Cap 7: Borrachos.

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MARIZZA.

Todo salió re bien, ni mi vieja, ni Franco se enteraron de nada. Al día siguiente todos se fueron, Pablo intentó hablar conmigo, pero me metí a mi pieza hasta que se fueron, no me sentía capaz de hablar sobre eso. Mi cabeza estaba por explotarme, Mia me trajo unas pastillas para el dolor junto a una bandeja con el desayuno.

-Gracias hueca.-Le agradecí sentándome en la cama, y recargando mi espalda sobre la cabecera.- Ya te podes ir.

-No me iré hasta que me cuentes qué pasó con Pablo.-Dijo re seria.

-¿Que?.-Me atragante con la comida.

-Lo que escuchas, quiero que me contes TODO.-Se sentó frente a mí.- Mirá Marizza, Vico es una de mis mejores amigas desde que éramos unas nenas, y no me gustaría saber que vos y Pablo...

-¡Está bien! Te dire todo.-Solté con la culpa comiéndome por dentro.

-Dale, te escucho.-Dijo Mia, algo nerviosa.

FLASHBACK.

Después de que Pablo me pidiera las pastillas, subimos a mi pieza. Cerré la puerta y me acerqué a él.

-Creo que las tengo por aquí.-Dije mientras buscaba las pastillas en un cajón al lado de la cama. De pronto sentí la respiración de Pablo en mi cuello, me tensé al sentirlo tan cerca de mí.

-Tengo una idea mejor para que se me pase el dolor.-Susurró en mi oído haciéndome estremecer. El alcohol no me dejaba pensar claramente, solo podía pensaba en nosotros, SOLOS, en mi pieza.

-¿Que hacés?.-Le pregunté cuando sentí sus manos rodear mi cintura. Me dio vuelta dejándome frente a él, bajo sus manos hasta llegar a mi culo y apretarlo, acercándome más a él.- Pablo...Ahh.-Volvió a acercarme a él, rozando su entrepierna con mi intimidad.

-Déjate llevar.-Dijo antes de atrapar mis labios en un beso lleno de desesperación.

-Nos escucharán.-Susurré separándome unos centímetros de su boca, pero volví a juntar nuestros labios.- Esto está mal.-Volvi a hacer lo mismo, pero esta vez lo besé con más ganas que antes.

-Sí vos queres, no está mal.-Dijo de la misma manera, volviendo a unir nuestros labios apenas dejó de hablar. Paseo sus manos por mi espalda, mientras yo recorría su cuello con las mías. La necesidad de tenerlo MAS cerca era cada vez más fuerte. Pablo dejaba besos por mi cuello y me conducía hacia a la cama. Me dejó caer de espaldas sobre la cama, para subirse arriba de mí, sin dejar caer su peso sobre mí. Nos di la vuelta, quedando yo arriba de él, y comencé a moverme sobre el bulto que se veía a travez de su pantalón, que parecía que estaba apunto de explotar. Pablo soltó fuertes gruñidos mientras me tomaba de las caderas para ejercer más fuerza en mis movimientos.

-Tengo que preguntarte...Mmm.-Dijo con dificultad. Nos giró nuevamente para quedar arriba de mí y dejar besos por mi cuello antes de alejarse un poco y mírame a los ojos, sus hermosos ojos celestes penetrando los míos con un brillo que no podía descifrar.- ¿Sos virgen?

Mierda, ¿como pude olvidar eso?

No sabía porque mierda, pero había olvidado por completo que era VIRGEN, nunca había cogido con nadie y no estaba pensando en que mi primera vez seria con un completo desconocido, amigo de mi hermanastra y borracha.

-Sí.-Dije dejando caer mis manos a mis lados, dejando de acariciar su espalda. Pablo se quitó de encima mientras intentábamos normalizar nuestra respiración.

-Ahora tengo que pensar en algo para que esto se baje.-Apunto su entrepierna y reí.- ¿Que es esto?.-Mire a donde miraba Pablo, había una jaula que claramente no era mía.

Obsesión ~Pablizza~ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora