━Y por todo ese cariño que te tenemos, Rodrigo ━dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión━. Queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de...
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Esta historia no incluirá modismos argentinos.
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Rodrigo top
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Iván bottom
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Está historia adaptada está con el fin de entretener, no permito comentarios fuera de contexto, dedicado para las personas que les gusta este bromance.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Daniel se colocó el esmoquin perfectamente confeccionado para él. La tela era suave, negra y de calidad. Era su día, era el momento de demostrarles a los demás que no era un impulsivo y que su matrimonio con Pilar podía funcionar tan bien como lo estaba haciendo el de sus amigos.
Todavía estaba sentido con ellos, había pasado un mes y no se habían hablado. Sabía gracias a los chicos que Iván al fin había aprendido a cocinar y a tender una cama, y que Rodrigo preparaba todos los papeles para su admisión a la universidad, pero no les había dirigido si quiera una mirada hasta que se disculparan por desconfiar de él.
Subió al Mercedes negro que lo esperaba fuera del apartamento en el que se encontraba. Se mudaría a Buenos Aires una vez casado, sus padres vivían en Córdoba y también se habían opuesto a esa boda. Incluso más que "Los Carrera".
Todo el trayecto se hizo insoportable. No era una fiesta tan grande como la de Rodrigo , ni siquiera le habían hecho despedida de solteros. Ni siquiera tenía más invitados que sus amigos, los cuales harían de testigos. En realidad, era una boda triste, una boda que nadie quería. Y eso le dolía a Daniel, porque más que para demostrarle a los demás que podía ser responsable y dejar de ser el bufón del grupo, quería que ellos tuvieran en claro que se había enamorado de Pilar. Estaba molesto porque había pensado que Rodrigo lo entendería. Él le había contado que cuando tenía ocho años, la primera vez que vio a Iván, se enamoró de él y supo que su destino era estar con él. No entendía por qué Rodrigo no quería aceptar que a él le había ocurrido lo mismo con Pilar.
Se bajó del auto con las manos sudorosas, con la voz en un hilo y con la cabeza en otro sitio. Los nervios lo comían vivo, pero era valiente y el cariño que sentía por la chica castaña lo impulsaba a entrar al registro civil.
Habían acordado no casarse por la Iglesia, necesitaban invitados y eso era lo que menos tenían. Entró al edificio y se encontró con los padres de Pilar, Ale, Nico, Silver, Rafa, David y Percy esperándolo. Pilar aún no llegaba y Daniel sonrió que al menos mantenía la tradición.
La chica llegó luego de diez minutos, iba con un vestido blanco floreado hasta las rodillas, perfecto para un día de verano. Daniel le tendió la mano y ella la sostuvo, estaban listos, se casarían aunque el mundo entero se viniera abajo.
Procedieron a leer los documentos y presentar a los novios y a los testigos. Era una ceremonia bastante más vulgar y corriente que en una Iglesia o en algún sitio arreglado para una boda, pero a pesar de que Daniel tenía la condición social para haber optado a más, no lo hizo porque Pilar se lo pidió.
