Capítulo 2: La pijamda.

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MARIZZA.

Manu se había ido después de comer con nosotros, yo solo esperaba a que llegaran mis amigos para la pijamada. No sin antes escuchar el sermón de Franco.

Como me jode que se crea mi papá.

A pesar de que no veía a mi papá desde hace casi un mes, yo jamás iba a aceptar a colucci para que ocupara su lugar. Y no me pueden juzgar, creanme, NADIE quiere a Franco como padre. No sé cómo la hueca de Mia lo soporta tanto, yo ya hubiera cambiado de identidad.

-No sé si sea buena idea que ese muchachito se quede a dormir, mi amor.-Le dijo Franco a Sonia.

-Ay, no seas paranoico, culluci, nosotros vamos a estar acá para cuidarlos.-Respondió mi vieja re tranquila.- Ademas confío en que mi cielita no hará nada inapropiado en mi propia casa, ¿no, Marizzita?.-Yo bajé mi teléfono y la miré con una inocente sonrisa.

-Por supuesto que no Mami.-Fui hacia ella y la abracé.- Entonces...¿el sábado se van a un hotel?

-¿Que decís cielita? ¿Para que iríamos a un hotel si tenemos una casa?.-Me preguntó, pero antes de que pudiera responder el sonido de una celular nos interrumpió.- Es el mío.-Dijo tomando su celular y contestó.- ¡Pepa! ¿Cómo estás? Milagro que me llamas, me tenes muy abandonada. Ay, nada de eso, nunca se me olvidaría. Si, si, Marizzita está re bien, como siempre, la rebeldía la consume. ¡Bueno, esta biennn! chau.

-¿Que quería, mi amor?.-Le preguntó Franco.

-Tengo una junta re importante el sábado por la noche, me llamó para que no lo olvidara.-Dijo sin importancia.- Bueno, ¿en que estábamos?

Todo siempre sale como queres.

-En que sos la mejor mamá del mundo y me dejarás hacer mi pijamada.-Dije sonriendo.

-Bueno, entonces vos y Miita hacen su pijamada mientras culluci y yo nos vamos a ver una película al cuarto.

-¿Que? No, no y no.-Dije negando con la cabeza.- YO haré una pijamada con MIS AMIGAS.

-Cielita no seas malita, deja que Mia se una a su pijamada, así se hacen amiguitas todas.-Tomó un mechón de mi cabello y lo paso detrás de mi oreja.- O sino no habrá pijamada y ya.

-¡No podes obligarme a eso! A mis amigas no les caen bien las huecas como ella.-Dije fingiendo llorar.- ¿Le harás esto a tu ÚNICA hija?

-Ay, Marizzita, no seas dramática.

-¡Ya les avise a mis amigas!.-Gritó Mia bajando las escaleras hasta llegar a la cocina con nosotros.- ¿Tenes todo listo? Deje tu cuarto re fashion par la pijamada.

-Vos no estás invitada.-Le dije indiferente y camina a la sala con todos detrás de mí.

-Tienen que aprender a compartir, Marizza.-Intervino colucci.- Serán como hermanas muy pronto, no pueden vivir peleando.

-¿A vos quien te preguntó?.-Le respondí a la defensiva ganándome una mirada fulminante de parte de mi vieja.- No quiero que este de chusma con mis amigas, es nuestra última pijamada.

-¿Excuse me?.-Habló Mia ofendida.- Sin mi, tu pijamada sería un asco total, nena.

-Marizzita, es tu única opción.-Dijo mi vieja esperando mi respuesta.

Te tienen amarrada Marizza, no queda otra.

-¡Está bien! Que se quede.-Puse los ojos en blanco, mientras los otros tres celebraban como si se hubieran ganado la lotería.- PEROOO.- Grite llamado su atención.- Es mi pijamada, y vos sos la invitada, ¿entendido?

Obsesión ~Pablizza~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora