Capítulo 16: ¡Natlan, la Nación de la Guerra!

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¡Aquí me presento con un nuevo capítulo!

De nuevo vamos con otro capítulo extra. En esta ocasión, me gustaría darle las gracias a Benio y Alciel, quienes pagaron una membrecía y decidieron elegir esta historia para continuar con las actualizaciones consecutivas.

Sin mucho más que agregar, es momento de comenzar.

¡Disfruta!

"¿Cuánto tiempo más tendremos que esperar?" Preguntó Paimon un tanto cansada mientras observaba el horizonte.

"Deberías trabajar un poco en tu paciencia." Le respondió Shinobu sin prestarle mucha atención.

Todos se encontraban esperando en el puerto de Ritou. De hecho, la vista era bastante curiosa, ya que el sitio estaba completamente abandonado y parecía haber sido saqueado hace un tiempo. El polvo reinaba en aquel lugar junto con las hojas desordenadas, el puerto estaba algo descuidado y la falta de barcos era más que evidente.

La mayoría estaban esperando la llegada del barco, pero Ei era la única que se encontraba observando el lugar, que parecía un pueblo fantasma. Que el sitio se encontrara de esta manera obviamente la afectada, aunque lo ocultaba muy bien.

Su más vieja amiga pareció percibir esa leve melancolía en su Arconte, por lo que no tardó en actuar cuando colocó una mano sobre su hombro.

Ei miró a Yae y le entregó una leve sonrisa ante el gesto, indicando que se encontraba bien.

"Es increíble que no nos hayamos encontrado con ningún monstruo en este lugar." Comentó Aether, quien se puso al lado de ambas mujeres. "Si todo sigue yendo así de bien, entonces deberíamos llegar a Liyue en la tarde." Comentó Aether, viendo como Paimon se posicionaba a su lado.

"¿En serio ella tiene que venir con nosotros? ¿No crees que una Arconte debería cuidar personalmente de su gente?" Preguntó el hada flotante con una mirada interrogante.

Grave error.

Ei le entregó una mirada de muerte, haciendo que Paimon se ocultara detrás de su mejor amigo.

"Será mejor que no intentes hablar con ella. Aún sigue muy enojada por el plan que propusiste aquella vez..." Le susurró Aether con algo de nerviosismo, ya que Ei realmente podía dar mucho miedo si se lo proponía.

"¡Oigan, ya vienen!" Itto cortó el pequeño momento de tensión cuando saltó como un loco y se acercó al borde del puerto, haciendo que todos miraran en su dirección.

A lo lejos se comenzó a ver como un barco emergía desde el horizonte, aproximándose más y más a la bahía.

Todos se acercaron a los escalones de madera con una sonrisa, observando como el imponente barco se hacia más y más grande. Pronto pudieron distinguir como había una persona en la proa, saludando con mucha energía.

Evidentemente, esa persona no podía ser otra que Beidou.

Itto contestó al instante con su usual energía, y sus camaradas lo siguieron. Kazuha apareció detrás de su capitana y respondió al saludo con una sonrisa, mientras que diferentes piratas se detenían a mirar a sus viejos invitados.

"Con esto va siendo hora del momento de despedirse." Comentó Gordi, quien observó el grupo para esperar las reacciones.

Estas fueron muy variadas, ya que Itto se puso un poco triste ante la idea de separarse de Kuki y del resto de su banda, mientras que Yae y Ei tan solo respondieron con un asentimiento, como si estuvieran acostumbradas a esto.

"Gordi, recuerda que si necesitas ayuda siempre puedes llamarnos." Comentó Aether, quien se puso enfrente de la figura adeptica para despedirla.

"No te preocupes. Con ellos cerca, no será necesario que vuelvas." Aclaró Gordi cuando enfocó su mirada en Yae, Kaeya y Shenhe.

El Colapso de la EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora