MARIZZA.Después de 5 minutos de estar buscando, me rendí y me dispuse a disfrutar de mi fiesta. Me adentre a la cocina en busca de algo refrescante que ayudará a aclarar mi mente.
Tenes que dejar de pensar en él.
Desde que vi a Pablo no podía dejar de pensarlo, me daba vueltas una y otra, y otra vez. Vacíe todo el líquido que tenía mi vaso, tratando de borrar su cara de mi mente. De pronto la presencia de alguien a mi lado me hizo despertar del pequeño trance en el que estaba metida.
-Esto no es lo mío.-Soltó de repente.- ¿Vos so Marizza no?
-Si, ¿y vos sos...?
-Lujan Linares.-Dijo soltando un suspiro.- Una amiga me obligó a venir y ahora me tengo que bancar a todos estos chetos.
-Asi que vos sos la famosa Luján.-Dije pensando en la piba que Mia me pidió que sacara, no me dijo su nombre, ni cómo era, pero sabía que era ella.
-¿Famosa?.-Alzó una ceja.- Claro, la princesita te dijo que la molesto, ¿no?
-Peor que eso.-Reí.- En fin, ¿quien te obligó a venir?.- No tenía ganas de hacer bardos y la piba se veía re copada.
-Luna, una compañera de pieza.-Dijo rodando los ojos.- ¿Segura que sos hermanastra de esa rubia? Sos más copada que ella.
-Bue, tampoco digas así, aún no la considero mi hermanastra.-Dije riendo.- Pero obvio soy más copada que ese cacho de pelo.
-¡JA! Cacho de pelo.-Repitió divertida.- Tenes que ser mi amiga.
-Con gusto.-Dije chocando loa cinco con ella.- Che, ¿vos lo conoces?.-Dirigí mi vista a Pablo, quien estaba viéndonos con la mandíbula tensa, como si estuviera molesto.
-¿A Pablo?.-Preguntó mirando lo mismo que yo.- Si, es re careta. Re inmaduro, nenito de papá, vos sabes.
-Ya.-Dije tomándome otro trago de una.- Esto es una fiesta, vamos a bailar.-Tome a Luján del brazo y la lleve al centro de la pista.
-No estás acostumbrada a tomar, ¿no?.-Preguntó divertida y yo negué sin dejar de moverme al ritmo de la música, tratando de no chocar con los demás que también bailaban.
-¡Luji!.-Gritó la voz de una piba detrás de mí.- ¿Vos bailando? ¿Que le diste?
-Mira, Luna ella es Marizza, Marizza ella es Luna.-Nos presentó Luján, le sonreí a Luna y ella me devolvió la sonrisa.
-¿Marizza, la hermanastra de Mia?.-Preguntó y yo asentí confundida, ¿como es que todos sabían de mí?
-Mia no para de hablar de vos, se nota que te re quiere.-Tomando una bebida que se veía re bien.
-No lo creo.-Dije en voz baja.- ¿Donde conseguiste eso?.-Apunté su vaso.
-Manuel los está preparando en la cocina.-Respondió casi gritando por lo fuerte que estaba la música.
-¡Ya vengo!.-Les avise y me dirigí a donde estaba Manuel.- ¡Manuu!
-Ey, ¿Que pasa.-Me preguntó con una sonrisa mientras revolvía algunas bebidas.
-¿Que hacés nene?.-Me senté sobre la barra casi frente a él.
-Unos tragos, ¿quieres?.-Me ofreció un vaso y yo lo acepté. Manuel dejó de hacer lo que estaba haciendo, y recargó sus brazos a los lados de mis caderas para poder hablar mejor.- ¿Que tal te la estás pasando?
-Re bien, ¿y vos?
-Bien, la verdad eres buena organizando fiestas.-Dijo.- Bueno, no tanto como yo, pero lo eres.