MIA.-¡Seguro está con esa zorra!.-Gritó Vico re molesta, refiriéndose a Marizza.
-Bueno, pará que tampoco es para tanto.-Le dije un poco molesta por cómo se refería a Marizza.- Yo te ayudo a buscarlo, seguro se perdió.
-Eso espero, y más le vale no me esté poniendo los cuernos con esa.-Dijo con el mismo tono.- Yo le preguntaré a Tomas.
-Sí, yo lo busco arriba.-Dije un poco nerviosa mientras veía a Vico hablando con Tomas.- Tenes que ir por él Mia.
Subí las escaleras algo indecisa, sabía de lo qué Pablo era capaz y Marizza borracha no tomaba las mejores decisiones. Me detuve frente al cuarto de Marizza y me incliné a la puerta para poder escuchar algo.
-¡SÁCALO!.-Gritó Marizza.- ¿ME QUERES MATAR?
-Pará, tampoco es tan grande, no te matará.-Respondió Pablo con un tono más tranquilo.
¡Que asco! Esto no se lo podes contar a Vico, Mia.
Sin escuchar más, bajé las escaleras para buscar a Vico y mentirle descaradamente.
-¡Mia!.-Gritó Manuel caminado hacia mí.- ¿Has visto a Marizza?
-E-Ehh.-Pense en una mentira rápida.- Estaba en el jardín cuando la ví, ¿para que la buscas?
-Queria preguntarle, ¿en donde pongo el caballo que pidió?
-Ahh, ponelo por el jardín.-Respondí tranquila, hasta que analice lo que me dijo.- ¡¿CABALLO?!
-Sí, llegó un caballo y lo dejaron afuera.-Apunto al porche.
-¡Salcalo de acá, si mi daddy se entera nos mata!.-Lo empuje a la puerta.- Ire por Marizza y Pablo, vos encárgate de esto.
-¿Pablo y Marizza están juntos?.-Me preguntó con el ceño fruncido.
-¡No! No, nadie esta con nadie, ahora ándate nene.-Lo saqué de la casa y cerré la puerta.-¡Marizza!-Corri hacia las escaleras y volví al cuarto de Marizza, toque la puerta con insistencia, hasta que la puerta se abrió.
-¿Que queres nena?.-Me preguntó Pablo sentado sobre la cama, acomodándose un poco la ropa. Miré a mi alrededor tratando de descifrar que estaban haciendo, la pieza se veía en perfecto estado, Marizza y Pablo estaban vestidos, un poco sonrojados, probablemente por el calor que hacía acá y sin ningún indicio de que estaba pasando algo más que hablar.
-Marizza tenes que venir conmigo, tenemos un quilombo allá abajo.-La tome del brazo para sacarla de la pieza, para después dirigirme a Pablo.- Vico te está buscando, nene, será mejor que le expliques porque desapareciste.
-¿Que...?-No lo escuchamos porque cerré la puerta y bajé con Marizza.
-¿Que hacías con Pablo?.-Le pregunté sin dejar de caminar.
-Nada.-Respondió algo nerviosa.- Le dolía la cabeza y me pidió pastillas.- Explico.- luego nos encontramos a un animal en una jaula, no sé de donde salió.-Soltó una risita.
-¿Animal en una jaula?.-Pregunté confundida.
-Sí, era re grande y casi me muerde por culpa del idiota de tu amiguito.-Me respondió y recordé la primera vez que fui a su cuarto.
¡Gracias a Dios no era lo que vos pensabas!
-Como sea, tenemos un problema.-La lleve con Manuel.
-¿Que problema...? ¡QUE LINDO!.-Corrio hacia el caballo que cuidaba Manuel.- ¿De donde lo sacaron?
-¿Lindo?.-Dije alarmada.- ¡¿NO MIRAS EL QUILOMBO QUE ES ESTO?! ¡Mi Daddy y Sonia no tardan en llegar, y vos tenes un caballo en el jardín!