𝐁𝐞𝐚𝐮𝐭𝐢𝐟𝐮𝐥 𝐁𝐨𝐲 (𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞)

[𝙳𝚘𝚜] 𝚄𝚕𝚝𝚛𝚊𝚜𝚘𝚗𝚒𝚍𝚘

-Pasaremos por tí en una hora, bebé- mi madre besó mi mejilla y yo asentí confundido.

-Deja de tratarlo como un bebé, Beatriz. Por Dios.

-Para mí siempre será un bebé- apretó mi mejilla y yo hice un gesto de dolor.

-No entiendo... ¿No vendrán conmigo?- pregunté sobando mi mejilla.

-Steve, tenemos que terminar nuestras maletas para el viaje. Puedes encargarte de esto tú solo- habló mi padre mirandome desde el espejo retrovisor.

- ¿Me dejarán solo?

-No estarías solo si me dijeras el nombre del bastardo que te embarazó para obligarlo a hacerse cargo.

-Richard, no seas tan duro con el niño.

-No soy duro con él, pero si tan sólo alguna vez hiciera caso a lo que digo tal vez no estaría en esta estúpida situación.

- ¡No es estúpida!- exclamé harto y desabroché el cinturón de seguridad.

-Steve- llamó mi madre y yo salí del vehículo dando un portazo.

En cuanto caminé a la clínica, el auto arrancó.

Me adentré al lugar blanco y con un agradable aroma.

-Buena tarde, bienvenido ¿En qué puedo ayudarlo?- preguntó una señora de edad mayor.

-Yo... Tengo una cita... Soy Steve Harrington.

-Permítame, un momento- se dirigió a su computador mientras tecleaba unas cosas. -Harrington, Harrington- repetía mientras pasaba su dedo por el monitor y yo jugaba con mis dedos sobre el mostrador. -Sí, aquí estás. Steve Harrington, consultorio 6. Toma asiento y en un segundo te atienden- asentí sin decir nada más y me senté en la sala de espera.

En la sala se encontraban unas cuántas mujeres embarazadas que de vez en cuando me miraban extrañadas.

Tiré mi cabeza hacia atrás mientras miraba el techo. Agradecía que al fin las náuseas que había tenido toda la mañana se fueran.

Después de unos minutos la voz grave proveniente del consultorio dijo mi nombre.

Me puse de pie mientras esas miradas curiosas me seguían hasta cerrar la puerta.

-Hola Steve, cuéntame ¿Qué te trae por aquí?

-Bueno yo estoy amm... ¿Embarazado?

- ¿Es pregunta o afirmación?

-Es... Es afirmación.

-Bien, sólo quería saber si eras tú el chico con el caso peculiar, pero ya ví que si eres- apreté mis labios mientras rascaba mi pierna de puro nerviosismo. -Bueno, ahora voy a pedirte que subas a la báscula. Necesito medirte y pesarte ya que llevaremos un control de tu peso durante todos estos meses- asentí y me encaminé a la cosa de metal.

-De acuerdo- tomó nota en un pequeño cuaderno y una vez que terminó volví a sentarme. -Estás en el peso correcto. Ahora por favor recuéstate en la camilla de ese lado- señaló sin despegar la vista del pequeño cuaderno y yo caminé hasta ella para recostarme. - ¿Puedes levantar tu playera y desabotonar tú pantalón?- asentí e hice lo que me pidió. -De acuerdo, tal vez sientas un poco frío pero descuida- colocó un tipo de gel azul sobre mi vientre y seguido de eso comenzó a esparcirlo por toda el área con un pequeño aparato.

Fue ahí que el monitor a mi lado se iluminó.

-Bien, ¿Ves esa pequeña cosa?- preguntó señalando el monitor con tonalidades oscuras y yo asentí al ver la pequeña cosa blanca.