La Oiran

251 26 6
                                    

Capítulo 27:
"Oiran"

Warabihime, o mejor dicho, Daki, estaba de mal humor, aunque esto solo era una parte de lo que sentía.

En las escasas veces que daki podía estar en presencia de muzan y ser mimada por este, noto hace pocos meses atrás, un cambio difícil de ignorar.

En la pequeña reunión de la albina y muzan, ella empezó a sospechar cuando el kibutsuji se había presentado, no de la forma habitual, en vez del hombre alto de traje, el se presentó en su forma de mujer.

Lo segundo que ella notó fueron los limitados mimos, Daki sabía que muzan seguía siendo el mismo a pesar de su apariencia, pero Daki igualmente se sintió algo incómoda, era extraño para ella ser mimada por otra 'mujer'.

Se sintió como si fuera algo que nunca obtuvo en el pasado, lo cual, ya era extraño para la normalmente caprichosa demonio.

Lo tercero fue lo más extraño, Kibutsuji le había encomendado eliminar una demonio que estaba del bando de los humanos, pero eso no era lo extraño, lo que le pareció más raro a la albina, fue la segunda orden.

"También, necesito que encuentres a un humano y lo traigas ante mi, con vida."

En ese instante, Daki fue tomada con la guardia baja, en todos los años que había servido a muzan, este nunca, pero nunca le había encomendado capturar ni un solo humano, solo matarlos, pero su confusión solo aumentó con las siguientes palabras.

"Su nombre es Johan Joestar, es un joven de 18 años, la forma más fácil de identificarlo son las dos cicatrices en su rostro, una más larga que la otra."

Los siguientes minutos fueron descripciones específicas y detalladas de aquel humano.

Para Daki, la situación había sido ridícula, y casi pensó que era un sueño, si no fuera por el hecho que ella no había dormido ni una sola vez desde que tiene memoria.

En un inicio, ella quiso cuestionar los motivos, pero la mirada y voz de Muzan dejaban muy en claro que aquel humano era sumamente importante, y más si le ordenaba a una de sus lunas superiores capturarlo con vida.

Y después de que Kibutsuji se fuera, Daki había quedado con una duda importante, bueno, dos en realidad.

La primera era, ¿por dónde empezar aquella búsqueda?

La segunda era el por qué muzan estaba tan interesado en aquel humano.

Daki, en su disfraz de oiran, solo pudo suspirar.

Desde aquella reunión, se la había pasado buscando por el distrito rojo, obviamente tenía limitaciones por su fachada de oiran.

Si la demonio albina tuviera que dar un porcentaje del total de las partes del distrito había buscado, sería un 15% en total, tanto en su papel de oiran y sin este.

Incluso Gyutaro había salido del distrito rojo en busca de aquel humano, sin éxito alguno por el momento.

En la actualidad, Warabihime estaba caminando por las calles del distrito junto con lo que se podría decir que era su escolta, cada paso elegante y con un movimiento practicado hasta la perfección, desafortunadamente, cada paso demoraba, lo que era sumamente molesto para la demonio disfrazada.

De forma suficiente rápida como para que casi nadie lo notara, observaba a cada humano, principalmente a aquellos que tenían el cabello largo y eran altos, los cuales de hecho eran muy escasos, y los pocos nunca cumplían con las demás descripciones.

yo en kimetsu no yaiba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora