deep wed › j.jungkook #1 (terminado)

chapter 8.

❝ No está tan muerto como pensábamos.❞

Cinco largos días pasaron desde la violenta muerte de la estudiante Kim Jennie y la desaparición del también estudiante Kim Eunjin, la policía trabajaba en encontrar al presunto responsable de los dos crímenes haciendo todo lo posible pero el proceso era tan lento y no tenían ni una sola maldita pista aún. Eso comenzaba a desesperar a Hoseok, el no saber de su Eunjinie le estaba volviendo loco.

—¿Cómo mierda no tienen ningún indicio? ¡Se supone que ustedes son la maldita policía!—Reclamó Hoseok muy molesto al jefe de policías quien parecía perder también la paciencia en cualquier momento. —Ah, ya recuerdo que hasta un desconocido se hizo pasar por uno de ustedes, ¡Lo hizo en sus narices! Es un departamento policiaco lleno de ineptos.

—Le advierto que si vuelve a insultar al departamento policiaco o a mí será arrestado y procesado, puedo hundirlo por comportamiento agresivo.

—Váyase a la mierda hijo de p..

El teléfono del castaño sonó interrumpiendo la palabrota que iba a decir, frustrado tomó su teléfono y miró mal al jefe de policías una última vez antes de salir por la puerta para responder la llamada.

—¿Hola?—Habló llevándose el móvil hasta el oído, abrió la puerta del coche con sus llaves y entró por ahí.

—¿Hoseok?

—El mismo. ¿Sí? ¿Quién habla?

—Soy Yuna, necesito que vengas con urgencia a la preparatoria, sucedió algo. —Le informó por la otra línea, su voz se escuchaba tan angustiada.

—¿Por qué? ¿Y Eunjinie? ¿Encontraron a mi Eunjin?

Un silencio se presentó por unos cuantos segundos antes de que la voz de la estudiante de preparatoria se escuchara de nuevo.

—No. Seokjin ha venido a la preparatoria y de inmediato la policía lo ha capturado, le harán preguntas porque es catalogado como el primer sospechoso. —Yuna suspiró del otro lado del teléfono un poco enojada con si misma por no creerle a Eunjin que este le seguía, aclaró su voz antes de seguir hablando. —Ni siquiera lo llevaron a una comisaría, están en un salón absolutamente todos y tratan de que Seokjin diga algo acerca de los crímenes.

—Iré de inmediato. —Respondió tajante ante sus ilusiones rotas de que su mejor amiga estuviera de vuelta. —¿Ya le has avisado a Lisa?

—Lisa no me responde el teléfono y sigue sin asistir a clases. —Le dijo con preocupación en su voz a través de la línea, Hoseok apretó el volante de su auto frustrado por todo lo que sucedía. —Estoy pensando en ir a su casa, ¿Puedes acompañarme? Tengo temor de que también le haya sucedido algo.

—Claro. —Hoseok encendió el automóvil listo para dirigirse a la preparatoria en donde su mejor amiga solía estudiar. —Allá te veo.

D E E P  W E B.

—Te lo preguntaré una vez más, Seokjin. ¿Dónde está Eunjin?

El estudiante se encogió de hombros con una sonrisa en el rostro.

—No lo sé, no lo he visto.

—¡No mientas! ¡La estuviste acosando!—Gritó Yuna a lo que el policía le pidió que guardara silencio, Seokjin soltó una risa histérica.

—Tal vez yo no soy al que están buscando en realidad. —Le respondió mirando directamente a Yuna, esta frunció el ceño mirándolo desconcertada.

—Habla claro, Seokjin.

El policía le pidió mientras trataba de no confundirse con las palabras del sospechoso.

Seokjin volvió a reír nuevamente sin responder, de pronto la puerta se abrió abruptamente.

Un furioso Hoseok entró para golpear directamente el rostro del estudiante quien no detuvo sus risas en ningún momento, incluso el policía se estremeció ante tal escena.

—¡Basta, Hoseok! Este imbécil no vale la pena. —Yuna lo tomó del brazo para evitar otra agresión, el oficial se puso de pie sin decir absolutamente nada.

—Este muchacho está totalmente desquiciado. —Habló el uniformado mirándolo, sangre escurría de la barbilla de Seokjin incapaz de limpiarse por sus manos esposadas.

—Por favor, Seokjin. Te lo suplico, ¿Dónde está? Eunjin no lo merece y está asustada, dios.

Hoseok miró a Seokjin con esperanza de que le dijera algo, el estudiante lo miró de vuelta.

—Eunjin me agrada, ella siempre me gustó pero jamás me miró de la forma que quería. —Comenzó a hablar mientras miraba a ambos con una sonrisa, asustaba que todo el tiempo lo hiciera. —¡Me gustó que fuera muy tierna, tan agradable y amable conmigo!

Las tres personas presentes en el salón de clases escuchaban atentamente cada cosa.

—...Sólo diré que Lalisa sabe más de lo que ustedes creen.

—¿Qué?

—¿Lisa? ¿Cómo que Lisa?—Cuestionó Yuna con impresión mientras miraba al suelo, ¿Ella fue el culpable de todo?

—¿De qué mierda estás hablando? ¡Contesta ahora, Seokjin!

Hoseok volvió a acercarse amenazadoramente pero fue detenido por la mano del oficial.

—Es suficiente. Tráiganme a ésa tal Lalisa.

—Pero...Lisa no está bien en estos momentos, durante estos días se ha mostrado de una manera tan extraña. —Le dijo Yuna al uniformado en espera de que comprendiera un poco de la situación. —La muerte de nuestra compañera Jennie le afectó, ella era su mejor amiga.

—Quiero a Lalisa aquí o tú también pasarás a ser sospechoso y cómplice también.

Yuna se mostró sorprendida por la declaración y salió del aula sin decir absolutamente nada más, Hoseok se quedó expectante a lo que haría el oficial con Seokjin.

—Seokjin también es cómplice hasta que se demuestre lo contrario.

El mencionado los miró a ambos fijamente sin decir absolutamente nada, Hoseok no soportó más su presencia y salió del aula también.

D E E P  W E B.
...

—¡Jefe! ¡Tiene que ver esto ahora! Los análisis químicos dieron sus resultados.

El jefe del departamento policiaco se levantó de su asiento para tomar las hojas de las huellas dactilares, abrió la boca con impresión cuando observó los papeles.

—¿Qué ocurre? ¿Señor?

—Ya sabemos quien fue el culpable de la muerte de la joven Kim Jennie. —Informó pasándole el análisis, la policía novata los tomó mirándolos. —Y también del secuestro de la joven Kim Eunjin.

—No puede ser...

—La autopsia ha revelado que fue Jeon Jeongguk, las huellas en varios objetos destrozados coinciden con él pero lo que no me explico es como sucedió, señorita Jisoo.

La chica rubia frunció el ceño dejando lo que leía en el escritorio.

—Jefe, no es posible esto. Jeon Jeongguk murió hace diez años en una pelea callejera, fue brutalmente apuñalado. —Le dijo la rubia al joven jefe enseñándole el expediente y la autopsia del mencionado.

—No está tan muerto como pensábamos.