Harry Potter •Obliviate•

efectos colaterales del amor/ cap 15

No sirve para nada pensar en los sueños y olvidarse de vivir, recuérdalo.

NATTHANIEL

—¿Un hechizo de duelo?—hice una mala cara—¿Como carajos voy a pasar la primera prueba del torneo con un hechizo tan simple ?—Le cuestione a un chico de Hufflepuff.

Estaba realmente estresado, y el hecho de que esperara que la chica de Slytherin. De la cual estaba enamorado desde que la vi...no había ido a la torre astronómica en la última semana. Mi mal humor no ayudaba, debía encontrar la manera de enfrentar un jodido Dragón.
Grace y Draco estaban más unidos que nunca, y había rumores de que dormían juntos en la habitación de mi molesto primo.

Los vi en el gran comedor estudiando o alguna cosa así. Me dirigí a ellos y hablé:

—Señorita Larson....¿podemos hablar?—pregunte mirando esos ojos que tanto me gustaban.

—Yo...—Tartamudeó.

—No.—respondió Malfoy.

—¿Desde cuando hablas por ella?—Espete

—Basta.—Draco...nos vemos en la sala común.—Respondió levantándose de su asiento.—la chica de ojos verdes solo le hizo una seña al rubio de que todo estaba bien y fue conmigo sin esperar una respuesta de Malfoy.

Estábamos caminando por los pasillos, hasta que la acorralé contra la pared.

—Basta, Larsson, tu indiferencia esta matándome.—Admití. Mirándola directamente a los ojos.

—Lo siento... pero eres...—La interrumpí.

—Un bastardo, y...no es mi culpa.—pensé que una persona como tú lo entendería, pensé...pensé que no te importaría—Suspire—Pero veo que eres igual que las demás chicas de Slytherin, fría, selectiva, egocéntrica.—me interrumpió.

—Yo no...yo no soy de esa forma...

—¿De verdad? ¿Sabes cuantas personas que conozco me siguen preguntando por qué sigo apoyándote? Por Dios Grace...todos piensan que eres una horrible chica, menos tu casa, para ellos eres la gran Prefecta y sabelotodo y la mejor de la clase. Pero te temen.

—Es mejor que me teman a que me respeten.—mencionó, al mismo tiempo otro mechón de su cabello se volvió blanco.

—Tu cabello...—mencione, ella solo maldijo en voz baja y pareció recapacitar.

—Yo-lo-lo siento. No se...no se que me paso—Grace parecía realmente desorientada.—algo malo esta pasándome, Nate.

—Lo siento yo también.—Mencione tomándola de su rostro.—¿Torre astronómica?—pregunte

—A la misma hora.—respondió con una leve sonrisa, se despidió de mi y se fue.

12:00 AM
TORRE ASTRONÓMICA

NATE

Después de esperar unos minutos en la oscuridad de la Torre astronómica, vi a Grace acercándose con varita en mano y un lumos conjurado.

—estás aquí—Dije en un susurro. Acercándome a ella...hacía frío, pero ella vino en pijama y pantuflas puestas.

—Si...—Tembló—aquí estoy Nate.—contestó temblando más aún.

Me quite mi chaqueta y se la puse.

—No tienes que...—me miro.

—si tengo que.—Respondí, tomando su cara entre mis manos.—Ella soltó un suspiro y bajo la cabeza.

—te he extrañado tanto.—levantó su cabeza para mirarme a los ojos, ella estaba con una expresión en su rostro, tan sincera, tan pura...tan, ella.

—también te extrañe, desde lo qué pasó, estás muy rara Grace.—Ella se alejo, se recargó en el barandal de la Torre astronómica que tenía vista al resto del castillo. Yo la seguí

—desde que mi abuelo murió, mi proceso en convertirme en una Grindelwald completamente empezó...—hizo una pausa—cada acción, buena o mala, me perjudica, Nate. Si hago algo, que mi abuelo haría, mi cabello se vuelve mas blanco, y mi humanidad...se va.—Yo solo la mire, muy confundido.—En cambio, si hago algo que la antigua Grace haría, me siento bien, me siento en paz. Y mi cabello regresa a la normalidad, Draco piensa que es una Maldición.

—La maldición del apellido.—Conteste.

—¿Sabes cómo romperla?—cuestionó Grace, con una cara llena de desesperación.

—Si.—Respondí secamente.—pero no te gustara.

—Dímelo, Nate...por favor.—Grace se volteo hacia mi, sus manos rodeaban mi cuello.—Si tengo una esperanza de ser como antes...

—Renunciar a tu apellido. Dejar de ser una Grindelwald.—tome su rostro de nuevo en mis manos—pero Larsson,—hice una pausa—Eso implica renunciar a todo, tu herencia, incluso tu profecía...se perderán para siempre bruja.

—y-yo.

—se que no quieres eso...solo intenta vivir así, aquí estoy yo. Siempre estaré...así estemos peleados a muerte, u odiándonos, nunca vas a estar sola bruja...solo, necesitas un pilar, que te mantenga cuerda.

—¿Me ayudarías?—Pregunto, acercándose aún más a mi.

—Tienes a mi primo...—Dije susurrando y al mismo tiempo, una de mis manos descanso en su cintura

—Pero, te quiero a ti...¿lo harías por mi?

—Mataría por ti, bruja. Saldremos de esto, tu confía.—Susurre.

—Eres muy optimista.—Respondió con la primera sonrisa que veía en días, la sonrisa que me hacía querer besarla.

—Y tú eres muy tonta.—conteste, su cara estaba peligrosamente cerca de mi, mi nariz y la suya se encontraron,ella rompió el espacio que nos separaba, estaba de puntillas, me gustaría decir que yo la bese a ella, pero fue ella quien me beso a mi. 

Después de unos segundos nos separamos.

—He querido hacer eso desde hace meses...—Hable viendo su rostro sonrojado sonriendo como tonta.

—Quería que lo hicieras desde hace meses...—bostezo...

—Es tarde, te acompaño a tu habitación...—Extendí mi mano. Ella la tomo.

Después de un recorrido hasta su sala común. La dejé en su puerta.

—Nate...—Cuestionó.

—¿bruja?

—¿Te puedes quedar? No me gusta dormir sola...la soledad no es de mis mejores amigos.—Dijo quitándose mi chaqueta, quedando solo en pijama, no la había visto bien por la oscuridad de la Torre astronómica, hasta su pijama tenía clase, era una clase de vestido de seda verde esmeralda, de tirantes, ya veo por que tenía frío. Se veía tan bien...—¿Nate?—Dijo Grace sacándome de mis pensamientos.

—Lo que sea por ti...

Esta chica va a ser mi jodida perdición.
Pero así, son los efectos colaterales del amor.