompaña tu recuerdo.

¿Qué adjetivo vendría comparado con tu belleza? Es probable que tu nombre sea el ideal, porque eres incomparable Anya. Y tal vez debería confesarte un pequeño secreto que he guardado celosamente.

En Flugel, regalar una rosa roja no significa otra cosa que compromiso.

Esa es la verdad, no puedes casarte con Demetrius Desmond de Flugel porque hace como seis años, tú, sin saberlo, estás comprometida conmigo.

Con Damian Desmond de Flugel.

¿Eso te sorprende princesa mía?"

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Dianemi Note

Buenas!

Primera curiosidad de este Three-shot. La verdad, originalmente tendría que haber estado la carta de Anya para Demetrius, pero mi fan interna del Damianya me impidió escribirla. En una futura corrección, la escribiré... o tal vez no.

Segunda! Originalmente sería como en Violet Evergarden, el prometido original sería Damian. Pero la idea cambió de rumbo inmediatamente con algo ambientado a este estilo. Me disculparía por la sorpresa inicial que deja al momento de dejar en claro que el prometido de Anya es Demetrius; de no ser porque la verdad estoy segura que no se la esperaban xd.

Tercero! Ando algo inspirada, por lo que tenemos una triple actualización. Cabe mencionar, que nunca hice esto, pero es satisfactorio. Esperemos que "tres actualizaciones" se conviertan en "cinco" 

Contrariamente iguales|Damianya week 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora