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habían pasado ya varios días de su fogoso encuentro con el abogado, y se había resignado a que la tarjeta había sido perdida.

quizá lavada junto con el saco, quedando inentendible tras ser mojada.

o quizá fue encontrada pero a mark no pudo importarle menos y la tiró a la basura.

jaemin estaba un poco decepcionado porque se había hecho con un poquito de esperanzas, las cuales tras el correr de los días cada vez se hacían más minúsculas.

era un sábado aburrido. estaba tirado (literalmente) sobre su sofá con una caja de comida china entre sus manos.

los limpios palitos chinos sobre la mesa ratona, siendo suplantados por un tenedor. nunca había entendido como se usaban.

una serie vieja se reproducía en la tv, él reía cada tanto de los chistes tontos que hacían cuando estaba prestando atención, pues en simultáneo se estaba mensajeando en el chat grupal de sus amigos así que demasiada atención no prestaba.

los pijamas que llevaba puestos eran bastante viejos pero amaba la comodidad que le daban, se amoldaban de manera perfecta a su escueta figura. algo que solo el paso del tiempo haría en ellos.

a penas se había llevado un bocado de comida a la boca cuando volvió a sonar una notificación en su celular.

estaba cien por ciento seguro de que era sungchan y otra de sus fotos mientras estaba en el baño, al parecer se aburría mucho mientras hacía lo suyo en el inodoro.

así que ignoró y siguió comiendo, no le apetecía arruinar su "cena" con esas imágenes tan gráficas.

hasta que el celular volvió a vibrar con nuevas notificaciones y bueno, quizá le daba un poco de curiosidad ver de que hablaban en el grupo. siempre que recibía muchos mensajes era porque algo asombroso había pasado, o porque todos se quejaban de sungchan y sus fotos de mierda. literal, de mierda.

así que lo tomó con su mano desocupada y empezó a revisarlas desde la pantalla de bloqueo.

las primeras diez eran mensajes del chat grupal diciendo tonterías, luego notificaciones de que henry cavill había subido foto nueva a instagram (la cual chequearía en breve) y por último una serie de mensajes de texto.

le pareció raro, por lo que desbloqueó el celular y entró en ellos para revisarlos.

número desconocido:
recién veo tu tarjeta, había llevado el saco a la lavandería y la empleada la encontró dentro del bolsillo antes de lavarlo.

no puedo creer lo descarado que eres, enano.

lo que sí creo es que ni follándote otra vez como en el carro dejarías de ser así, pero no se pierde nada por repetir, ¿no?

xxm.


y si jaemin en verdad quería repetir y le contestó segundos después cual desesperado sería mentir.

o tal vez no...

cockinessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora