Capítulo 17; Odette Lautier

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Bip.

Bip. 

Bip.

-Joder, ¿Qué es eso?- pregunto abriendo los ojos poco a poco. Me dolía la cabeza tanto que pensaba que me reventaría en algún momento. Me agarré las sienes con muchas ganas de vomitar. Sentía que me habían removido hasta el alma.

-¿Estás bien?- me giro hacia la voz y veo que Santillana está sentado en un mini sofá que hay al lado de la cama. Hasta entonces no me había percatado de donde estaba. Miré mi alrededor y luego a él. Pero tuve una arcada que casi me hizo llorar. 

Santillana se acercó y me quitó con mucho cuidado los viales. Bajé de la cama y corrí al baño para vomitar lo poco que tenía en el estómago. Santillana me sujetó la coleta y luego me tendió unos pañuelos. Me lavé la cara y la boca y luego me sequé.

-Gracias.- dije sentándome en la cama. Iba a preguntarle qué había pasado cuando entró Jacqueline empujando una silla de ruedas en la que estaba sentado Timothée con la ropa del hospital. Sonreí y corrí a abrazarlo haciendo que soltara un quejido.- Qué susto nos has dado.

-¿Y tú qué?- preguntó cuando me separé. Estaba con el ceño fruncido y me miraba con un sentimiento que ya conocía.- ¿Se puede saber cuando vas a dejarlo?

-¿Qué te pidió Dimitri?- pregunté ignorando por completo su pregunta. Él resopló y nos miró a Daniel y a mí. Jacqueline me dió un abrazo antes de sentarse junto a Santillana.

-No puedo decirlo, bonita. Si hubiera amenazado con matarme quizás te lo diría, pero no me ha amenazado precisamente con mi vida.- miró a Daniel y él asintió como si estuviera de acuerdo y me miraron otra vez.- Odette, tienes que pasar la noche aquí

¿Qué? Los miré enarcando mis cejas y siguieron hablando.

-La doctora, cree conveniente revisarte. Por si no estás desintoxicada totalmente.-miré a Daniel para ver si hablaba en serio con lo que acababa de decir. Miré a la única mala mentirosa en esta habitación. Jacqueline ni siquiera me estaba mirando, se mantuvo mirando el sofá y cuando nuestros ojos se encontraron miró a Roche.

-Mentira.- dije haciendo que los tres me miraran.- No quieres que vuelva a casa por que crees que Dimitri me matará. ¿Es eso?

Los tres se miran, pero es solo Daniel quién asiente ligeramente.

-Lo que Dimitri le pidió a Timothée, es...

-Daniel.- Timothée lo interumpió, pero Daniel siguió hablando.

-Odette, ese tipo no solo va a por el archivo. Va especialmente a por ti.- explica Daniel.- Además, no es el tipo que buscamos. Dimitri Aubert es el hijo de L'oeil du Saber.

Entrecerré los ojos e intenté encajar las piezas mientras él seguía hablando.

-Deberíamos avisar a Hollister, para que te ponga vigilancia. Y ....-lo interrumpí antes de que terminara.

-No haremos eso. Me apartará del caso y contigo me basta de vigilancia.- dije negando.

-Pero tenemos que contarle sobre los avances, Odette.- dijo mientras miraba a Jacqueline y a Roche.- Además él espera fuera.

Estuve unos minutos sin hablar hasta que Daniel y los chicos salieron, para dejar pasar a Hollister. Esperé, pero quién apareció era Dimitri. Iba tan bien vestido como siempre y el pelo perfectamente engominado dándole ese aspecto maligno e intimidante. Entró y cerró la puerta sin girarse. Me estaba mirando sonriente y se acercó lentamente hacia a mí.

-¿Qué haces aquí, Dimitri?- pregunté sin moverme de mi sitio. Estaba sentada y aun mareada, sentía que volvería a vomitar en cualquier momento y se debía más a la presencia de aquel hombre. Él negó antes de agacharse frente a mí. Puso sus manos encima de mis muslos y me miró fijamente. Sentía que me desmayaría o que le vomitaría encima en cualquier momento.

-Te he dicho muchas veces que soy tío Dimitri, princesa.- replica agarrando mi mano.- Además, un pajarito me ha dicho que estabas aquí.

Ni siquiera pregunté quién podía ser el pájaro. 

-¿Qué haces aquí?- pregunté de nuevo sin intentar soltarme de su mano. Él rodó los ojos y se sentó a mi lado rodeándome con el brazo.- Y ya que estás dime qué le has contado a Roche.

Él me miró entrecerrando los ojos y suspiró.

-Hay algo que tengo que contarte, Odette.- empezó volviendo a coger mi mano para dibujar pequeños círculos.- Tu padre no quería que lo supieras, pero debes saberlo. Solo necesito tu promesa de que no involucrarás esto con la policía.- asentí levemente sintiendo su mirada en la sien izquierda, pero el hizo que lo mirara a los ojos poniendo su mano en mi barbilla.

-Promételo.-exigió.

-Lo prometo.-dije asintiendo para deshacerme del agarre de su mano.

-Sabias que tu padre y yo estábamos trabajando, pero nunca te dijimos para quién ni para qué.- explicó mientras yo escuchaba atentamente.- Era por que eras una niña, pero esta más que claro que ya no lo eres. Tu padre no fue el responsable de los atentados, quiso dejar aquello pero no es tan sencillo.

-¿Qué es exactamente "aquello"?- pregunté mirandolo. Titubeó antes de responder.

-BOOM, es una organización que en un principio luchaba contra injusticias, pero acabó por ser injusta. Ya no hace las cosas bien.- explica haciendo que asienta.- Recogen a personas retiradas de empleos considerados útiles y tu padre entró por lo de...Marianne y Osmane.

Cerré los ojos entendiendo a qué se refería y asentí.

-No fue su culpa, entró por una razón...- explicó haciendo que yo lo mirara. Parecía apunto de llorar.

-¿Quién tiene la culpa entonces, Dimitri?- pregunté mirándolo. Me levanté de la cama y lo señalé.- No hay ninguna razón que justifique donde entró y lo que hizo. no solo acabó con la suya sino con la de más personas. Y nada de lo que digas hará que lo perdone por dejarme sola.

Me senté en el sofá lejos de él y guardé silencio mientras él también lo hacía. Entonces entendí perfectamente lo que quería. Tenía la mirada perdida y parecía un cachorro abandonado. Pero solo lo parecía.

-Dimitri.- lo llamé haciendo que me mirara interesado.- No voy a entrar en esa casa. No me importa lo que estás buscando allí, pero no iré a ese lugar. Nada que digas tú precisamente hará que yo vuelva al pasado de mi padre. Amenaza a quién quieras, Dimitri.

Aquello ultimo pareció despertar su curiosidad y me di cuenta por que se levantó sonriendo con suficiencia y se acercó a mí. Le había cambiado bastante la actitud. Si lo que quería era intimidarme estando de pie y yo sentada, no lo logró porque me levanté y lo miré a los ojos.

-¿Qué estás queriendo decir, princesa?- preguntó acercándose más a mi cara, tuve que levantar más la cara porque me sacaba cerca de una cabeza y media.- ¿Acaso sabes algo que yo deba saber?

-Que eres un farsante, Aubert. Actúas mejor que Bruce Willis y te mereces una paliza, en vez de un Óscar, por ello. Y ten muy claro que seré yo quién te la dé, por mentiroso.- dije antes de darme la vuelta y salir por esa puerta.

Si algo había hecho mal, había sido declararle la guerra. 

A Dimitri.

Aubert.

El hijo de L'oeil du Saber y posible sucesor de la organización de BOOM.

Joder, maldigo mi impulsividad.

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