misiones y la finca mariposa

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Había pasado 4 meses, 4 meses donde el peligro fue abundante, cada vez que descansaba un poco después de una misión, sero aparecía y gritaba otra misión.

Los únicos descansos que me se permitían era el dormir solo 4 horas por día, se podía dormir más si la misión se cumplía rápido.

Una que otra vez recibió unos golpes y patadas, pero nada grave.

Mi mirada recorrió el pequeño edificio frente a mi.

La misión era simple, encuentra unos demonios que han sido avistados por los alrededores, esta pequeña casa era el lugar donde más probablemente estarían esos demonios, edificios altos a lado, cubriendo los con una sombra casi permanente, ventanas inexistentes y suficiente espacio para 3 o 2.

Para rematar la casa parecía abandonada.

Frunció ligeramente el ceño bajo su máscara de zorro.

No sabia porque, pero sintió una leve molestia y en su mente se formó una simple pregunta.

¿Porque siempre tenían que ser estos lugares abandonados los favoritos de estos seres pálidos y en su mayoría horrendos deformes?¿porque no mejor uno menos sospechoso?

En fin, quien sabrá que clase de fetiche tienen con las casas abandonadas.

Me retiré por el momento, muy temprano para atacar, no quería llamar innecesariamente la atención, y que unos idiotas curiosos saliesen heridos.

En serio, que le pasaba a esta gente, le hacía recordar vagamente a la de su mundo, se quedaban parados como idiotas esperando que lo que este sucediendo acabe y subirlo a las redes sociales.

Un momento...

¿que es una red social?¿y que es un teléfono?

Carajo, quisiera poder recordarlo para no quedar con la duda.

Me retiré a explorar el lugar más detalladamente, buscando con cuidado posibles rastros de más demonios.

Lentamente se hizo de noche, la hora de la cacería había empezado.

Perdón si no lo eh mencionado antes, estaba demasiado ocupado en mis divagaciones mentales.

Bueno, dejando eso de lado, había empezado a coleccionar objetos que le pertenecían a los demonios que mató.

Esta pequeña colección empezó a hace un mes, tomando del polvo de sus enemigos objetos que empezó a ver como trofeos de sus victorias.

Hasta el momento tenía un collar, dos brazaletes, 5 pedazos de tela y 3 aretes.

Pequeños trofeos que se permito el lujo de llevar consigo.

La breve imagen de otro recuerdo apareció, esta vez de un ser humanoide con un traje oscuro y armas muy avanzada tecnológicamente hablando.

Sacudiendo la cabeza, me enfocó de nuevo en su misión.

Destrozando la vieja puerta de una patada, su mirada recorrió el interior, observando con cuidado cada detalle.

"Ahora ahora" dijo una voz, enfermizamente amable "destrozar nuestra puerta no fue muy agradable de tu parte cazador, pudiste haber tocado y espera a que uno de nosotros la abramos"

Una mujer, no una demonio salió un poco de las sombras, su cabello oscuro, atado en una cola de caballo se ocultó perfectamente en la oscuridad, sus ojos rojos con esclerótica amarilla lo miraron con falsa amabilidad y algo de cautela.

El kimono blanco con adornados de flores rosas y su piel pálida como la pizarra fue lo único que la permitió verla entre tanta oscuridad.

"¿Nosotros?" Cuestiono, modulando su voz lo suficientemente bien para parecer preocupado, para hacerla creer que la información que se le dio no fue del todo exacta.

yo en kimetsu no yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora