Una Memoria Inigualable

41 8 1
                                    

     En mi época de la primaria tu para mi eras todo un héroe, viajabas por todo el mundo, te enfrentabas a varios obstáculos que yo jamás podría superar, trabajabas en las condiciones más pesadas para conseguir unos cuantos centavos más, era algo que admiraba bastante de ti pero admiraba más el hombre en el que te convertias cuando no trabajabas y te tocaba ser nuestro padre.

     En una primavera del 2010 te acercaste a mi cuarto con tu traje que usabas para ocasiones especiales el cual era esos jeans azules y tu camisa polo negra de cuadros y me dijiste con una voz entusiasmada "¿Quieres ir a cortar pinzanes conmigo?" yo al inicio tenía algo de nervios ya que nunca había salido solo contigo a ningún lado y mucho menos sabía a qué lugar íbamos a ir o que ibamos a hacer pero sabía que todo iba a estar bien contigo. Después de pensarlo por unos largos 10 segundos decidí ir y hasta el día de hoy creo que fue de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Si las realidades alternas de verdad existen estoy seguro que en todas y cada una de ellas aceptaría cortar pinzanes contigo.

     Me llevaste a un campo lleno de árboles los cuales en zonas altas tenían este tipo de fruta que mencionaste. Yo no entendía cómo ibas a hacer para arrancar alguna de ahí ya que estaban demasiado altos pero ahí me mostraste el gran ingenio que poseias a pesar de no haber tenido tanto estudio y que pronto me llegarias a traspasar en algún momento.

     Abriste la cajuela del carro y sacaste un palo y un gancho de metal que utilizabas para colgar tu ropa con los cuales hiciste una herramienta larga con un pequeño gancho al final el cual alzabas y cuando se sujetaba a una rama bien lo sacudias para que cayeran todos los pinzanes de la rama. Ver esa lluvia de pinzanes para alguien normal se le haría algo muy simple o incluso aburrido pero para mi fue lo más divertido que podía vivir a los siete años. Encima de todo eso me diste a probar uno que tenía un sabor exquisito y me dijiste " Voy a llenar dos bolsas para que te puedas comer todos los pinzanes que quieras por una semana". Realmente no necesitaba tantos pero no quería detenerte, mucho menos viendo lo divertido que era el proceso.

     Al verme sentado en la parte trasera del carro tan serio mientras tú hacías todo supongo que te hizo pensar que yo no estaba tan animado por alguna razón y me ofreciste la herramienta para tumbar los pinzanes pero yo me negué al instante. ¿Como se supone que un niño de siete que media menos que un minion iba a alcanzar una rama? Ahí fue donde una vez me cerraste la boca. Me subiste en tus hombros para que alcanzara las ramas y aunque tenía miedo de caerme tu me calmaste diciendome "Todo va estar bien hijo, no te va pasar nada mientras yo esté aquí contigo" Quién diría que esa frase se convertiría en lo más especial que me dejarías en toda tu vida.

     En fin, confíe en ti y logre alcanzar la rama más baja. Tumbe la mayor cantidad de pinzanes que pude y tu estabas riéndote debajo de mi ya que con mi poca fuerza solo tire como tres. Al ver que me costaba trabajo me ayudaste disimuladamente para hacerme tirar más y que yo me sintiera bien conmigo mismo lo cual te agradezco papa.

     Finalizando todo eso fuimos a casa y comimos esa fruta hasta que nos explotara el estómago. Fue el primer día padre e hijo y no quería que terminara pero igual no me deprimía ya que siempre habrá otra primavera para ir a cortar pinzanes contigo. Lastimosamente solo se volvio a repetir esto dos veces. Solo tres veces he sentido de verdad que tuve un momento padre e hijo contigo en toda mi vida. Ya sea por tiempo o desgaste de tu cuerpo gracias al trabajo o simple desinterés jamás volvimos a hacer nada juntos pero de igual manera agradezco a la vida por darme esos momentos contigo.

Odio No Poder OdiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora