Prologo.

3.2K 158 53
                                    


Fue una larga votación, pero finalmente acabó y estoy complacido de decir que esta historia salió como una de las dos ganadoras.

Antes de comenzar, me gustaría hacer algunas aclaraciones:

El primer punto es que a mi me gusta el emparejamiento lento, pero en esta ocasión me gustaría desarrollar algo diferente. No digo que Aether y Ei serán pareja desde el inicio, ya que obviamente quiero construir bien su relación. Eso sí, creo que entre los primeros 15 capítulos ya deberían ser pareja.

Podría decirse que esta historia se divide en dos fases. Primero la construcción de la relación entre los personajes, y después viene una gran cantidad de acción y batalla (aunque los primeros capítulos tendrán una pequeña muestra de lo que será esa segunda mitad de la historia).

Otra cosa es que puede haber contenido sexual si así lo desean ustedes. Por lo general, me gusta tener este tipo de escenas, pero en esta ocasión prefiero dejarlo a la opinión de ustedes.

Por último, recuerda que esta historia comenzó oficialmente en la 4.1 de Genshin Impact. Las futuras modificaciones que puedan hacerse en la historia cannon o diferentes agregados obviamente no se verán reflejados aquí. También debes tener en cuenta en que época esta ambientado el desarrollo inicial de esta historia, porque eso puede significar que ciertos personajes nunca aparezcan simplemente porque no tuvieron influencia real durante el fin de la tiranía de la Shogun Raiden.

Sin más dilación, comencemos.

¡Disfruta!

PROLOGO: RAYOS INSUPERABLES.

La Isla Narukami...

Aquella isla que albergaba a la gran Ciudad de Inazuma.

Aquella ciudad que permanecía en completo silencio, al igual que Ritou y la Aldea Konda, incluyendo a la mismísima hacienda donde vivía la Familia Kamisato.

Toda la Isla Narukami estaba en completo silencio, como si la gente tuviera miedo de irrumpir la gran autoridad que había ejercido su Gran Majestad Electro desde tiempos inmemorables.

De hecho, lo más probable es que el silencio no se debía al miedo...

Era el respeto.

El enorme respeto que infundía la Shogun Raiden se expandía a lo largo de toda la región.

Así es, nadie le tenía miedo. Solo la respetaban...

Pero...

¿Ha que clase de respeto se estaban sometiendo?

¿Quizás la gran Ciudad de Inazuma se había quedado estancada en esos deseos y tiempos que se esfumaron hace más de 500 años?

Aun así, no todos pensaban de esa manera. No todos querían quedar marginados a una supuesta utopía que solo se ajustaba a los caprichos de una Diosa que hacía mucho tiempo había sido abandonada por su felicidad.

Una felicidad que aun quería replicar con su concepto de la Eternidad, atándose a un pasado que nunca más iba a regresar...

Por esa misma razón, el viento que recorría toda la Isla Narukami siempre se encargaba de susurrar por debajo de ese silencio. Lo suficientemente bajo como para que nadie los escuchara.

Esas pequeñas ventiscas venían desde la cima de una gran montaña. Una montaña que podría ser tan o incluso más importante que la misma Ciudad de Inazuma, y eso era así a causa del majestuoso santuario que se alzaba en lo más alto de esta, siendo acompañado por un gigantesco y brillante Cerezo Sagrado que infundía una gran presencia en aquel lugar.

El Colapso de la EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora