esta historia evitará todo lo posible los clichés que presentan historias de este estilo.
ya saben, poderes rotos, enamoramientos de la nada, harems, situaciones muy convenientes, Power ups sacados de la nada/sin justificación alguna y un sin fin de...
Abri mi ojo, despertando de mi inconsciencia, para después sentir el cansancio y un dolor punzante me golpean de lleno, suprimiendo una mueca por el dolor, mire a mi alrededor con mi campo de visión limitado.
Mi vista se posó en el hoyo en el techo de la habitación donde estaba, de seguro causado por mi cuerpo.
De forma lenta, me empecé a poner de pie, quitando algunas tablas de madera rotas de encima de mi.
"Que paso?" Murmuró, mientras me doy cuenta que mis labios están secos y mi boca tenía un sabor cobrizo.
Me dirijo a la ventana de la habitación, apoyando una mano en la pared para evitar perder el equilibrio, una vez que asomo mi cabeza, la sorpresa me invade al ver el fuego y las casas destruidas del distrito rojo.
Tomando respiraciones lentas para tratar de calmarme mientras los recuerdos de lo que había pasado momentos antes volvían a mi.
Me llevé una mano a mi rostro para limpiar la sangre que cubría mi ojo derecho, solo para retirar inmediatamente mi mano cuando el dolor punzante se intensificó, lo más posible es que me hayan herido mi ojo.
De forma rápida mire otra vez por alrededor de la habitación, buscando con la mirada mi katana, solo para no encontrar nada.
Soltando un suspiro, mire otra vez por la ventana, hasta que recordé por completo la situación.
"Tanjiro, inozuke, zenitsu" murmuró mientras el pánico empezaba a florecer en mi interior, ¿ellos estaban bien? ¿lograron evitar el ataque de gyutaro? ¿ellos... estaban vivos aún?
Siento como mi corazón daba un vuelco, salí por la ventana de forma rápida, para acto seguido caer de pie, pero una mueca se formó en mi rostro cuando el dolor de mi cuerpo aumentó.
No estaba en condiciones para volver a luchar, pero eso no me importó, empecé a caminar hacia donde parecía haber sido el epicentro del ataque de la luna superior, de lejos empecé a visualizar las figuras de dos personas, eso solo me motivó para aumentar mi velocidad.
Cuando ya estaba lo suficientemente cerca, sentí como se me hundía el estómago al ver a gyutaro hablando con tanjiro, pero noté inmediatamente que unos cuantos de los dedos de mi estudiante estaban rotos, volví a empezar a caminar hacia ellos, endureciendo mi rostro en el proceso, mientras la charla se hacía clara lentamente.
"Ya se! Conviértete en demonio!" Dijo el peli verde con una sonrisa algo entusiasta.
"Pero de que estas hablando?! Ese mocoso no vale la pena" exclamo molesta la demonio, la ira presente en sus rasgos faciales. "Si me hubieras escuchado, podríamos haber convencido a Johan de que se una a nosotros"
De forma sorpresiva, tanjiro toma la caja de nezuko y empieza a correr, esto provoca que ambos demonios sonrían, pensando que teme por su vida.
Gyutaro estaba apunto de seguir al pelirrojo, pero fue abruptamente detenido cuando mi patada le dio de lleno en el rostro, mandando lo varios metros lejos.
"..." de forma rapida miró mis alrededores, notando a mis dos alumnos faltantes.
Inozuke está tirado en el suelo, con una herida en su pecho, mientras que zenitsu está bajo unos escombros, también noto que tengen esta sin mano, aparentemente muerto.
Me quedo en silencio, sintiendo como la poca estabilidad emocional que había logrado formar era destruida por completo.
"Yo... he vuelto a fallar otra vez..."
- -
El joestar comenzó a respirar de forma irregular, la ira, frustración y tristeza lo estaban carcomiendo otra vez, pero fue interrumpido de sus pensamientos cuando escucho que le hablaban.
"Hey! Me alegra que sigas en una pieza!" Daki sonrió, mientras se ponía en frente del peli azabache, el cual solo la miro.
La demonio casi da un paso atrás cuando hizo contacto visual, sorprendida de la expresión y mirada del cazador.
La mirada de las mil yardas...
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(Imagen referencial).
Se sabe que quienes poseen esta mirada son impredecibles cuando son sometidos a situaciones de estrés y que avivan su trauma. Esta no fue la excepción, sin embargo...
Johan solo cayó de rodillas, sujetándose la cabeza con fuerza, mientras las lágrimas empezaron a salir de su ojo, no había truco alguno, simplemente se quedó allí, sufriendo en silencio.
Daki lo miró con sorpresa y confusión, mientras gyutaro solo se acercaba, acomodando su propia mandíbula.
Pero, ¿por qué? ¿Por que el joestar estaba reaccionando así?
Sencillo, el se había rendido, ya no quería pelear, su poca cordura estaba colapsando, todo lo que el había trabajado para superar sus traumas fue derrumbado de golpe, todo se había ido al carajo para el peli azabache.
La mejor forma de describir ahora al joestar es... alguien roto.
Roto emocionalmente y físicamente.
El colapso emocional del joestar era contemplado por los dos demonios, siendo daki la única que lo miraba con algo de lástima, mientras que gyutaro solo hizo una mueca de desagrado.
"..." tanjiro miró a su maestro en silencio, el había elaborado un plan improvisado para poder pelear una vez más, la llegada de johan le había dado esperanza, y la certeza de que podrían ganar.
El joestar se había vuelto una figura de hermano mayor para el pelirrojo, tanjiro lo admiraba y aspiraba a ser más fuerte que el joestar.
Pero al ver como este se rompía, se quedó impactado y quería creer que no era real, pero podía sentir el dolor de sus dedos rotos, así que se dio cuenta de que no era un sueño en lo absoluto.
Aquel que nunca se había rendido, aquel que siempre se mostró seguro de si mismo y su fuerza, aquel hombre que le había entrenado, estaba de rodillas y llorando.
