Episodio 6

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Al fin es Lunes. De verdad ya no quería estar en mi casa atormentándome.

Llegando a la escuela vi a Osvaldo, quería correr a abrazarlo pero no era lo indicado...

Me dirigí hasta él y solo le hable.

—-¡Hola! ¿Estás bien? No te vi desde lo que paso...

——Hola miri, si, emm... Me fui en el primer helicóptero y llegue al D.F a hacer unas cosas, perdóname si no te espere miri lo siento.

—-Si no te preocupes Osvaldo...Con tal de que estuvieras bien.

—-Bueno, te acompaño a tu salón.

los 2 nos encaminamos al salón y pasamos enfrente de una de las televisiones de la cafetería, estaban pasando al Popocatépetl en plena exhalación. Mi corazón latía a mil por hora.

—-Dios mio...

esto se estaba saliendo de control y no podía permitir que más gente muriera... Tenía que salvarlos, tenía que salvar a Carmen.

—-¡Osvaldo!—-Dije sobresaltada—-¿A cuánto queda el Popocatépetl de aquí?

—-Son 55 kilómetros, 45 minutos o una hora. ¿Porqué Miri?

—-Necesitare tu ayuda...¿Podemos ir en tu auto?

—-Claro Miri, amo irme de pinta—-Dijo guiñando un ojo—-.

Salimos sin llamar mucho la atención del instituto. Llegamos hasta un Mito negro.

—Miri...¿Podrías manejar tú?—-me extendió las llaves—-.

—-Am.. Claro—-cogí las llaves—-.

Partimos rumbo a la carretera, Osvaldo no se inmuto, él tenia la vista clavada al frente.

—-¿Osvaldo?

—-Ha...¿Sí?

Al parecer interrumpí un importante debate en sus pensamientos.

—-¿Cómo evitas la erupción de un volcán?


él rió

—-No creo que eso sea posible de evitar nena...—-Me acarició la mano con compasión—-.

—-¡Desagüe!—-la palabra se me vino mágicamente al contacto con su mano—-El magma se acumula en el subsuelo podríamos cavar un hoyo y desviar la lava—-.

Osvaldo me miró escéptico.

—-Tendremos que conseguir una maquina...No te preocupes nena, yo me encargo de que al llegar, allá este la maquina. Pero ¿Podrías prestarme tu teléfono?

Le di mi celular y él inmediatamente empezó a teclear unos números y empezó a hablar con alguien.

Vi el señalamiento de que faltaban 33 kilómetros para llegar ¿Cómo podría Osvaldo hacer que la maquina llegué a tiempo? ¿Nosotros llegaríamos a tiempo ?Luego recordé que había un enorme "Bosque" antes de llegar al volcán... Y a pie tardaríamos años, y es muy peligroso pero eso no importa ahora, tengo que arriesgar al hermoso Mito de Osvaldo a pasar por ese bosque. Aceleré el mito, es un precioso auto de carreras.

—-Listo miri, la maquina estará ahí antes de que lleguemos.

—-¿A quien llamaste?

Por un momento Osvaldo dudó de su respuesta.

—-A... Un jefe de arquitectura.

—-Ah...

cada vez faltaba poco y pude ver al Popocatépetl de lejos, nos íbamos acercando y vi el bosque que tendríamos que atravesar. Había un solo guardia, pero al momento de entrar el me vio.

Se interpuso entre nosotros pero yo logré esquivarlo, Osvaldo estaba agarrado del techo y me veía anonadado.

—-¡WOAO!—-grito—-¡Yuju!

Yo lo vi igual de sorprendida fue increíble como esquivaba los árboles.

—-¡Eso nena! Solo no dejes de acelerar.

Le hice caso, el guardia no tardaría en pedir refuerzos por lo que tenía que,apresurarme.Se me pusieron blancos los nudillos.

El bosque era eterno pero finalmente dimos con los pies del volcán.

Me baje y Osvaldo me siguió, inmediatamente vi la maquina, era muy grande, una especie de camión con una enorme garra.

—-Osvaldo....

—-¿Sí?

—-No hay nadie...

—-Por ahí ha de andar.

—Bueno, ¿Cómo manejare esto?

—-no, no, no miri. Eres tan frágil, no quiero que te hagas daño.

—-Osvaldo, esto es asunto mio, ayúdame a subir.

Él me miro dudoso pero accedió.

Osvaldo se subió y abrió la puerta. Me cargo hasta que alcanzara el asiento entramos.

—-Bien ahora que hago.

—-Que valiente nena, primero baja esta palanca—-fui haciendo lo que me decía—. La garra iba bajando y yo me sobresalte

—-Ahora pulsa este botón.

la garra se clavó en el suelo y cavo un profundo hoyo, la maquina era de calidad. Muchos guardias llegaron.

—-¡Bajen de ahí ahora mismo!—-grito un tipo con un altavoz—-

no tenía tiempo para discutir asi que cavé un segundo hoyo y asi hasta formar una línea, donde la lava se estaba desbordando, ¡Estaba funcionando! La lava se desbordaba rápido, entre nosotros había un rio subterráneo de lava. El volcán empezó a exhalar.

—-¡Bajen ahora!

los hombres se agacharon.

Osvaldo me cargo y bajamos juntos, nos agachamos y el volcán aventó cenizas y nadamas. ¡Si! En mi interior di muchos brincos. Quedamos espolvoreados de cenizas y ya . Osvaldo y yo nos abrazamos y antes de que los guardias se volvieran, subimos al Mito y dimos la vuelta rumbo al D.F

Premoniciones de cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora