𝐁𝐞𝐚𝐮𝐭𝐢𝐟𝐮𝐥 𝐁𝐨𝐲 (𝐒𝐭𝐞𝐝𝐝𝐢𝐞)

[𝚂𝚎𝚒𝚜] É𝚕

-No puede ser- susurré con la vista abajo mientras estiraba el suéter de mi uniforme.

- ¿Qué haces Dingus?- preguntó Robin confundida.

-Creo que Eddie sí tenía razón cuando me dijo que estaba a una muestra de helado de que el uniforme no me quedara- estiré el suéter que de inmediato se subió mostrando así mi ombligo.

-Yo te dije desde semanas antes que pidieras uno más grande, sabías que eso iba a pasar.

-Sí... Pero no creí que fuera a ser tan rápido.

- ¿Cuántos meses tienes, perdón?

-6 y medio- susurré bajando inútilmente el suéter y de nuevo se subió.

-Y no creíste que tal vez, no sé... Tal vez ¿A partir de los 6 meses ya absolutamente nada te iba a quedar?

-Sí- musité bajando el suéter ésta vez sin soltarlo.

-Hoy tendrás que trabajar con esa ombliguera- Robin abrió la ventana detrás del mostrador. -Yo atenderé a los primeros clientes si quieres, mientras trata de buscar la manera en la que no se note el botón que tienes por ombligo- asentí palpando mi vientre salido del suéter y después miré el teléfono.

Tecleé aquel número que ya había aprendido de memoria y esperé a que sonara.

-Hola Edds- hablé jugando con el cable del teléfono.

-Hola- escuché su voz del otro lado de la línea.

- ¿Qué haces?- pregunté al notar un sonido peculiar en su voz.

-Comiendo.

-Wow, qué milagro.

-Cállate ¿Sí? No había comido nada en todo el día. Es raro ¿Sabes? Creo que comí algo en mal estado, seguramente en la cafetería, ya ves que a veces la comida esta como... Ugh.

-Pero ¿Cómo que crees que comiste algo en mal estado?

-En la mañana antes de ir a la escuela vomité... Cosa que es bastante extraña en mí ya que detesto vomitar y siempre hago todo lo posible para evitarlo, pero simplemente no pude, salió así de la nada.

-Qué extraño- murmuré mirando mi ombligo mientras jugaba con él.

-Supongo que son cosa que pasan... Pero bueno ¿Qué necesitabas? ¿Pasó algo con bebé?

-Oh no, bebé está bien, sólo creciendo. Es sólo que bueno, tengo consulta con el doctor más tarde y... No sé, quizás podrías pasar por nosotros y todo eso.

-Claro que sí, sabes que todos estos meses he sido como su chofer personal- sonreí ante el comentario.

-Bien, entonces... ¿Podrías venir por nosotros a las 3:00?

-3:00 en punto ahí estaré, cuídense...- mi corazón se estrujo al escuchar la forma tan dulce en la que Eddie habló.

-Cuídate- musité para después colgar el teléfono.

Tomé un delantal de entre unas cajas y lo coloqué sobre mi vientre salido. Sabía que era cuestión de semanas para que todas esas técnicas estúpidas para evitar que la gente lo notara, iban a dejar de funcionar. Todo el peso sobre mis hombros comenzaba a doblegarme a cada día que pasaba.

-Suerte, espero que en esta consulta al fin te digan que es.

-Eso espero- musité saliendo de scoops mientras sostenía mi suéter con ambas manos.

Caminé rumbo al estacionamiento y Eddie rió al verme salir del centro comercial con las manos bajando el suéter de mi uniforme.

- ¿Qué haces?