encuentro inesperado

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Había pasado dos años, en ese tiempo johan fue subiendo de rango y aumentando su ya impresionante fuerza.

¿Que estará haciendo ahora nuestro peculiar protagonista?

Johan miró extrañado al tipo que tenía delante de él. El estaba caminando tranquilamente a una misión hasta que este adolescente con una máscara de jabalí se interpuso en su camino, exigiendo una pelea a muerte con cuchillos.

Ya poseyendo 18 años, johan hizo lo que todo adulto responsable haría en esta situación, lo neutralizó y lo ató a un árbol para que deje de molestar.

"¡Bastardo enmascarado quítame estas cosas y pelea conmigo!" Grito el chico jabalí enfurecido, moviéndose de forma errática, un intento en vano de zafarse de sus ataduras.

Respondió johan, volviendo a caminar a su misión.

Lentamente los gritos del chico jabalí fueron desapareciendo, dejando en silencio el lugar.

Johan observó tranquilamente el camino, perdido en sus pensamientos.

(Espero encontrar un buen restaurante para tomar un caldito como el thanos, o mejor aún, ¿quien es thanos?)

Pasaron la horas hasta que se hizo de noche, hasta que al fin llegó a la ciudad.

Tan pronto como vio un puesto de comida se dirigió a el, sentándose en una silla y pidiendo un tazón de sopa.

De forma tranquila empecé a comer, una vez que acabo, dio las gracias y pago, para acto seguido salir.

Después de caminar un rato me apoyé contra una pared, mi rostro desenmascarado mostraba los rasgos ya algo maduros , dos flequillos llegaban hasta mis hombros enmarcaron a ambos lados de mi rostro, mis ojos cafés miraron mi mano cubierta con un guante de cuero negro, escondiendo tanto las viejas como nuevas cicatrices.

Habían pasado cosas, una de ellas fue su abrigo negro, que poseía pelaje de algún animal en los bordes de la capucha, básicamente todo su atuendo consistía en ropa negra para mayor eficacia a la hora de atacar por las sombras.

Había luchado incontables veces, algunas batallas habían sido extraordinarias, llevándolo al límite y superándose.

Una sonrisa se formó en mi rostro pálido.

Aunque... siendo sincero, se había estado hartando, casi todos los días eran casi lo mismo, los únicos días que salían de esa rutina fueron los días que tubo que recuperarse de sus heridas.

Sintió que quería hacer algo nuevo, algo diferente, ¿tal vez intenté lidiar de forma diferente con un demonio?

Si tal vez lo intentaría en otra misión.

Una presencia me sacó de mis pensamientos, entre cerre mis ojos a la dirección de donde sentía que venia esa sensación.

Rápidamente me volví a poner la máscara y empecé a caminar directamente a lo que ya sabía era un demonio, después de todo para eso vino aquí.

Mientras tanto...

Un hombre alto, de traje negro junto con un sombrero blanco estaba pasando el rato con su "familia"

Los ojos de la pequeña niña miraron a los de su "padre", no sintiendo miedo al ver los ojos rojos del sujeto.

"Cariño ¿pasa algo?" Pregunto la "esposa" del tipo, preocupada por el silencio de este.

yo en kimetsu no yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora