chapter 18.

212 21 1
                                    

❝¿Tienes idea de cuánto te estuve buscando? No vas a volver a alejarte de mí, te perseguiré por toda la eternidad. Cada paso, cada suspiro tuyo me pertenece, Kim Eunjin.❞

D E E P  W E B.
...

—Ella escapó.

El silencio inundó en el teléfono, Park se sobó el cuello sintiéndose tenso y preparándose mentalmente para lo que venía. Seokjin lo miraba atentamente con una sonrisa burlona entre sus suaves labios, el sótano se encontraba cerrado únicamente con los dos hombres. A Seokjin comenzaban a dolerle las muñecas por las cuerdas rasposas pero no le importaba en lo absoluto, no había dejado de reír desde que Eunjin había escapado.

—¿Qué mierda, Park? ¡Dime que estás bromeando!

La dura voz de Min se hizo presente pero no logró intimidar al caníbal, él no le tenía miedo a un simple empresario con matones. Fácilmente podría asesinarlos sin ningún problema.

—Eunjin escapó. ¡Me estampó una lámpara en la cabeza! ¿¡Puedes creerlo!? ¡La manzanita resultó ácida y tóxica!—Expresó con enfado tocándose la herida fresca en la nuca, Seokjin soltó una risa histérica desde atrás.

—¿¡Qué diablos le hiciste, imbécil?! ¡Por algo escapó!

Park rió ante el recuerdo de los dulces labios de su manzanita, inconscientemente se tocó sus propios labios y después sonrió en grande sintiéndose orgulloso.

—Sólo le dí un pequeño besito y unos cuantos manoseos, lo normal. —Declaró entre suaves risas, era extraño lo rápido que su humor cambiaba. Las risas de Seokjin tampoco se detenían, eso comenzaba a fastidiar al caníbal que furioso le gritó. —¡Cállate a la mierda, niño idiota!

—¡Ni siquiera asesinaste a Seokjin! ¿Acaso no puedes hacer nada bien?

—¿Y a ti qué diablos te importa, sucio empresario de cuarta? Lo mataré cuando yo quiera hacerlo, aún tengo muchas reservas de carne para mi restaurante y para mí mismo.

Seokjin había parado de reír escuchando atentamente las palabras del hombre que tenía al frente, ¿Acaso dijo que servía carne? ¿Lo hacía en su propio restaurante?

—¡Tu asqueroso restaurante será clausurado y te haré la puta vida imposible si no lo encuentras, Park! Te lo juro.

—Ni te atrevas. La industria gastronómica de Tentation's Park es mía, fue el legado de mi padre y antes de que tú siquiera pienses en hacer algo yo mismo te sacaré los ojos y prepararé un omelette con ellos. —Expresó apretando el teléfono de más, estaba tan furioso. Su mandíbula se encontraba ejerciendo presión y probablemente le dolería después pero eso no importaba.

Seokjin abrió sus ojos aterrado al escuchar tal declaración, ¿Acaso ése restaurante famoso era de él? ¡Había ido tantos fines de semana con sus papás antes de que se fueran de viaje! ¡Había disfrutado la comida! Aún puede escuchar decir a su madre que la comida estaba deliciosa, que el sabor era exquisito y delicado. Su boca probó tantas veces la comida de Park sin saberlo, la comió también siendo obligado por el hombre y por si no fuera poco también probó los asquerosos labios de Park Jimin.

—J-Joder. —Logró articular antes de terminar vomitando todo lo que tenía su estómago, Park frunció el ceño mirándolo con desagrado.

—Adiós, Min. Ya te dije que lo buscaré, ahora no te atrevas a llamar de nuevo que ya son dos teléfonos destruidos por tu maldita culpa. —Le dijo con enfado y después de eso la llamada finalizó, dejó caer el teléfono al suelo para después pisarlo con fuerza. —¡Maldición, Kim Seokjin! ¿No pudiste guardarte un poco más el desayuno? ¡Era el mejor que hice!

El estudiante se removió intensamente en la silla intentando con todas sus fuerzas lastimarse, el caníbal miraba fijamente cada acción comprendiendo lo que sucedía. Seokjin cayó junto con la silla al suelo, la madera se partió de abajo y aún así el adolescente no se detenía en golpearse la cabeza contra el suelo.

Estaba teniendo una crisis y Park parecía disfrutar de su sufrimiento.

D E E P W E B.
...

Eunjin corría por el extenso bosque sin detenerse ni una sola vez, sólo le importaba salir de aquel sitio con el hombre que tanto le aterraba. Había dejado a Seokjin, sí, pero él se aseguraría de ir con la policía y decirles el lugar. Lo ayudaría después de que ella escapara primero. Su respiración se volvió agitada por el cansancio que comenzaba a sentir, sus pies dolían. Llevaba corriendo casi una hora y parecía no encontrar la salida del bosque, era como un gran laberinto y estaba a punto de tener un ataque de ansiedad ahí mismo.

—T-Tengo...que salir de aquí. —Muy apenas logró articular entre balbuceos, el aire comenzaba a faltar en sus pulmones y se le dificultaba respirar por la crisis de ansiedad que comenzaba a experimentar.

Eunjin se detuvo de golpe y dejó de correr, caminó entre torpes pasos hacia uno de los árboles y sin poder siquiera mantenerse de pie se dejó caer al suelo.

—¡No, no, no! Ahora...no. —Negó efusivamente jadeando por un poco de aire, las lágrimas comenzaban a bajar por sus mejillas. El llanto se hacía presente y no paraba de cesar, estaba tan aterrada y solo en ése gran bosque. El temor de ser encontrada por Park era muchísimo, no quería estar cerca de aquel hombre nunca más.

La pelirroja no podía calmarse y eso comenzaba a afectarle, la ansiedad la comía viva y ella no sabía que hacer. El aire se extinguía rápidamente haciendo más difícil su respiración.

—¿Eunjin? ¿¡Eunjin?!—Una ronca voz masculina se hizo presente y entonces lo vió, la pelirroja notó al hombre que había conocido primero. Al hombre que había muerto por ella, Jeongguk estaba ahí corriendo hacia a ella.

—¡Oh, maldición! ¡Eunjinie!

Yuna y otro chico rubio que no era conocido para Eunjin también estaban presentes, Jeongguk los miró con seriedad pidiéndoles que retrocedieran de la zona. Abraham rápidamente se alejó un poco dándoles espacio mientras que Yuna parecía no estar de acuerdo.

—¿Qué? ¿No entendiste? ¡Lárgate ahora, Perra!

Yuna tragó saliva observando el deplorable estado de su pequeña compañera de clases, notó los brazos de Jeongguk aferrándose a Eunjin y por un momento pensó en sacar la arma de su pantalón y terminar con todo ahí mismo. No obstante, cerró los ojos negando y se alejó del lugar para reunirse con Abraham.

—Hey, preciosa. ¿Me escuchas? Necesito que te calmes ahora o entonces vas a desmayarte, no estás tomando aire. —Le dijo Gguk con sus fuertes brazos aún aferrados al tembloroso cuerpo de la chiquilla, al no tener una respuesta procedió a tomarla de las mejillas obligándola a que lo mirase. —Mírame. Vas a respirar ahora porque te lo estoy ordenando, ¿Entiendes? Cálmate de una puta vez.

Fallando nuevamente Gguk se tocó con frustración el puente de la nariz y con enojo estampó sus labios con los de ella en un beso profundo, la respiración de Eunjin volvió a la normalidad lentamente. Yuna y Abraham observaban todo desde atrás, la primera apretaba sus puños con furia intentando calmarse.

—¿Tienes idea de cuánto te estuve buscando? No vas a volver a alejarte de mí, te perseguiré por toda la eternidad. Cada paso, cada suspiro tuyo me pertenece, Kim Eunjin.

Y la pelirroja con temor se aferró a su cuello abrazándolo de manera desesperada.

deep wed › j.jungkook #1 (terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora