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—¿Crees que esto se me vea bien?

Ning subió su vista del celular y observó a su mejor amiga, hizo una mueca inconforme y Winter resopló dejando la blusa de nuevo en su cama.

—Ponte cualquier cosa, de todos modos hasta con una bolsa de basura le vas a encantar a Jimin.

—N-no, no es así...

Winter tenía una cita con Karina y por fin la invitó solamente a ella, no fue una salida de cuatro, no más de esas tonterías. Al menos eso creía NingNing.

—Por supuesto que sí.— Dejó su celular sobre el colchón y fue hasta la de cabello corto. Entonces comenzó a ayudarla con su vestuario, después de horas lograron terminar.

La mayor dio vueltas con el vestido de flores que Yizhuo le indicó que era el ideal, iban al lago. Era verano, por supuesto algo fresco le vendría bien.

—Pasé de Winter a Summer.— Murmuró con una leve risa al final, risa que acompañó la menor.— Tenemos el humor roto.

—En teoría, sí.— Concordó Ning seriamente, aunque se volvió a reír al instante.— Me cuentas cómo te fue, debo irme, tengo un pendiente de business.

—Uh, claro. Ve con cuidado, hablamos luego.

...

Mientras salía de la casa de Minjeong, se coló sus audífonos y puso a un nivel moderado el volumen, aunque al poco tiempo le subió en su totalidad. Sintiendo el canción fue tarareando mientras caminaba y veía el paisaje de regreso a casa.

Una mano la sobresaltó y no dudó en golpear a quién fuera esa persona.

—¡Oye!

—¿Aeri?

Se quitó un audífono y bajó el volumen para escuchar mejor a la chica. Hoy no deseaba verla, era su fin de semana libre de Uchinaga, y se la encuentra a mitad de la vereda.

—Te estaba hablando, creo que no me notaste, bueno, traías audífonos e ibas cantando muy lindo, y... Ja ja, ¿cómo estas? —Se golpeó mentalmente por lo patética que se había escuchado. Solo Yizhuo la ponía nerviosa.

—Estaba bien hasta que te vi.— Contestó seca, pero se corrigió viendo la cara incómoda de la mayor.— Estoy bien, no me mires así. ¿Vives por aquí o...?

—Iba pasando, ¿tú vives por aquí? —Preguntó con interés, la menor asintió con cautela. Giselle desde hace un par de días andaba muy rara.— ¿Puedo acompañarte? Digo, la zona está algo solitaria y yo solo decía.

—Está bien.

—¿Qué? ¿En serio? —Preguntó atónita sintiendo su sonrisa agrandarse cuando la castaña hizo un sonido de confirmación. Estaba por tomar su mano, pero se detuvo.

Yizhuo notó aquel detalle, Aeri se dio cuenta que la incomodaba con tocarla así que no lo hizo. Ese gesto sorprendió a la menor, quién le hizo un ademán para que caminaran.

...

—Entonces murió por una estúpida bala después de superar muchas formas más épicas de morir, murió de una forma patética.

—Uchinaga, ¿era necesario spoilearme el libro? —Bramó Ning arrebatando dicho libro de las manos de la pelinegra.— Aún iba en el segundo.

—Eres lenta, tiene años que terminó. Si no era yo, otra persona te habría arruinado el final, aunque no te he dicho lo peor y es que cuat-

—Basta, Giselle.—Exclamó poniendo su mano en la boca de la susodicha.— No te debí dejar entrar a mi departamento.

—Oh vamos, solo bromeaba. Eso no le sucede.

—¿En serio? —Preguntó incrédula la menor.

—Ah, bien. Sí sucede, pero no te dije cómo.— Intentó justificarse, Yizhuo colocó en el estante de regreso dicho libro.— No te enojes, ¿sí? No tenía idea.

No se dio cuenta de la cercanía de la mayor en su espalda, un escalofrío recorrió su columna y tragó duro.

—Está bien, no importa.— Esperó que Giselle se moviera y luego de unos minutos que parecían horas lo hizo.

Había dejado entrar a la mayor luego de llevarla hasta su casa, pensó en ser amable. Al menos ese día, y se maldijo que por fin esas dos tenían una cita a donde no fue obligada a ir, pero que aún así terminó pasando la tarde con Aeri.

Pareció recordar algo, y maldijo.

—¿Qué pasó?

—Tengo un pendiente, lo había olvidado. Maldición, odio las clases en inglés de negocios...— Esa pareció la oportunidad de Aeri de acercarse más a ella.

—Oh, puedo ayudarte si gustas. Ya sabes, voy más adelantada y bueno, no es por presumir pero sé del idioma.— Un aire de arrogancia adornó su ofrecimiento, Ning lo pensó. Aceptar sería interactuar más con ella, y por ende, acercarse más hasta que eso volviera a pasar. Iba a negarse cuando ese pensamiento cruzó su mente con descaro.— Insisto, en serio deseo ayudarte.

—Está bien, pero si salgo baja te culparé.

—No pasará, pero aceptaré la amenaza.

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Gracias por leer 🤝

Meant To Be Yours || NingSelle G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora