Brillant Sparkle: Side Stories

Emerald Jewel

La vida no ha sido sencilla. Incluso antes de la desaparición de su madre, ha sido solitaria de alguna manera para Adrien, la falta de amigos y personas en su vida lo han dejado con curiosidad e interés de ver que hay más allá en el mundo exterior y dejar esa jaula en la que ha crecido toda su vida sobreprotegido.

Quería amigos e ir a la escuela, ser como esos niños que jugaban en el parque que veía a menudo a través la ventana del auto cuando salía con sus padres, fue algo latente, pero no pensó en eso cuando estaba con su madre y padre, tampoco cuando estaba con Chloe y Felix al recibir las visitas de su tía Amelie y su esposo.

O al menos hasta que su madre desapareció.

La vida nunca se ha sentido más vacía para Adrien desde entonces. De repente se sentía como si todos se distanciaran, primero empezó con su padre, de un día a otro simplemente se alejó de él, luego siguió con su tía Amelie, que dejo de visitarlos tanto que ahora era rara la vez que Adrien la veía, Félix fue algo diferente, al principio trataron de mantenerse en contacto, desafortunadamente, el horario estricto que se planeó para él, los estudios y las sesiones de modelaje como la cara de la marca Gabriel hicieron casi imposible esto, termino distanciándose igualmente de él. Chloe fue un asunto diferente, ella había cambiado con el tiempo, pero Adrien sabía que fue por el hecho de que simplemente quería ser como su madre, así que no la cuestiono, aun así, dolió, ya que no eran tan cercanos como antes.

Tal vez fue por ese motivo solitario en que confió ciegamente en la gente, con la ansiedad de querer tener amigos y no estar solo de nuevo, confinado en su casa. Plagg culpo sobre todo a su padre, a pesar de que Adrien no estuvo de acuerdo, sabía que al menos se debió a la crianza detrás de los gruesos muros de su hogar.

El interior de la mansión se sentía frío y poco cálido tras la desaparición de su madre. Le hizo darse cuenta de que tan grande era el lugar y que tan solitario era sin su madre. Su padre estaba en casa, pero casi nunca lo veía a pesar de que vivían en el mismo lugar.

Cuándo tuvo el permiso de ir a Francoise Dupont, fue como una bendición para él, hubo tropiezos y malentendidos, pero Adrien al menos se encontró haciendo amigos que cada vez era más. Remplazó en todo la soledad y lo lleno con un sentimiento cálido, todavía desea pasar tiempo con su padre, pero al menos tenía a alguien ahí, alguien que no solo vio a Adrien Agreste, el modelo famoso de la marca Gabriel e hijo del diseñador Gabriel Agreste, solo vieron a Adrien, un chico que quería tener una vida normal como el resto.

No importaba los ataques de HawkMoth o las situaciones complejas que enfrentaba, ya sea como Chat Noir o el mismo Adrien.

Todo estaría bien.

O al menos, eso creyó.

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Adrien deliberadamente evito mirar a Nino cuando paso a su nuevo asiento en la parte de atrás, escucho que Lila lo llamo y tuvo que reunir toda su voluntad encogerse al oír su voz, la tensión en el aire era palpable entre todos los presentes, era como si él estuviera acorralado de alguna manera.

Una mano con uñas afiladas tomo su brazo, él no tenía que voltear, sabía quien era y a pesar de que no se veía a los ojos de los demás, el podía sentir como ella apretaba su muñeca, un agarre posesivo y como ella le enterró las uñas en una advertencia silenciosa: Comportate y ven conmigo o lo lamentarás.

Plagg se removió en su bolsillo, enojado, pero instándole que no se rindiera con esta bruja. El conocía sus sentimientos y apreció el consuelo. "Adrien, vamos ¿Porque no te sientas hoy con nosotros?" Sonaría como una invitación inofensiva, pero el agarre en su brazo sugería otra cosa.

Adrien no pudo decir mucho, especialmente cuando escuchó un ruido sordo que lo sobresalto e hizo que mirara hacía atrás, encontrando a Marinette, adolorida en el suelo, juro que vio el pie de Kim asomándose fuera de su asiento antes de que volviera a su lugar. La adrenalina y preocupación hizo que Adrien arrancara su brazo del agarre de Lila y bajara rápido para ayudarla a ponerse de pie.